Hemos estado derrapando en una pista de esquí por la noche con los Audi más bestias, y es un aprendizaje que todos deberíamos hacer al menos una vez
Desde 1994, la escuela de conducción de Audi en España permite mejorar la destreza al volante sobre todo tipo de superficies. En invierno, los cursos Audi driving experience se imparten en plena nieve, tanto en Baqueira como en Sierra Nevada.
Ahora, los de Sierra Nevada van más allá y también se imparten de noche. Son los cursos Audi night winter experience y se imparten a casi 3.000 metros de altura en la misma pista donde la gente esquía de día.
Conducir sobre nieve no es fácil, aunque lo parezca
Se acercan las 17:00 de la tarde y nos montamos en el último telecabina que nos sube desde la urbanización de Pradollano, a unos 2.100 metros de altitud, hasta Borreguiles, una de las zonas más altas de Sierra Nevada. Hay nieve y hace un día espléndido, por lo que las pistas todavía están llenas de gente esquiando y haciendo snowboard; es su última bajada del día porque a las 17:00 se cierra la pista para ellos y comienza la acción para nosotros.
Me refiero al grupo de periodistas que subimos hasta Borreguiles sin ninguna intención de esquiar, o al menos de esquiar de forma convencional. Lo que vamos a hacer es un curso de conducción de Audi, en plena pista de esquí y de noche. El objetivo es entender un poco mejor cómo funciona la tracción total quattro y qué mejor forma de hacerlo que en pleno invierno, sobre la nieve y cuando ya no hay sol.
Ver la montaña iluminada por los faros de los coches añade un extra de espectacularidad a esta actividad. Además, en este momento del día hace más frío y la nieve está mucho más dura, incluso hay muchas zonas con hielo, por lo que el reto para la tracción quattro es todavía mayor.
Cuando el sol empieza a ponerse, los monitores de la escuela de conducción de Audi comienzan a montar la “pista” donde vamos a conducir. Es, literalmente, en una de las pistas por donde se tiraban los esquiadores unos minutos antes. El equipo de Audi pone algunos conos y banderas iluminadas que más tarde nos indicarán por dónde pasar.
Mientras, los alumnos nos resguardamos en una caseta para asistir a un pequeño briefing técnico donde uno de los monitores nos explica lo que vamos a hacer y nos da algunas explicaciones sobre cómo conducir en condiciones de baja adherencia. Es la teoría, luego hay que llevarla a la práctica.
Normalmente, los que vienen a este curso de conducción no son periodistas, sino clientes de Audi y, en general, cualquier persona que quiera realizar el curso. El precio para los clientes es de 420 euros, mientras que los no clientes pagan 460 euros. La experiencia incluye dos forfaits para esquiar en la estación de Sierra Nevada, la cesión de un equipo de esquí Salomon durante una jornada y una cena en un hotel de la zona.
Estos cursos se imparten todos los viernes de enero y febrero. También hay un curso Audi winter driving experiencia de día en el mismo lugar; su precio es de 315 euros para los clientes y de 355 euros para los no clientes. Incluye lo mismo que el nocturno, pero cambiando la cena por una comida. Además, Audi España ofrece cursos de conducción sobre nieve y hielo en Baqueira Beret y en Finlandia.
En este último caso, se trata de la Audi Ice experience, un viaje de cuatro días de duración que tendrá lugar entre el 8 y el 11 de marzo a 200 kilómetros del Círculo Polar Ártico. Toda la información se puede consultar en la página web de Audi.
Aprende a acelerar, pero también a frenar y a derrapar
Sin duda, el paisaje y la experiencia en Finlandia tienen que ser espectaculares, pero Sierra Nevada no se queda atrás. Cuando llega el momento de salir de la caseta después del briefing nos espera una pequeña flota de Audi. Por supuesto, todos están equipados con el sistema de tracción total quattro y también con neumáticos de invierno firmados por Bridgestone.
Podemos elegir entre Audi RS e-tron GT quattro de 646 CV (y, ojo, un par de 830 Nm sobre la nieve), Audi Q4 e-tron 55 quattro de 299 CV, Audi S3 Sportback de 310 CV, Audi RS 3 Sportback de 400 CV, Audi RS 3 Sportback de 400 CV y Audi TT RS de 400 CV.
Empieza a hacer más frío, pero no por mucho tiempo. En cada coche hay un monitor que nos explica desde el asiento del copiloto todo lo que debemos hacer. Elijo un Audi e-tron quattro y el monitor que me acompaña me explica la primera prueba. Solo hay que acelerar y frenar dentro de un cajón formado por conos.
