¡De cine! Probamos el Ford Mustang Bullitt, 464 CV salvajes en homenaje a Steve McQueen
La persecución de coches más famosa de la historia del cine posiblemente sea la de Bullitt. En esa película de culto, Steve McQueen persigue a dos sicarios por las calles de San Francisco al volante de un precioso Ford Mustang. Este que hoy hemos probado, es la recreación moderna de ese icono del cine y, posiblemente, el mejor Ford Mustang que puedas comprar hoy en día.
Porque las ediciones especiales hechas con cariño y acierto, como este Mustang Bullitt, son dignas de tener en todo garaje que se precie. El Ford Mustang Bullitt 2019 no es el primer Mustang Bullitt de la historia. Hubo dos antes, uno en 2001 y otro en 2008, pero sí es el primero que se comercializa oficialmente en Europa.
La elegancia hecha Mustang
Tomando como base un Ford Mustang GT, el Bullitt luce algunos elementos que lo hacen muy, muy especial. Lo primero que destaca es el color de la carrocería. En el caso de la unidad de pruebas es el color Dark Highland Green, el mismo que utilizaba el Mustang original de la película, aunque también está disponible en negro shadow.
Es sin duda ese color el que le da el aspecto sobrio, elegante y rotundo sobre el asfalto a un coche, el Mustang, que en otras versiones luce colores chillones y llamativos para emular el colorido de los Mustang que se acostumbran a ver por las calles de Estados Unidos.
El verde oscuro cambia mucho su tonalidad en función de cómo le incida la luz, tanto que en ocasiones se puede llegar a equivocar con el negro, como nos ocurrió durante la sesión de fotos. Por lo demás, los detalles y la supresión de algunos elementos son los que marcan con acierto las diferencias en Bullitt.
La parrilla delantera ha perdido el logotipo del famoso caballo que lucen los otros Mustang, y en su lugar está completamente limpia luciendo un rotundo color negro solo remarcada por un perfil exterior cromado. Es sin duda uno de los frontales más agresivos del mundo, uno de esos que no te gustaría descubrir persiguiéndote al mirar por el espejo retrovisor en una carretera aislada y oscura.
La tapa del capó, grande y con mucha curvatura hacia abajo en su parte delantera, cuenta con dos tomas de aire relativamente grandes que marcan el inicio de dos nervios que la recorren transversalmente.
En la vista lateral, la silueta del Mustang enamora la veas por donde la veas. Las llantas son de 19 pulgadas, específicas para esta versión con diseño de cinco radios en color negro y con perfil exterior cromado. Parecen incluso pequeñas cuando en realidad no lo son, en parte por el color negro y también por el tamaño de los pasos de rueda.
Y si el frontal es sin duda el elemento más llamativo y característico, la zaga bajo mi punto de vista es para fotografiar con alta calidad, enmarcarla y ponerla en el salón de tu casa en un cuadro bien grande. ¿Por qué? Pues por varios motivos.
Lo primero que me gusta es su forma, ligeramente inclinada y marcada por el color negro que predomina en toda la superficie. En el centro está el logo Bullitt con su diana, un detalle que marca las diferencias respecto a otras versiones del Mustang.
En los extremos, las luces LED con contorno blanco y diseño vertical, son muy acertadas y especialmente de noche, lucen espectaculares. Por último, esta versión cuenta con cuatro salidas de escape de gigantesco diámetro, dispuestas dos a cada lado.
Un interior con todo y un pomo de color blanco
Si el exterior del Mustang Bullit es de las obras más sublimes que he visto en los últimos tiempos, el interior no desmerece en absoluto. Nos da la bienvenida una moldura con la palabra Bullitt en el umbral de la puerta y se abre ante nosotros un habitáculo con capacidad para 2+2 ocupantes, en el que lógicamente gozarán de mayor comodidad los de las plazas delanteras.
Destaca el panel de instrumentos, completamente digital y con múltiples opciones de configuración dependiendo de nuestros gustos, del estilo de conducción que vayamos a hacer o del estado de ánimo de ese día.
La calidad de los materiales empleados es muy alta, con piel de buen aspecto y tacto forrando asientos y salpicadero en la que los bordados son con hilo de color verde, a juego con el tono exterior.
