Hace escasas horas nos hemos puesto al volante del Ford EcoSport, aunque quedan meses para que lleguen las primeras unidades, que por cierto, se reservaron vía Facebook. Es un nuevo contendiente en el segmento B-SUV, pero no pretende dar guerra en cuanto a volumen. Me explico.
La política de la marca es que el recién llegado no quite ventas a ningún otro Ford, en otras palabras, no compite por un precio bajo, ni por vender mucho frente a sus rivales. Llegará por 17.500 euros, sea gasolina (125 CV) o Diesel (90 CV). Solo se podrá elegir el color de la carrocería, el único equipamiento va cerrado de fábrica.
Aunque es originario de Sudamérica, los europeos van a venir desde Chennai (India). Como hay unidades limitadas, lo más rentable es ponerle un precio algo elevado, compensado con el equipamiento, pero no muy diferente a lo que se estila con Captur, Mokka, 2008 o Juke. Vamos, será una opción algo pija.
Un casi-todoterreno
Ford nos ha confirmado que la tracción total existe, pero no para el mercado europeo. Son conscientes de que la mayoría del mercado B-SUV es de tracción delantera (>90%) y que sus pintas de todoterreno son fundamentalmente para aparentar. Quién lo diría, aparentar con un coche originario de Mercosur...
Si nos fijamos en sus ángulos, son muy de 4x4: 21º frontales, 25º ventrales y 35º de salida. Sus 200 mm de altura libre son mejores que en muchos SUV 4x4 y los 550 mm de profundidad de vadeo, muy notorios. La rueda de repuesto en el portón facilita ese gran ángulo de salida sin comprometer el espacio en el maletero.
En otras palabras, si a Ford le hubiese dado la gana, podríam haber hecho un pequeño 4x4, bastaba la tracción total, una buena calibración del ESP y una primera corta. El concepto del Suzuki Samurai, un 4x4 de verdad, está algo pasado de moda ya. Ni a Suzuki le funciona ya, lo que vende es el SUV.
Impresiones preliminares del interior
Las fotos que veréis en la galería pertenecen a una unidad pre-serie que no tiene el interior definitivo para Europa. Por lo tanto, no puedo protestar por que todos los plásticos sean duros, porque puede que traiga algún que otro acolchado. Pero sí hay cosas que os puedo contar.
Las plazas traseras me sorprendieron gratamente por su versatilidad, se puede inclinar el respaldo y acomodar bien a pasajeros altos. Además, contrario a lo que pueda parecer, la plaza central trasera no es inútil, puedo ponerme el cinturón sin clavarme los anclajes, y el reposacabezas se extiende tanto como los laterales. ¡HURRA!
Ir cómodo en esa plaza depende más de la anchura de los pasajeros que vayan a nuesto lado. Sitio para las piernas hay, y altura para la cabeza también. Esta carrocería tiene sus ventajas, he de admitirlo. El maletero tiene su aquel, es más grande de lo que pueda parecer. Eso sí, abrir el portón requiere espacio, se abate hacia la izquierda.
He podido ver el coche abierto como una lata de conservas, debajo del piso del maletero no cabe nada, va el silencioso del escape y un poco por debajo la suspensión trasera de barra de torsión. No hay doble fondo. La rueda de repuesto está bien donde está, por eso hay 375 litros.
La tapa superior del maletero es una cortina enrollable. Si se retira, bien puede ir un perro en el espacio trasero, y no cualquier chucho sino algo grande. Los asientos se pueden abatir de forma asimética y lograr así un espacio de carga considerable. Para Ford, el cliente típico de EcoSport no tiene hijos. ¿Acertarán?
Como ya vimos anteriormente, tiene cuatro estrellas EuroNCAP, y es el único del segmento con airbag de rodilla (esto no es ni bueno ni malo en principio). Las sillitas infantiles se pueden asegurar con el sistema ISOFIX y tiene muy buena puntuación infantil como para pasarla por alto. Dicho queda.
Equipamiento del EcoSport _Titanium_
En España hay acabado único y es muy completo. Contamos con luces diurnas LED, llantas de 17", climatizador automático, SYNC con _AppLink_, BlueTooth, acceso sin llave, ordenador de a bordo, sensor de luces y lluvia, asistente de aparcamiento trasero, conexión USB y auxiliar...
El sistema SYNC tendrá aplicaciones dedicadas, que aprovecharán la conexión a Internet del teléfono móvil, para poder manipularse todo desde la interfaz del coche y con comandos de voz. Hemos podido ver un prototipo con Spotify y Audioteka (sí, lee libros mientras conducimos). Está un poco _beta_ todavía.
Ojo, que también tendrá asientos tapizados en piel, volante y pomo del cambio en cuero, guantera refrigerada con capacidad para seis latas, retrovisor interior electrocrómico, control de velocidad de crucero, radio-CD MP3 con seis altavoces... pero el Ford MyKey se lo han dejado por el camino.