Parece fácil. Lo es, pero solo la primera pasada, que se hace acelerando hasta 30 km/h. Eso se tradujo en un exceso de confianza en la segunda pasada, que se hace acelerando hasta 50 km/h, y el resultado fue frenar fuera de la caja delimitada por los conos. La tercera pasada se hace a “velocidad libre” y para entonces ya estamos un poco más familiarizados con el coche y las reacciones en estas condiciones.
Este ejercicio sirve para ir tomando contacto con el coche y la superficie, que no tiene nada que ver con el asfalto (obviamente). Ya en la segunda pasada queda claro que en nieve también hay que frenar para reducir velocidad, exactamente igual que en asfalto, pero siempre teniendo en cuenta que las distancias no son iguales y que el coche va a necesitar más metros para detenerse por completo.
Cuanto más rápido vayamos, más larga será la distancia de frenado. Los neumáticos de invierno funcionan francamente bien sobre nieve, pero no hacen magia.
El segundo ejercicio de la noche es un slalom. Primero se hace con los controles desactivados (control de tracción, de estabilidad, etc.) y luego sin ayudas. A diferencia de la primera prueba, ya hay que utilizar la dirección y, una vez más, parece fácil, pero no lo es.
Con controles, el coche y la tracción quattro trabajan constantemente para llevarnos por el sitio, pero no hay que pasarse ni con el gas ni con la dirección. Sin controles, la tracción quattro sigue trabajando sin descanso, pero nosotros tenemos que esforzarnos mucho más para pasar entre las banderas y no perder el control.
Los monitores nos recuerdan en todo momento que hay que frenar para disminuir la velocidad y que el coche no pierda adherencia. Si vamos más rápido de la cuenta, la adherencia desaparece y perdemos el control. También hay que mirar al sitio al que queremos ir y esto es crucial: el coche va al sitio donde estemos mirando.
Dar gas ayuda a girar y en ningún momento hay que abusar de la dirección porque es facilísimo perder la trasera en cuanto metemos más volante de la cuenta, los pesos se transfieren muy rápido de un lado a otro.
Hay que ser suave y acompañar a la dirección a base de gas y derrapaje, también utilizando el pie derecho de forma muy suave, especialmente en un coche eléctrico como el Audi e-tron GT porque la respuesta a las órdenes del pie derecho es instantánea y muy contundente.
Hacer varias veces el slalom sirve para ganar confianza y, poco a poco, vamos aprendiendo a conducir sobre nieve. En ese momento, el sol ya ha desaparecido por completo y es totalmente de noche en Borreguiles. También hace bastante más frío que en el momento de comenzar la actividad y cada vez hay más hielo y nieve dura en la pista.
El tercer ejercicio es un circuito en el que las banderas iluminadas nos indican por dónde pasar. Las de color azul se dejan a la derecha y las de color rojo a la izquierda. La pista es mucho más grande que la del slalom y se va mucho más rápido, tanto en subida como en bajada. Tampoco es fácil, sobre todo al principio, pero es tremendamente divertido, lo más parecido a esquiar al volante de un coche.
Esta vez elegimos el mismo Audi e-tron GT que antes, pero también completamos el recorrido en un Audi S3 Sportback y en un Audi RS 3 Sportback. Todos tienen tracción quattro, pero hay muchas diferencias entre unos y otros; con los gasolina me resultó más sencillo que con el eléctrico, pienso que por ser más ligeros, pero también ayudó el hecho de ir haciendo manos y “pillar el tranquillo” a la nieve.
Eso también explica que con el Audi RS 3 disfrutase todavía más. Con el punto cogido, la tracción quattro y los 400 CV del maravilloso motor 2.5 turbo de cinco cilindros, el nivel de diversión fue sencillamente brutal.
Me hubiera quedado toda la noche subiendo y bajando la montaña. También tengo que reconocer que al principio no me creía que fuésemos a subir por semejantes pendientes, pero el cóctel de muchos CV, tracción quattro y neumáticos de invierno me demostró lo contrario.
Sí, no es tan fácil como conducir los mismos coches en un circuito de asfalto, pero se aprende muchísimo y a base de práctica acabamos conduciendo sobre nieve bastante mejor que al principio de la noche. Es un curso de conducción altamente recomendable para cualquiera, pero especialmente para aquellas personas que conduzcan a menudo por lugares donde suela nevar, sean clientes de Audi o no.
En el caso de los clientes de Audi, también sirve para entender el funcionamiento de la tracción quattro y su razón de ser. Utilizando este sistema sobre la nieve se llega rápidamente a la conclusión de que no hace milagros, pero casi. Realmente impresiona cómo trabaja este sistema y, como suele decirse, hay que verlo para creerlo. También es justo reconocer el enorme mérito que tienen los neumáticos de invierno.
