Según los datos del Balance de Criminalidad de 2022 publicado por el Ministerio del Interior, el año pasado se registraron 30.982 sustracciones de vehículos. Los robos de coches, furgonetas, motos y camiones están a la orden del día y cada vez afectan más a otros vehículos, como los patinetes eléctricos y las bicicletas.
Aunque toda precaución es poca para evitar que los ladrones hagan su trabajo, hay sistemas que sirve para hacerles la vida más difícil, desde los clásicos antirrobo de volante hasta un cortacorientes.
En caso de que los cacos lleguen a robar un vehículo, solo queda la esperanza de recuperarlo, a ser posible de una pieza, y ahí es donde entran en juego los localizadores GPS.
Hemos probado uno de la compañía PAJ GPS para comprobar cómo se instala en el coche, cómo funciona, cuáles son funciones y cómo de útil puede llegar a ser en el día a día.
Un localizador GPS no solo sirve para localizar el coche en caso de robo
Los localizadores GPS sirven para rastrear la posición de un vehículo robado y facilitar la labor a la policía para encontrarlo y recuperarlo, pero no es su única función, como te contamos cuando probamos el más vendido en Amazon.
Ahora hemos probado durante meses otro localizador GPS, esta vez uno con conexión 4G que se conecta a la batería del coche para no tener que estar pendiente de cargarlo cada cierto tiempo.
Se trata del Vehicle Finder 4G 2.0 - international de la compañía alemana PAJ GPS. En su catálogo hay localizadores que cuentan con una batería y no necesitan conectarse a ningún sitio para funcionar. Lo más avanzados ofrecen hasta 90 días de autonomía, pero este directamente se alimenta a través de una batería de coche, así que es una cosa menos de la que preocuparse.
Instalarlo es muy sencillo, en parte porque es más pequeño y ligero que la mayoría de smartphones. Pesa 80 gramos (un iPhone 14 pesa 173 gramos) y mide 94 mm de alto, 50 mm ancho y 19 mm de grosor. Está fabricado en plástico duro, lleva un asa por la que se puede pasar una brida, el logotipo de PAJ GPS y dos pequeñas luces LED que sirven para confirmar que tiene conexión GPS y conexión 4G.
De su parte inferior sale un cable con una longitud de 1,50 metros que sirve para conectarlo directamente al positivo y al negativo de una batería de 9-75 V. En mi caso, encajó perfectamente sobre la propia batería del coche y pude ocultarlo bajo el protector de plástico que lleva la batería, de manera que al abrir el capó no se ve absolutamente nada, ni siquiera el cable.
Al tener un cable de 1,50 metros de largo podría haberlo instalado en otra parte, pero esta opción me pareció la más sencilla y eficaz. Desde que lo instalé hace meses no he vuelto a tocarlo y solo tendré que hacerlo cuando cambie la batería del coche porque tampoco hay que manipular el dispositivo para nada, la tarjeta SIM ya viene instalada en su interior.
En lo que respecta al consumo de batería, PAJ avisa de que no debería pasar nada si se utiliza el coche de forma normal. En mi caso, hago muy pocos kilómetros con él y hay veces que está aparcado varias semanas sin moverse. De momento, no he tenido ningún problema en este sentido, ni siquiera dejando el coche aparcado durante más de un mes.
Como cuenta con un grado de protección IP67, tiene resistencia total al polvo y puede sumergirse en agua hasta un máximo de un metro, de manera que es impermeable y está preparado para instalarse en el exterior, algo especialmente útil en una moto, un barco o un ATV.
Poner en marcha el dispositivo también es muy fácil. Cuando se conecta a la batería se enciende automáticamente y el siguiente paso es activarlo en línea para asociarlo a una cuenta de usuario y comenzar a utilizarlo. Este paso puede hacerse a través de la página web de PAJ o de su app, que está disponible en iOS y Android.
Cada localizador tiene su número de identificación (se encuentra en la parte trasera dispositivo) y con ese número se puede comprar la licencia que permite utilizarlo al usuario. PAJ ofrece tres tipos de suscripción, todas ellas con las mismas funciones, pero con diferentes precios que varían en función de la duración de la suscripción.
Esta suscripción se paga aparte del localizador al activarse y sin ella no se puede utilizar porque el usuario no tiene acceso a las funciones que ofrece la app o la web de PAJ. La suscripción básica es de un mes y cuesta 6,99 euros, la suscripción de un año cuesta 59,88 euros al año (4,99 euros al mes) y la suscripción de dos años tiene un precio de 99,99 euros (4,17 euros al mes).
En todos los casos incluye seguimiento en vivo del localizador y memoria de las rutas durante 365 días, así como el acceso a todas las funciones que ofrece la app. También incluye la conectividad, que tiene cobertura internacional en más de 100 países.
Si viajas no hay problema, tiene cobertura en (casi) todo el mundo
Hay zonas del mundo en las que no tiene cobertura (muy pocas, según el mapa de PAJ) y países en los que solo tiene cobertura 2G, pero en Europa siempre tiene 4G. Por lo tanto, se puede viajar y utilizar el localizador a nivel internacional sin ningún problema y sin cargos adicionales.
¿Qué se puede hacer con este localizador? Pues bien, la función básica es la de localizar el coche, por supuesto, en caso de robo, pero también siempre que el usuario quiera rastrear el vehículo, por el motivo que sea.
Es útil, por ejemplo, para saber dónde se ha aparcado el vehículo o en el caso de aquellos padres que le dejen el coche a su hijo, para saber dónde está en todo momento porque la localización es en directo.