El volante multifunción tiene un aspecto realmente increíble, y también luce el logotipo Bullitt con la diana en el centro del eje. En el lado derecho del salpicadero, sobre la guantera, una placa con la palabra Bullitt recordará al copiloto que está en un coche de película numerado.
Y por lo demás, el Mustang Bullitt destaca por tener absolutamente de todo. Los asientos calefactados y ventilados con regulación eléctrica, el volante con calefacción, el equipazo de música Bang&Olufsen con 1.000 Watios de potencia. Difícil que eches en falta algo en este coche.
Pero tal vez el punto que mejor rinde homenaje a la película de 1968, sea el pomo de la palaca de cambios. Este coche lleva caja de cambios manual de seis velocidades, y la palanca selectora luce un pomo de color blanco marfil que, además de tener un tacto preciso y exquisito, también le da un aspecto único y especial al interior.
Sonrisa tras sonrisa
El Mustang Bullitt es uno de esos coches que, si bien gusta contemplarlo en parado, por la elegancia y genialidad de su porte, te lleva a otra dimensión cuando lo pones en marcha pulsando el botón situado en el habitáculo, justo al lado de los mandos selectores de los modos de conducción y de la dureza de la dirección.
Cuando el motor comienza a girar, el sonido que emite a través de los escapes el brutal bloque 5.0 litros V8 'Coyote' es sencillamente descomunal. Un bramido de esos que estremece a quien está dentro y a cualquiera que se encuentre en unos 50 metros a la redonda, un sonido de motor de verdad, sin tonterías como hibridación o downsizing.
Eso sí, si no quieres despertar a todo el vecindario cada mañana, también puedes elegir un nuevo modo en el que los escapes apenas emiten ruido. Te aseguro que estarás deseando desactivarlo a la primera de cambio.
Arrancar engranando primera y haciendo funcionar al embrague en un coche con un motor atmosférico de 464 CV y 529 Nm de par como este, es una maniobra que inevitablemente te trasladará al pasado. Hoy en día apenas quedan V8 atmosféricos, y mucho menos que se combinen con una caja de cambios manual. No lo entiendo, porque es una pareja sencillamente perfecta.
Disfrutando del gorgoteo constante del motor V8, los primeros kilómetros los hicimos por ciudad. En ese entorno urbano, hay dos cosas que destacan por encima de cualquier otra. La primera es lo fácil que se conduce, gracias a una perfecta puesta a punto y a una suavidad de todos los mandos que lo hacen único.
El motor cuenta con muchísimo par, por lo que no es necesario jugar más de la cuenta con el cambio para encontrar respuesta cuando se la pedimos. Puedes circular en cuarta a 50 km/h simplemente regocijándote del resto de coches que te rodean en un día normal de tráfico por el centro de Madrid. Ninguno, o casi ninguno, podrá mirarte por encima del hombro.
Además cuenta con el sistema Rev-Matching desconectable que, automáticamente hace el punta tacón, haciendo que las transiciones entre una marcha y otra sean perfectas y de paso, regalándote unos zumbidos V8 espectaculares cada vez que subes o bajas una marcha.
Los consumos en ámbito urbano, lógicamente son altos, pero no tanto como cabría esperar. En un día de atasco por los alrededores de Madrid central puedes hacer unos 17 l/100 km. ¿Y a quién le importa eso cuando vas en un Mustang Bullitt?
Una trasera asentada o juguetona
Conducir el Mustang Bullitt es toda una experiencia para los sentidos. Es uno de esos coches que invita a huír de la ciudad, sin rumbo, como si estuvésemos en una de esas rectilíneas interestatales americanas.
Aprovechar cada una de las marchas estirando las revoluciones, manteniendo la calma a bajas revoluciones simplemente esperando la explosión que se produce realmente a partir de las 5.000 RPM, es algo único.
Si bien el motor se siente lleno desde abajo, al pasar de ese umbral de 5.000 RPM el carácter se va ganando genio, contundencia y ofrece una patada increíble mientras te acompaña el gorgoteo del V8 en estado puro en cuanto se abre la válvula de escape en altas, que hace que quieras olvidar que estamos en la era de los motores turbo, y que esto tiende a desaparecer.
Lo mejor es que lo hace hasta muy arriba, ya que corta a casi 9.000 RPM, momento en el que además de encontrarte en el éxtasis y acompañado por el destello de luces parpadeantes en color rojo en el cuadro de mandos para indicarte que subas una marcha, estarás posiblemente muy por encima de los límites de velocidad establecidos en cualquier vía.
