Primer contacto con el Ineos Grenadier, un auténtico todoterreno ideado para llevar material y personas a los lugares más inhóspitos
El Ineos Grenadier tiene un aire familiar, reminiscencia del Land Rover Defender original. Pero las similitudes con uno de los todoterrenos más emblemáticos del mundo no van más allá de esa conocida silueta. El Grenadier es un coche completamente nuevo, desarrollado partiendo de una hoja en blanco por un nuevo fabricante de automóviles.
Un fabricante, Ineos, que intenta hacerse un hueco en una industria extremadamente competitiva y voraz en recursos financieros. Y lo hace con este primer coche que se sitúa en el otro extremo del tablero, huyendo de la movilidad eléctrica y otras startups que pretenden reinventar la rueda. El Ineos Grenadier está pensando para poder seguir avanzando bajo cualquier circunstancia.
Antes de poder probarlo, pudimos experimentar, como pasajero de un prototipo, sus posibilidades y cuan avanzado está el Grenadier en su desarrollo. Spoiler alert: no tiene nada que ver con un Defender.
En menos de un año, el Ineos Grenadier estará en venta. Al igual que el Mini original, cuya idea de base fue dibujada por Sir Alec Issigonis en una servilleta de papel de restaurante en 1956, la idea de este 4x4 puro se originó en 2015, en un pub del londinense barrio de Belgravia.
Tras unas cuantas pintas entre Sir Jim Ratcliffe, al frente del gigante petroquímico Ineos, y sus colegas lamentando el fin de la producción del Land Rover Defender, Ratcliffe decidió que haría su propio 4x4 puro y duro. ¿Su nombre? Grenadier, en honor al pub en el que estaban y en el que se decidió todo.
Un todoterreno puro y duro, con motores BMW
La base técnica del Grenadier es un clásico chasis de largueros y travesaños. Toda la fase de desarrollo y fabricación de los primeros prototipos es en realidad obra de Magna Steyr, bajo la supervisión de Ineos, por supuesto. Magna Steyr, fabrica actualmente en Austria los BMW Z4, Toyota GR Supra, Jaguar i-Pace y, por supuesto, el Mercedes Clase G, coche en el que participa en su desarrollo.
El Grenadier es un coche imponente, aunque en medio del campo no lo parezca. Mide 4,97 m de largo y más de 2 metros de alto, con una altura libre de 25 cm. Estéticamente, recuerda al Defender original, pero es suficientemente diferente como para que Ineos ganara la demanda que le había interpuesto Land Rover porque consideraba que se parecía demasiado al Defender.
Para la parte mecánica, Ineos ha hecho sus compras en BMW. Por una parte sale mucho más barato que desarrollar sus propios motores, y por otra parte, utiliza motores ya conocidos y con buena reputación. La gama se compondrá de tan solo dos motores, un gasolina y un diésel.
Estos serán los 6 cilindros en línea de 3.0 litros y sobrealimentados que equipaban el X5 de antigua generación. El gasolina desarrolla 285 CV y el diésel 249 CV. A medio plazo, Ineos está investigando la posibilidad de una versión eléctrica con pila de combustible de hidrógeno. Algo normal, por otra parte, para una empresa petroquímica.
Ambos irán asociados al mismo cambio automático ZF de ocho relaciones y tracción integral que en los X5. El Grenadier cuenta, además, con un bloqueo mecánico del diferencial central, tanto en marchas largas como cortas (reductoras) mecánico desarrollado por el especialista Tremec. Será mecánico y de activación manual, con su propia palanca.
Así aunque el cambio principal sea el automático ZF de 8 relaciones del BMW X5, queda una parte puramente mecánica que se podría arreglar en medio del bush australiano. Por cierto, el freno de mano, también es manual, a la antigua usanza.
Para las suspensiones, los equipos de Grenadier y Magna han optado por ejes rígidos, tanto delante como detrás, con muelles (Eibach) y amortiguadores (ZF) separados a las cuatro ruedas. Como siempre en este coche, la idea es que si falla un elemento pueda seguir su camino y sea más fácil de arreglar en el borde de cualquier pista.
La idea detrás del Grenadier es la de ofrecer un coche práctico que pueda funcionar en cualquier circunstancias y sobre cualquier terreno. Y eso implica poder arreglarlo en cualquier sitio y sin tener que depender en exceso de la electrónica.
Esa premisa también ha influenciado el diseño exterior. Por ejemplo, los faros redondos están su propio bloque, y por tanto son fáciles de sustituir por cualquier otro faro redondo si estamos en un pueblo perdido de África, por ejemplo. En los pueblos de la sabana o perdidos en la tundra, buscar el faro LED con la referencia exacta del coche X o Y sería ciencia ficción.
Lo mismo ocurre con los pilotos traseros, también redondos. Al final, cualquier piloto redondo podría servir de una forma u otra. Otro ejemplo, el parachoques está compuesto por tres elementos: una pieza central y dos extremos. Si se rompe una esquina, no hay que cambiar todo el parachoques.
A destacar que, al rededor de todo el coche, hay unas guías que permiten enganchar toda clase de accesorios, algunos diseñados por Ineos, y otros por fabricantes de material de camping, herramientas y demás. Es uno de los poquísimos coches en los que la función tiene prioridad sobre la forma. Y es algo que se ve también a bordo.