Conduciendo el Ford EcoSport
Hemos podido probar las dos motorizaciones, EcoBoost (gasolina) y TDCi(Diesel). Los dos motores cuestan lo mismo, así que sin hacer ningún movimiento, está claro que el Diesel sale más económico desde el primer depósito. No creo que vendan muchos gasolina, la única ventaja clara es que tiene mejores prestaciones.
El EcoSport no tiene tacto de coche barato. Tiene una buena calidad de rodadura, y si me dicen que está fabricado en Europa, me lo creo. La conducción se asemeja mucho a la del Fiesta, de hecho, no se nota tanto la altura de la carrocería como pensaba. Un poco sensible al viento lateral, pero es normal.
Los motores no son ruidosos, pero claramente el tres cilindros gasolina mete más ruido y más vibraciones que el Diesel. Has leído bien. El Diesel se nota menos en el habitáculo. De hecho, con el EcoBoost, saliendo en primera, vibra el volante, con el Diesel no. La palanca de cambios no se menea nada, es un detalle de calidad.
Después de rodar los primeros 200 metros con el TDCi, y habiendo probado antes el EcoBoost, ya tenía clara mi decisión. Yo lo pediría Diesel. Va mucho más suave. Normalmente esto es al revés, pero ya véis, hay excepciones. A fin de cuentas el 1.5 TDCi va más redondo que el 1.4 TDCi y 1.6 TDCi.
También hay que admitir que el Diesel anda bastante menos. Mientras que en el EcoBoost el 0-100 km/h se termina en segunda (prácticamente al corte de inyección), con el TDCi hay que terminar en tercera, y ahí se van esos 14 segundos. Recupera con discrección, el EcoBoost tiene alegría hasta en quinta.
Sin embargo el _petrolero_ no. A 120 km/h va muy revolucionado, unas 2.700 RPM, solo 300 menos que el gasolina, y no necesita la sexta velocidad porque con algo de pendiente, a 120 km/h ya le falta un poco de fuerza y hay que pisar más el acelerador. Para rodar por carreteras secundarias, va genial.
Pero fijaos en el dato de velocidad máxima, 160 km/h para el Diesel, pasar de velocidades legales implica motor muy revolucionado y un consumo más elevado, así que mejor para circular con más tranquilidad. Con cualquier motor, el EcoBoost empieza a ser algo ruidoso pasados los 140 km/h, y da sensación de velocidad suficiente.
El gasolina aguanta mejor el trote a "alta" velocidad, y la quinta también está correctamente ajustada a sus posibilidades. Pensad que la carrocería del coche no es adecuada para ir rápido, necesita más potencia para alcanzar velocidades más elevadas. Y claro, este coche no es para ir a 180 km/h.
En términos de consumo, el EcoBoost es tragón en zona urbana por mucho cuidado que se le ponga al acelerador, de 8 l/100 km no baja. En autopista si no se corre, el gasto es razonable. En secundarias, si no se le piden aceleraciones fuertes, más de lo mismo. Se quedó en una media de 7,8 l/100 km. No es un dato bajo.
En cuanto al Diesel, mucho más razonable, 5,8 l/100 km, una diferencia de 2 l/100 km que ponen las cuentas a su favor aunque costase más. Con lo revolucionado que va, es menos propenso a sufrir problemas en sus sistemas anticontaminación (EGR o FAP), ya que es fácil conseguir altas temperaturas de combustión.
La caja de cinco velocidades tiene un tacto muy agradable con los dos motores, tanto si se acciona rápido como suave, también es un detalle de calidad. No subestimemos el par del motor gasolina, puede patinar con facilidad en primera, y acelerando fuerte de primera a segunda, también habrá una momentánea pérdida de tracción.
El coche tiene control de estabilidad y no se desconecta fácilmente con un botón. No dispone de ningún tipo de ayuda en conducción fuera de carretera, solo sus características de altura y ángulos. Está pensado para ser conducido como un turismo, y de hecho, los neumáticos son totalmente de carretera.
En resumen, el Ford EcoSport es una apuesta más por el segmento B-SUV, con la imagen todoterreno más conseguida, pero sin pretender serlo. Aparenta bien. Su estética, como la del Juke, no deja indiferente, y se puede gustar u odiar por ello. A mi desde luego no me convence a la vista. Al volante ha mejorado mi idea sobre él.
Otra cosa, ni es "Eco" ni es "Sport". Sus consumos son razonables pero superiores a un Fiesta igualmente motorizado, y en comportamiento, el Fiesta va un poco mejor. No creo que sea un nombre afortunado. Tampoco me parece un buen coche urbano, pero como pasa con el Juke, es una mezcla de conceptos que mete frescura en el segmento.
Aún tenemos que ver cómo son esos interiores de especificación europea, y el SYNC con _Applink_, que no estaba disponible en las unidades de prueba. No creo que la competencia esté temblando por la llegada de este coche, a partir de marzo, pero tenemos que asumir que hay demanda para este tipo de coches y que el EcoSport se ajusta a esa demanda.
Los gastos del viaje para esta presentación han sido asumidos por la marca. Para más información consulta nuestra guía de relaciones con empresas.