Probamos el Kia Niro PHEV de 1,8 l/100 km. ¿Merece la pena pagar más que por el híbrido convencional?

El Kia Niro PHEV, la variante enchufable del crossover ecofriendly coreano, se presentó a finales de 2017, pero aún no habíamos tenido la oportunidad de ponernos a sus mandos. Lo hacemos en un terreno muy propicio para comprobar de primera mano su principal argumento respecto a su hermano híbrido convencional, el consumo, que en ciclo mixto se fija según las cifras oficiales en 1,3 l/100 km.

¿Cuánto, y de qué manera, se acerca esta cifra oficial al consumo real? ¿Qué ventajas e inconvenientes nos encontramos respecto al Kia Niro híbrido? ¿Merece la pena pagar más por esta versión plug in del crossover surcoreano? Lo analizamos.

Nacido en 2016, el Kia Niro fue concebido como híbrido de forma exclusiva. La marca surcoreana está siguiendo con este crossover la ruta lógica: primero híbrido, luego híbrido enchufable y, finalmente, eléctrico. Es decir, un camino paulatino entre las emisiones reducidas y las cero emisiones.

Hoy por el Kia Niro PHEV es el más eco de su reducida gama, aunque no le queda mucho para disfrutar de este trono: Kia nos ha confirmado que la versión de producción del Niro EV se presentará a finales de año. El Niro PHEV, como híbrido enchufable, goza de las ventajas inherentes a esta categoría: mayor capacidad de la batería y un motor eléctrico más potente. Esto se traduce en un consumo muchísimo más comedido y la posibilidad de funcionar en modo eléctrico de forma exclusiva.

Unos impresionantes 1,8 l/100 km, pero con una conducción poco lógica

Las cifras oficiales del Kia Niro PHEV prometen un consumo de 0 l/100 km en ciudad, de 4,2 l/100 km en carretera abierta y de 1,3 l/100 km en ciclo combinado. Al ponernos a sus mandos, tenemos por delante 66 kilómetros recorriendo Madrid y periferia, lo que incluye tanto tramos de carretera abierta como estrictamente urbanos. Un 60% del recorrido es en ciudad, pero incluyendo vías rápidas como la M30, y un 40% es extra urbano.

El recorrido es muy similar al que haría una persona que viviese en el extrarradio de la capital (a unos 30 km) y trabajase en el centro o viceversa. La principal diferencia del Niro híbrido enchufable respecto a su hermano híbrido convencional es que ofrece dos modos de conducción: uno híbrido y otro eléctrico. Para seleccionar uno u otro, sólo tenemos que apretar un botón situado junto a la palanca de cambios.

Lo lógico es optar por el modo híbrido fuera de la ciudad, que da prioridad al motor de combustión a altas velocidades, y reservar el motor eléctrico para la urbe. Pero queremos acercanos lo máximo posible a ese 1,3 l/100 anunciado, así que optamos por ir en modo eléctrico desde el punto de salida.

Así, con bastante tráfico y a velocidades de unos 80-90 km/h, llegamos al centro de Madrid con sólo 16 km de autonomía eléctrica. Habíamos empezado con las baterías a tope de carga, 58 km, y nos hemos fundido 42 sólo en vías rápidas. No obstante, el Niro plug in aguanta como un jabato en modo eléctrico por los cerca de 8 km de centro puramente urbano que recorremos gracias a la frenada regenerativa. El climatizador no lo hemos encendido en todo el trayecto, eso sí, aunque cuenta con la opción Driver Only que sólo dirige el aire al puesto de conducción.

Al volver a vías rápidas, la autonomía eléctrica pasa a mejor vida, aunque en momentos de desaceleración y frenado, el Kia Niro PHEV no acciona el motor de gasolina. Al terminar la ruta comprobamos el consumo: 1,8 l/100 km en los 66 km recorridos. Sólo 0,5 litros más que el consumo prometido por Kia. La media de la última media hora es muy pareja: 1,7 l/100 km. Con la opción lógica de reservar el eléctrico para ciudad, incluyendo la M30, otros compañeros cifran el consumo en cerca de un litro más, 2,8 l/100 km. Nada mal.

El modo eléctrico mejor para ciudad

En modo exclusivamente eléctrico, el GDI del Niro PHEV sólo se acciona si hacemos aceleraciones fuertes. Si bien el motor eléctrico está concebido como un apoyo, en velocidades de hasta 90 km/h no responde nada mal. No obstante, para carretera, lo ideal es optar por el modo híbrido, ya que la respuesta es obviamente mejor.

El comportamiento con esta opción seleccionada es muy similar al Kia Niro HEV, el que cogemos para hacer una leve comparativa entre ambos. Haciendo un recorrido más corto, de unos 30 km, conseguimos un consumo de 6,5 l/100 km, seguramente el mismo que hubiese marcado el híbrido enchufable si hubiésemos optado por circular en modo HEV por carretera.

Las suspensiones son bastante rígidas y la dirección es muy directa. Algo brusca en algunos momentos. El cambio automático de doble embrague 6DCT responde mejor que la de variador continuo (CVT) que montan otras opciones híbridas del mercado y ofrece la posibilidad de gestionarse secuencialmente si optamos por el modo Sport, mejorando aún más la capacidad de respuesta.

Diferencias a primera vista entre el Niro PHEV y el Niro HEV

Siguiendo con las comparaciones respecto al Niro híbrido, a simple vista ambos son prácticamente iguales. En el exterior, los conseguimos diferenciar por los detalles en azul en los paragolpes, la nueva parrilla y por la denominación Eco Plug-in en vez de la de Eco hybrid. En lo que toca a habitabilidad, el espacio es exactamente el mismo para plazas delanteras y traseras.