La variedad de la geografía española es muy grande, pero no somos un país de rectas kilométricas como las que encontramos en Estados Unidos. Por eso, inevitablemente la ruta, tarde o temprano, tiende a retorcerse.
Y cuando eso ocurre me doy cuenta de que había prejuzgado injustamente al Bullitt en estas circunstancias. Caí en el tópico de que, como buen americano sería un coche válido únicamente para correr en rectas, y tal vez por eso me sorprendieron especialmente en positivo las buenas formas de este coche en curvas.
El tacto de la dirección es muy preciso, y esa dureza general que transmite, se convierte también en un punto a favor a la hora de marcar la trazada con el volante. El nivel de adherencia del eje delantero es realmente bueno, y no hay tendencia al subviraje como cabría esperar.
Gira muy plano gracias a las suspensiones adaptativas Magneride que lo hacen muy efectivo en curvas y al mismo tiempo permiten mantener un alto nivel de confort en otras circunstancias.
Y lo mejor es que cuando la curva se acaba y toca dar gas buscando la siguiente, el nivel de tracción que ofrece es realmente alto, mucho más alto de lo que esperaba. Bullitt ofrece una capacidad de tracción muy buena cuando llevas todos los controles activados, permitiendo aprovechar todo el potencial del motor.
Pero si queremos, también podemos pulsar el mando MyMode y activar el modo circuito en el que los controles son menos intrusivos y permiten jugar con pequeñas derrapadas de la trasera, muy controlables a base de gas, progresividad y dirección, convirtiendo a Bullitt en un arma más adictiva si cabe de lo que venía siendo hasta ahora.
Todo esto, con un conjunto sorprendentemente ágil y eficaz en conducción deportiva por un puerto de montaña, capaz de mantenerle el tipo a muchos deportivos europeos a los que además callará con el bramido del V8 cada vez que se acerca a la línea roja.
El equipo de frenos lo firma Brembo, y está compuesto por discos ventilados de 380 mm delante y 330 mm detrás, los cuales tienen muy buen tacto y, según lo que pudimos comprobar nosotros mismos, no adolecen de fatiga tras un uso intensivo exigiéndole parar los 1.800 kilos de peso del conjunto.
Ford Mustang: nuestra puntuación
.5
A favor
- Relación calidad/precio
- Equipamiento completo
- Diseño único
- Sonido de motor
En contra
- Consumos elevados
- Restricciones medioambientales
- Capacidad del depósito justa
- Consumos en deporitva
Hacia mucho tiempo que un coche no me transmitía unas sensaciones tan puras como las que me ha transmitido el Ford Mustang Bullitt. Además de ser un coche con un diseño bajo mi punto de vista muy acertado, con claros rasgos heredados del de la famosa película que le da nombre, también tiene un equipamiento muy completo y un comportamiento dinámico realmente bueno.
El Ford Mustang Bullitt me ha dejado completamente enamorado, y es uno de esos coches que, si pudiese, ocuparía una plaza en mi garaje. Elegante, deportivo, auténtico, el Ford Mustang Bullitt ofrece por 55.550 euros mucho más de lo que cualquier otro coche de precio similar puede ofrecer. Y lo hace rindiendo un merecido homenaje a Steve McQueen 50 años después de Bullitt. Buen trabajo, Ford.
Ficha técnica
Versión probada | Bullitt | |||
Cilindrada | 5.038 cm³ | Tipo de tracción | Trasera | |
Bloque motor | 5.0 V8 atmosférico | Combustible | Gasolina | |
Potencia (CV @ rpm) | 465 @ 7250 | Capacidad del depósito | 60 litros | |
Par motor (Nm @ rpm) | 529 @4600 | Consumo urbano | 16,5 l/100 km | |
Masa en vacío | .1815 kg | Consumo extraurbano | 8,8 l/100 km | |
Velocidad máxima | 264 km/h | Consumo combinado | 12,4 l/100 km | |
Aceleración 0-100 km/h | 4,6 segundos | Capacidad maletero | 405 litros | |
Transmisión | Manual de 6 velocidades | Precio | 55.550 euros |
El coche para esta prueba ha sido prestado por Ford España. Para más información consulta nuestra guía de relaciones con empresas
Fotografía | Pablo Hansa y Álex Varo