A lo largo de los meses que lo he utilizado en mi coche no he tenido problemas de cobertura en ningún sitio y la precisión a la hora de localizarlo ha sido buena, incluso cuando estaba aparcado dentro del garaje o en un aparcamiento subterráneo. Los mapas que utiliza PAJ también son muy completos, aunque no llegan al grado de detalle de Google Maps.
No he circulado por zonas sin cobertura para el teléfono móvil, pero es probable que en esas circunstancias tampoco tenga cobertura el localizador, aunque al utilizar redes 2G y 4G no debería tener muchos incovenientes en este sentido.
Más allá de lo localización en directo, se pueden consultar todos los trayectos realizados en los últimos 365 días. Desde la app es muy sencillo filtrar por fechas y la información sobre el recorrido no solo incluye el mapa de la ruta, sino la dirección en la que se ha movido el vehículo, la fecha y hora exacta a la que ha pasado por determinado punto, las coordenadas de ese punto, la velocidad a la que circulaba y la altitud.
También se puede ver la longitud total de una ruta recorrida entre unas fechas o unas horas determinadas, así como exportar las rutas desde la app en varios formatos, como excel y pdf.
Otra posibilidad es la de las alertas de geovalla. Se puede definir una zona específica y la app manda un aviso cuando el coche entra o sale de esa zona. De la misma forma que el resto de alertas, es muy fácil de configurar a través de la app.
Cuando el coche se aparca, se puede consultar desde cuándo está en esa posición (fecha y hora del último movimiento), si el localizador está conectado a la batería y si la tensión es correcta.
Cada usuario puede configurar una serie de alertas en su app, entre las que se incluye la de “choque”. El localizador cuenta con sensores de movimiento y puede mandar alertas cuando tiembla o vibra, por ejemplo, si nuestro coche está aparcado y otro lo golpea al aparcar.
El problema de esta función es que es demasiado sensible y en mi caso me manda alertas cuando cierran las puertas del coche que aparca junto al mío en el garaje. Las alertas pueden ser de tipo push (en el móvil) o por correo y al recibir la primera de ellas y ver que el coche no se había movido pensé que le habían dado un golpe mientras estaba en el garaje, pero comprobé que no.
A lo largo de los siguientes días recibí otras tantas mientras el coche estaba aparcado en el garaje y acabé entendiendo que el sensor de movimiento tiene demasiada sensibilidad. Me he acabado acostumbrando a recibir este tipo de alertas de vez en cuando.
Lo bueno de esta función y de que sea tan sensible es que vas a recibir una alerta en cuanto alguien roce tu coche, ya sea para robarlo o para robar alguna de sus piezas, como el volante, los asientos o el catalizador.
Otra de las alertas que se puede activar es la de energía. Si el localizador se desconecta de la fuente de alimentación externa (la batería) recibiría automáticamente una alerta. Si esto sucede, el dispositivo cuenta con una batería interna que está diseñada para emergencias y dura aproximadamente un día.
Puedes configurar alertas para que la app te mande avisos por diferentes motivos
Otra de las alarmas que se pueden activar avisa si el motor del coche se enciende o se detiene. Y también hay una alerta de tensión que avisa en caso de que el dispositivo tenga un voltaje inferior al valor especificado.
Además, hay una alerta de velocidad que viene bien para comprobar si una persona o un vehículo conduce demasiado rápido. Hay que establecer una velocidad limite y cuando se supera se recibe esta alerta.
La velocidad mínima es de 10 km/h y, en caso de recibir una alerta de este topo, se reiniciará automáticamente 10 minutos después de recibirla, de tal manera que si vuelve a superarse la velocidad recibiremos otra alerta.
Una vez más, esta última función puede ser útil para que los padres que le dejan el coche a sus hijos comprueben si circulan demasiado rápido. Por supuesto, puede tener la misma utilidad en vehículos de empresa que utilicen uno o distintos conductores.
Por último, hay que hablar del precio. Los GPS de PAJ se pueden comprar a través de su página web o en la tienda de PAJ de Amazon. Cuestan lo mismo en los dos casos. La gama de productos es bastante amplia y, además de los localizadores para coches y vehículos, hay modelos para niños y personas mayores, para perros o para bicicletas.
Dentro de la gama para vehículos, hay localizadores con batería interna (hasta 40 días de monitorización y 90 días en stand-by) que no requieren instalación. Y luego están los rastreadores por cable y OBD. El de la prueba es por cable porque va conectado a la batería, pero no se conecta al puerto OBD del coche. Se llama Vehicle Finder 4G 2.0.
Cuesta 99,99 euros (incluido el IVA) y a ese precio hay que añadir la suscripción mencionada: mensual por 6,99 euros al mes, anual por 4,99 euros al mes o bienal por 4,17 euros al mes.
El envío está incluido en el precio y en mi caso tardó tres días en llegar. Suscribiéndote a la newsletter de PAJ puedes conseguir un 5% de descuento y en la tienda de Amazon también hay disponible un cupón del 5% de descuento.
PAJ GPS Motorcycle Finder (Versión 4G)- conexión Directa a batería Externa- Localizador GPS para Coche, Moto, quads y más vehículos- Rastreador GPS en Tiempo Real- Marca Alemana
Si comparamos los precios con los del Invoxia GPS Tracker, uno de los localizadores más populares del mercado, la suscripción de PAJ GPS es más cara porque los tres primeros años de suscripción con el Invoxia son gratuitos y renovarla a partir de ese momento cuesta desde 24,95 al año. Por otro lado, el localizador GPS de PAJ que hemos probado cuesta 99,99 euros, mientras que el Invoxia cuesta 129,99 euros.
El dispositivo Vehicle Finder 4G 2.0 - international para esta prueba ha sido cedido por PAJ GPS. Para más información consulta nuestra guía de relaciones con empresas.