Un interior aeronáutico
Para el diseño del interior, el jefe de diseño de Ineos Automotive, Toby Ecuyer, buscó la inspiración en todas partes menos en la automoción. Tractores, helicópteros, barcos e incluso viejas radios fueron su fuente de inspiración principal. La parte superior del túnel central tiene un aire steam punk, mezcla de contemporáneo (la pantalla táctil de 12,3 pulgadas) y añejo (toda la base parece una vieja radio).
El resto del interior, es claramente de inspiración aeronáutica, con una serie de enormes botones físicos, cada uno prevista para una sola función, situados tanto en el túnel central como en el techo. Están ahí y de esa guisa para que sean fáciles de manejar con las manos frías y mojadas o con guantes. Además, son así también accesibles para el copiloto.
No hay un cuadro de instrumentos propiamente dicho, solo una mini ventana con el velocímetro y los testigos luminosos obligatorios. El resto de la información, no esencial para la conducción, está en la pantalla central.
Si bien la base del sistema es el iDrive de BMW, la interfaz es propia de Ineos. Incluso están la rueda de control y los botones adicionales, como en un cualquier BMW, pero con un diseño propio de BMW. Sólo el pomo de cambio automático de BMW traiciona el origen del sistema.
Por lo demás todo el interior está diseñado para ser resistente y fácil de limpiar. Y el suelo de goma puede limpiarse de un manguerazo, con tapones de drenaje para deshacerse del agua, a menos que se opte por las alfombrillas opcionales.
Por último, una curiosidad. El Grenadier incorpora dos tipos de klaxon. Uno, normal y corriente, y otro para ciclistas, que emite un sonido más bajo y menos agresivo, para no asustar a los ciclistas.
El espacio a bordo es bastante grande para cinco personas. Hay amplitud y espacio para las piernas de sobra. Las plazas traseras están más altas que los dos asientos delanteros, mejorando la visibilidad hacia delante para los pasajeros. Y, sí, el conductor tiene incluso espacio de sobra para su brazo izquierdo (o derecho, si el Grenadier tiene el volante a la derecha). Definitivamente, no es un Defender.
En marcha a bordo del Ineos Grenadier
La gente de Ineos Automotive nos dio una corta vuelta en una pista offroad que, sin ser extrema, ofrecía marcados cruces de puentes e importantes desniveles, así como unas secciones rápidas. En este prototipo, equipado con el 3.0 litros gasolina, el motor es silencioso y refinado al arrancar. Las aceleraciones no tienen nada que envidiar el X5 al que toma prestado su motor. Pero dos aspectos llaman poderosamente la atención.
La primera es que para ser un prototipo (ni siquiera es un coche de preserie), sorprende la ausencia casi total de grillos y vibraciones extrañas. No sabemos si los coches que saldrán de la factoría de Ineos tendrán la misma calidad de ensamblaje, pues el prototipo es obra de Magna Steyr. Y es que el Grenadier de serie saldrá de la factoría de Ineos, en Hambach (Francia).
La segunda, y esa es más prometedora de cara al coche de serie, es el excelente trabajo realizado en las suspensiones. El control de los movimientos de la carrocería es absolutamente genial. El Grenadier puede pasar sobre cualquier obstáculo o cresta sin que los pasajeros de las plazas traseras estén sacudidos como unas patatas en el remolque de un tractor.
Incluso tras un pequeño salto, no hay rebotes. Las ruedas tocan de nuevo el firme y el coche se asienta sin más movimientos verticales. Los muelles, más que los amortiguadores, del Ineos son muy progresivos. Y eso, en un coche que debe poder llevar una carga de 1.000 kg a bordo, es toda una proeza.
Los todoterrenos modernos y con sofisticadas suspensiones neumáticas adaptativas no logran ese control en situaciones offroad. El coche es muy eficaz, las suspensiones tienen mucho recorrido y al mismo tiempo controlan los movimientos de la carrocería.
Con las flotas en el punto de mira
Todavía es pronto para hablar de precios. Y si bien no le faltarán clientes particulares, al juzgar por el interés despertado, la principal clientela del Ineos Grenadier deberían ser profesionales. Como evidencia el hecho que el Grenadier puede llevar 1.000 kg de carga a bordo, 150 kg en el techo y tiene capacidad para tirar de un remolque frenado de hasta 3.500 kg.
Más adelante, además, llegará una versión pickup doble cabina, similar en su concepto al Defender 130 original, y una versión doble cabina sin carrocería sobre la base del chasis largo, donde el cliente adaptará la parte trasera a sus necesidades: camper, ambulancia, grúa, cisterna, transporte, etc.
Su clientela principal deberían ser todos los profesionales que necesitan vehículos todoterrenos, desde agencias forestales hasta las flotas de la ONU y ejércitos pasando por bomberos y toda clase de empresas de ingeniería civil.
De hecho, solo así, Ineos podría llegar a las 35.000 unidades al año que tiene previstas fabricar en la factoría francesa de Hambach, cerca de Alemania. Ineos compró esa factoría al grupo Daimler y seguirá fabricando los smart para Daimler y Geely hasta 2024.
Ineos Grenadier prototipo: nuestra valoración
La propuesta de Ineos es ideal para quien necesite una máquina capaz de llevar material y personas a los lugares más inhóspitos en las condiciones más difíciles. Estas primeras impresiones auguran que han logrado su propósito.
La dificultad que tendrá para hacerse un hueco o no dependerá de su precio final. Y es que los clientes profesionales miran mucho el precio. Lo que explica, por ejemplo, que el ejército francés haya optado por comprar unos 3.500 Ford Everest (versión cerrada del Ford Ranger) que serán adaptados en Francia como 4x4 de transporte táctico.
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