Probamos el Mazda MX-5 30 Aniversario, el homenaje a una leyenda que lleva regalando sensaciones desde 1989

Corre el año 1979 y el periodista estadounidense Bob Hall dibuja un deportivo biplaza en una pizarra de la oficina del jefe de Desarrollo de Mazda, Kenichi Yamamoto, en Hiroshima. Una década después, se convertiría en el legendario MX-5 y sería presentado al mundo en Salón del Automóvil de Chicago.

Para celebrar sus 30 primaveras, hemos podido disfrutar al volante de una de las 50 unidades que están disponibles en España del Mazda MX-5 30 Aniversario. Un icono de cuatro generaciones y que sigue consiguiendo después de décadas hacerte sentir como una niña el día de Navidad.

3.000 unidades para celebrar la saga Miata

La pasión por el biplaza de Mazda se ha materializado a lo largo de todos estos años a través de varias versiones especiales, algunas de la cuales están muy valoradas entre los coleccionistas. En España, la generación actual (la cuarta) presentó su serie especial Ignition en 2017, otra denominada Red Heritage en 2018 y esta edición 30 aniversario en 2019, que viene en versión Soft Top y RF.

El resultado: en el año 2000 batió el libro Guinness de los Récords como el deportivo más vendido de la historia y en 2016 fabricó su unidad un millón.

Esta edición se caracteriza por un color deportivo naranja Racing Orange en la carrocería y en los acabados interiores, como ribetes y costuras en los asientos Recaro, así como el emblema numerado del 30 aniversario en el costado del vehículo.

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Esta tonalidad en acabado brillante en lugar de metálico, que representa el amanecer y la anticipación, rinde homenaje al MX-5 Club Racer amarillo que también debutó en el Auto Show de Chicago de 1989, y para destacar su carácter exclusivo solo habrá 3.000 unidades a nivel mundial, de las cuales 50 se han quedado en España.

También cuenta con llantas de aluminio forjado de 17 pulgadas en metal oscuro, frenos de disco delanteros tienen pinzas de aluminio de 15 pulgadas con cuatro pistones opuestos y acoplados a pastillas de acero con bajo contenido de carbono.

Con un peso de 1.305 kg, el MX-5 30 Aniversario es algo más pesado que el Miata de hace 30 años y conserva las medidas (y el diseño) de la generación actual.

¡A jugar!

Siempre que te subes a un MX-5 'por primera vez' te vuelve a invadir esa sensación de volver al recreo. La entrada y la salida no son cómodas, todo hay que decirlo, y la primera impresión una vez te has regulado los asientos y el volante (que tiene ajuste telescópico) es la de estar algo encajonada.

Pero estas sensaciones de ir 'compactada' desaparecen en seguida. Los asientos Recaro de Alcantara, con costuras y ribetes en naranja son muy cómodos; resultan amplios, confortables y ofrecen una sujeción más que aceptable.

Una vez acomodada tienes que volver a hacerte con una posición de conducción muy baja, que potenciará la sensación de estar a los mandos de un juguete muy divertido.

El MX-5 es un coche pequeño pero el habitáculo, que comparte por cierto con el Fiat 124 Spider y su hermano el Abarth 124 Spider, no da sensación de claustrofobia, aunque no permite gran libertad de movimientos en marcha.

Una vez arrancado el motor 2.0 Skyactiv-G con 184 CV de la versión RF (tracción trasera), nos encontramos con un sonido contenido pero muy personal, un rugido característico y metálico.

Se trata de un motor elástico, fácil de disfrutar y que asociado a una caja de cambios manual de seis velocidades forman su seña de identidad.

A los pocos kilómetros ya se va viendo que la dirección es buena y no resulta ni muy blanda ni muy dura. Transmite aplomo, incluso en el centro y todo lo que necesitas sentir del asfalto.

Se nota la adherencia que tienen los neumáticos, la posición de las ruedas, si el asfalto es húmedo, graso, los dos a la vez o seco, pero no se llega a notar que ruedas sobre piedrecillas u otros elementos que se puedan encontrar en el asfalto.

Por otro lado la suspensión logra una sensación muy rígida a alta velocidad, y en las curvas el biplaza se pega al asfalto considerablemente bien.

Los amortiguadores ofrecen una conducción bastante controlada, dando al coche una sensación de honestidad (casi siempre sabes cómo va a reaccionar) y otorgando un comportamiento suave y una mayor sensación de unidad con el coche.

Sí es cierto que al ser un tracción trasera hay que ser precisa acelerando para que no se vaya de atrás, pero el MX-5 es un coche honesto que hace lo que le pides, sin sorpresas.

La aceleración de 0 a 100 km/h la hace en menos de siete segundos. En este caso se ha buscado también una mayor respuesta al acelerador, potenciar el sonido de escape (nuevo silencioso, por ejemplo), reducir las fricciones o conseguir una mejor entrega de par (la admisión se ha modificado para que el bloque respire más generosamente)

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Los reposacabezas cuentan con un par de altavoces BOSE incorporados que permiten escuchar música sin necesidad de subir demasiado el volumen incluso con el techo abierto, lo que unido a una sonoridad agradable hacen un buen combo.

El sistema de infoentretenimiento Mazda Connect es compatible con Apple CarPlay y Android Auto, y como en el resto de modelos de la firma nipona, deja de funcionar al completo una vez el coche está en marcha. Se trata de la estrategia que ha seguido Mazda de limitar el uso de pantallas táctiles para evitar distracciones y que tiene todo el sentido del mundo.

No obstante, el sistema de infoentretenimiento no llega a ser todo lo intuitivo y manejable que una desearía, e introducir una dirección en el sistema puede llevar a varios momentos de frustración/brotes psicóticos.

En cuanto al consumo, tenemos que decir que es muy comedido (la conducción no fue muy bestia), presentando un consumo urbano de 8,4 litros, extraurbano de alrededor de 6 y combinado de alrededor de 7,2.

Como punto en contra seguimos encontrando un maletero demasiado pequeño, en el que apenas caben dos maletas de cabina. Pero es un coche para lo que es.

Para disfrutar de las curvas, sin prisa pero sin pausa.

Mazda MX-5 RF 30 Aniversario: nuestra puntuación

Si bien el MX-5 conserva su eje delantero de dobles triángulos y el trasero multibrazo, el motor que da vida al conjunto consigue unas prestaciones impetuosas. El coche se comunica muy bien contigo; si quieres salirte un poco del camino marcado y jugar se puede hacer de una forma razonablemente segura. Se ha mantenido fiel a su carácter de deportivo biplaza, ligero, divertido y accesible.

Datos técnicos de la unidad probada

Precio de la unidad probada: 37.300 euros

El coche para esta prueba ha sido prestado por Mazda. Para más información consulta nuestra guía de relaciones con empresas