La cosa cambia al abrir el maletero: las baterías del Niro híbrido enchufable, de mayor tamaño, se ubican en el falso fondo de éste, restando 77 litros de capacidad frente al híbrido convencional: de 401 litros pasamos a 324 litros. Poco margen si queremos cargarlo para unas largas vacaciones, aunque siempre se pueden abatir los asientos traseros para llegar a los 1.322 litros.

La instrumentación, también es idéntica, salvo que en la pantalla digital que nos indica la carga del motor eléctrico no marca autonomía ninguna en el caso del Niro HEV.

Potencia, prestaciones, consumo y emisiones, ¿quién gana?

Respecto a la mecánica, ambos Niro son muy parejos. La potencia combinada en ambos es de 141 CV y los dos montan el 1.6 GDI de 105 CV. Sin embargo, el propulsor eléctrico del Kia Niro PHEV rinde 60,5 CV, mientras que el del Niro HEV entrega 43,5 CV.

En prestaciones el híbrido enchufable gana por poco: 172 km/h de velocidad máxima y aceleración 0-100 en 10,8 segundos frente a los 162 km/h de punta y los 11,5 segundos del híbrido convencional. El push del motor eléctrico, más potente, se nota.

Las baterías sí que difieren bastante. Ambas son de polímero litio, pero la del Niro PHEV tiene una capacidad de 8,9 kWh, mientras que la del Niro HEV es de sólo 1,56 kWh. A mayor tamaño, mayor peso, claro: la del híbrido enchufable es de 117 kilos, mientras que la del híbrido es sólo de 33 kilos.

En lo que respecta a consumo y emisiones, en el caso del híbrido enchufable son mucho más comedidas respecto al híbrido. El consumo del Niro PHEV, ya mencionado, gana de calle al Niro HEV, cuyas cifras oficiales son de 3,8 l/100 en ciudad, de 3, 9 l/100 en carretera y de 3,8 l/100 en ciclo mixto, aunque ya hemos comprobado que las cifras se alejan bastante de la realidad. En emisiones, también gana el híbrido enchufable: 29 gr/ km de CO2 frente a 88 gr/km, ambas en conducción mixta.

Cero Emisiones: más ventajas en ciudad

Como vehículo ecológico, el Kia Niro híbrido enchufable gana al híbrido convencional de calle. Si atendemos al etiquetado medioambiental de la DGT, el Niro PHEV está catalogado como un Cero Emisiones, al contar con una autonomía eléctrica superior a los 40 km. No ocurre lo mismo con la versión híbrida, que es considerado como Eco.

Si bien depende de cada administración, los vehículos catalogados como Cero Emisiones tienen más ventajas que los Eco. En el caso de ciudades como Madrid, Sevilla o Barcelona, pueden aparcar gratuitamente en las zonas de estacionamento regulado y sin límite horario. Asimismo, tienen permitido circular por los carriles de alta ocupación independientemente del número de pasajeros en el caso de la capital y de la Ciudad Condal.

De igual manera, tanto en Madrid como en Sevilla pueden circular por el carril bus y, en el caso de la primera, son los únicos coches que pueden circular por las zonas de prioridad residencial (APR).

En lo que toca a fiscalidad, tanto el Niro híbrido como el híbrido enchufable gozan de las mismas ventajas: ambos están exentos del impuesto de matriculación y disfrutan de una reducción del 75% en el de circulación.

¿Merece la pena pagar más por el Kia Niro PHEV?

El Kia Niro PHEV parte de los 28.403 euros en el acabado más básico, el Concept, incluyendo descuentos y ayudas estatales, mientras que el híbrido convencional en idéntica versión parte de los 19.900 euros. Estamos hablando de una diferencia de poco más de 8.500 euros. En el tope de gama Emotion los precios son de 32.629 euros y 25.369 euros respectivamente, la diferencia es algo menor: 7.260 euros.

Comparando ambos modelos, el Kia Niro híbrido enchufable tiene mucho a su favor: menos emisiones, menos consumo y más ventajas en zonas urbanas. También hace gala de unas prestaciones algo mejores y es más versátil por contar con dos modos, eléctrico e híbrido, que podemos adaptar como queramos a nuestras necesidades. Además la habitabilidad es exactamente la misma.

No obstante, en el Niro PHEV también encontramos algunas desventajas. La primera y más evidente es que precisamos contar con un enchufe para cargarlo, es decir una plaza de garaje ya sea en vivienda particular o en comunidad: la ley ya lo permite en este último caso y sólo requiere de informar al presidente. En ambos casos, el usuario es quién corre con los gastos de instalación.

Las administraciones ya están abriendo la mano con puntos de recarga en la calle, en caso de que aparquemos fuera, pero dependes de un permiso municipal y hay que vincularse con el gestor mediante contrato, además de contratar un bono de recarga mensual. Hoy por hoy, optar por un eléctrico o híbrido enchufable sin plaza de garaje es complicarse bastante la vida.

En lo que respecta a usabilidad, el maletero, ya de por sí limitado tratándose de un crossover compacto, es aún más reducido en la variante híbrida enchufable. Lo que le convierte de forma automática en un segundo coche para familias con al menos un hijo o hija.

Por tanto, ante la pregunta de si merece la pena gastarse hasta 8.500 euros más según versión diremos depende. El Kia Niro PHEV es una gran opción si haces uso del coche por ciudad o si cuentas con plaza de garaje y vives sólo o en pareja sin hijos. Es decir, depende en del uso y de la situación de cada uno. Pero salvando estas particularidades, como paso lógico entre híbrido y eléctrico, es sin duda una buena elección.