El mismo día que conduje los Kia Venga y cee’d en Segovia también tuve una toma de contacto con el Kia Sorento, tanto en carretera como en una finca llenita de barro. La organización había dispuesto varias unidades, todas eran 4×2 excepto una, y se la agenció un servidor, y con cambio automático.
Es decir, cogí la unidad mejor preparada para el lío en el que nos iban a meter. Desde el mediodía empezó a llover considerablemente, y nos tenían preparado un recorrido por una finca con barro arcilloso, que junto a la lluvia preparó un cóctel interesante para un subeaceras (si queremos llamarlo así).
Kia ha hecho al Sorento más todocamino, le ha quitado la reductora, la transmisión que tenía antes, los largueros y travesaños y el motor de camión 2.5 CRDi. Conduje el modelo anterior y he de deciros que ha cambiado bastante. En comparación el viejo Sorento es un barco (en carretera).
Kia Sorento en carretera
El recorrido fue breve, hasta llegar al circuito de prueba. Llovía mucho y la ruta fue todo el rato por carretera secundaria. En cada curva, siempre hablando de conducción normal, el nuevo Sorento es más turismo, el otro se balanceaba a veces más de la cuenta, y desde luego no daba la misma impresión de seguridad.
El motor tiene una cilindrada menor que el viejo 2.5 CRDi, ahora es un 2.2 CRDi y en cuestión de tacto no echo de menos para nada el motor antiguo. Además, el viejo motor consumía una barbaridad, recuerdo que me hacía medias de más de 11 l/100 km y con el nuevo Sorento el gasto es mucho más contenido.
Tanto el Sorento antiguo como el nuevo los he probado con cambio automático, y también me quedo con el nuevo, diría que es más suave, pero han pasado casi cuatro años y no lo tengo tan fresco como quisiera. En carretera no hay duda, el nuevo va mucho mejor. Se parece, dentro de lo posible, a una berlina.
Apenas me dio tiempo a fijarme en calidades de materiales y demás, pero me pareció mejor terminado. La verdad es que el precio que tiene no me parece exagerado, si te olvidas por un momento que es un Kia, está tan cerca de la competencia que les hace ráfagas en el retrovisor.
De todas formas, leedme entre líneas, en un recorrido de 15 minutos apenas da tiempo a encontrar defecto alguno y circulábamos en caravana a una velocidad casi estrictamente legal. Entré en alguna curva un poco más rápido de “lo mandao” y me reafirmo en mi sensación de más seguridad al ir por carretera.
Si se compara con otros todocaminos de gama media, pues tiene una pisada muy parecida a C-Crosser/4007/Outlander, diría que un poco mejor todavía. Cuando tenga una unidad más tiempo podré sacar mejores conclusiones. Al final llegamos a la finca y empezamos la “charla” sobre sus posibilidades 4×4.
NOTA: Lo siento, solo tengo imágenes del recorrido 4×4.
Kia Sorento en circuito off-road
Nos explicaron, antes de nada, en qué se basa su sistema 4×4. El antiguo Sorento tenía tracción 4×4 acoplable, se podía circular en modo 4×2 (tracción trasera), 4×4 ó 4×4 con reductora. El bloqueo del diferencial no se podía controlar, el reparto era automático. En el nuevo Sorento se simplifica todo.
La tracción total es 100% automática. En condiciones normales es siempre tracción delantera, solo pasa par al eje trasero cuando el delantero pierde motricidad. Es por tanto un sistema de multiembragues por accionamiento magnético, no hay pérdidas de potencia al eje trasero en conducción normal.
Si las condiciones se ponen chungas, podemos ordenar un reparto 50:50 entre el eje delantero y el trasero, una especie de bloqueo de diferencial. Además de eso, solo podemos activar el asistente de descenso, que mantiene la velocidad inferior a 10 km/h aplicando presión sobre los frenos sin tocar los pedales.
La suspensión es ahora independiente en las cuatro ruedas, antes teníamos un precioso eje trasero rígido. No hay nada más que podamos controlar, la electrónica lo hace todo. En todo el recorrido no se desconectó para nada el control de tracción, no fue necesario. Como los coches deportivos, tiene cierta tolerancia para jugar.
Nada más empezar, había una cuesta ascendente, que se podía subir por el barro o por pradera. Los 4×2 subieron por pradera y con impulso, de lo contrario no subían. En cambio el 4×4 subió por el barro con total tranquilidad y sin necesidad de coger carrerilla, el sistema tracciona bien.
Nos indicaron que yo tenía unos neumáticos un poco más para campo, los 4×2 usan neumáticos de carretera. Hay que tener más cuidado con los bajos que con el antiguo Sorento, es más fácil tocar. Es cuestión de ir con cuidado, la suspensión reacciona mucho mejor y eso tiene sus inconvenientes.
Tanto en carretera como en campo, la dirección tiene un tacto mucho más realista, no solo porque necesita hacer menos vueltas, es que tiene un punto más de dureza, la del Sorento viejo la recuerdo demasiado blanda e irreal. La pista, quitando el barro, no tenía mayores dificultades, excepto un punto sensible.
Mi vuelta al circuito se hizo muy corta en comparación con los cojos (4x2) que tenía detrás, dio tiempo a pegar otra vuelta. Se puso al volante otro chico que la verdad, de 4×4 no tenía ni puñetera idea. No es mi caso, he podido experimentar desde hace ya unos pocos años y lo básico ya lo conozco.
Había un punto en el que había que pasar con cierta decisión y pasar en línea recta, porque había un gran desnivel. Debido a la inexperiencia, entró mal y dejó el coche apoyado sobre los bajos en muy mal sitio. Apenas había margen para corregir y el coche quedó atascado. No se movía hacia delante ni hacia atrás.
Los monitores se hicieron cargo de la situación, al final hubo que empujarlo para retroceder un poco y llevar las ruedas por un mejor lugar. Al estar apoyado sobre los bajos y los neumáticos no tener apenas tracción, de ahí sin empujar el Sorento se quedaba quieto. Con mejores neumáticos habría podido salir, creo yo.
Estábamos circulando todo el rato con el diferencial central bloqueado (50:50), los neumáticos y los ángulos pusieron el tope de sus capacidades. Si llega a ser un 4×2 habría sido necesario tirar de él con una eslinga. Afortunadamente, no pasó de ser una simple anécdota.
En las últimas imágenes (mirad la galería) uno de los monitores estuvo posando para que yo tuviese buenas instantáneas, no es compañero que he mencionado antes, está censurado en las imágenes. Me puse las botas de barro ricas ricas para sacar las fotos, espero que os hayan gustado.
En conclusión, el coche es lo que te venden, un todocamino. ¿Por qué ha involucionado hacia la carretera? Porque es lo que los clientes le pedían a la marca, querían más turismo y menos todoterreno, y ahí está el resultado. De motor desde luego no anda corto, sólo tiene el 2.2 CRDi de 197 CV.
Se desenvuelve correctamente en situaciones en las que un turismo no pasa ni de broma, pero claro, el modelo anterior estaba más preparado para salir de la carretera. Su altura libre es de 184 mm, y sus ángulos: 25,1º (ataque), 23,1º (salida), 17,1º (ventral) independientemente de que sea 4×2 ó 4×4.
Fue una prueba corta, así que, para poder sacar más virtudes y desde luego más defectos, tendré que pedir uno durante una semana. Conociendo el modelo antiguo, opino que han seguido la línea correcta esta vez. Es a fin de cuentas lo que sus clientes le piden, y seguro que lo acaban vendiendo mucho mejor.
En Motorpasión | Kia Venga y cee’d, miniprueba en Segovia