Además de probar recientemente el BMW X3, también hemos podido tener un primer contacto con el BMW Serie 6 Gran Turismo presentado hace unos meses. Se trata de una berlina grande de cinco puertas que viene a sustituir al Serie 5 GT y lo hace con una línea realmente atractiva además de la última tecnología.
Compartiendo la misma plataforma que utilizan los nuevos Serie 5 que ya hemos probado y Serie 7, esta berlina del segmento E hace de la tecnología más avanzada de la marca y de una habitabilidad interior sobresaliente sus caballos de batalla, además de un peso recortado en 150 kg.
BMW Serie 6 GT, más elegante y musculado
Hay que reconocer que en Munich han hecho un gran esfuerzo por que su carrocería GT grande sumase enteros en el apartado estético. Sumar una carrocería de cinco puertas a la gama y una mayor habitabilidad especialmente en las plazas traseras trajo algunas críticas en cuanto a la apariencia del Serie 5 GT, pero para este Serie 6 Gran Turismo han conseguido lo que se propusieron.
Es un coche grande que para esta ocasión se va hasta 5.091 mm creciendo 87 mm de longitud, pero al mismo tiempo es 21 mm más bajo en su punto más alto para reforzar su silueta alargada y con una caída del techo suave que enfatiza sus influencias coupé.
La sensación visto desde fuera es que al mismo tiempo se trata de líneas más deportivas pero al mismo tiempo más elegante, lo que le abrirá muchas puertas a aquellos a los que no les entraba por el ojo el anterior Serie 5 GT.
Las ópticas LED de serie tanto delante como detrás también ayudan a la mejora de la primera impresión, con unos rasgos heredados del Serie 5 que se renovó hace sólo unos meses y que enfatiza sus rasgos junto a unos riñones activos más grandes.
En la vista de perfil destacan los pasos de rueda aún más marcados, las branquias tras los pasos de rueda delanteros y la línea decreciente del techo que se culmina en un borde del maletero con alerón integrado que se despliega automáticamente. Las llantas desde 17 a 21 pulgadas también cobran protagonismo con unos diseños que refuerzan el aspecto elegante, salvo las del acabado M Sport que se declaran plenamente deportivas.
Un interior más refinado y lujoso que antes
Dentro del habitáculo podemos apreciar que los pasos adelante han sido acertados y ahora el Serie 6 Gran Turismo se luce más lujoso y refinado aún que el modelo al que sustituye. Como mandan los cánones de la casa, los materiales son de primera calidad incluso en los acabados de acceso, con práctiamente todas las superficies acolchadas y la impresión de que se han cuidado todos los detalles.
Los asientos cuentan con toda una pléyade de ajustes eléctricos que junto a la columna de dirección regulable eléctricamente favorecen que nos sintamos realmente acogidos tras su volante. El mullido es confortable pero sin ser blando y cuentan con una buena dosis de sujección lateral.
Las plazas traseras son, quizá, las mayores beneficiadas en esta carrocería. La distancia entre ejes se ha aumentado 95 mm hasta alcanzar los 3.070 mm, lo que se traduce en un espacio longitudinal sobresaliente para los ocupantes de unos asientos que viajarán con todas las comodidades, televisiones con mando a distancia y regulación del respaldo incluidas.
El salpicadero recibe el mismo lenguaje de diseño del resto de los últimos BMW con forma de V y líneas que se propagan horizontalmente de manera suave y fluida para reforzar la sensación de lujo y espacio interior.
Se respira un clima de modernidad y sofisticación a través de las pantallas digitales de la climatización, la pantalla táctil de 10" para el sistema de infoentretenimiento con control gestual y un cuadro de mandos sencillo pero elaborado que combina cuatro esferas analógicas con gráficas digitales.
Más allá de la iluminación ambiental LED configurable, volvemos a echar en falta algo más de diferenciación con respecto a otros modelos de la marca, especialmente en los equipamientos más sobrios donde incluso los materiales elegidos son casi idénticos.
El maletero es otro elemento a favor del 6 GT, puesto que además de ofrecer una generosa boca de carga al abrirse junto a la luna trasera, también es de accionamiento eléctrico de serie y cubica unos generosos más que generosos 610 litros de capacidad (hasta 1.800 con los asientos abatidos en configuración 40/20/40.
Un cerebro digital heredado del Serie 7
Al igual que en el Serie 5 nos encontramos con un arsenal de tecnología que procede directamente del buque insignia de la marca: el Serie 7.
De entrada, el Serie 6 GT adopta la llave inteligente BMW Display Key a través de la que podemos consultar el estado del coche, pero con la que también podremos hacer que se aparque solo una vez que hemos encontrado un lugar apropiado. Además con el BMW Connected también pude mostrarnos el estado del tráfico, buscar aparcamiento y ofrecer punto de conexión WiFi para sus ocupantes entre otras funciones.
Frente al conductor también encontramos el nuevo Head-Up Display, más completo y un 70% más grande que puede llegar incluso a resultar intrusivo para aquellos que no necesiten tanta información sobre el volante y prefieran mirar directamente a la carretera.
A nivel dinámico una de las grandes novedades ya vistas en el Serie 5 es su eje trasero direccional que gira en el sentido opuesto que las ruedas anteriores a baja velocidad para tener un comportamiento más ágil y en el mismo sentido a alta velocidad para reforzar la estabilidad.
El asistente de mantenimiento de carril y el control de crucero adaptativo tienen un comportamiento muy efectivo que nos ayudarán a mantenernos descansados y relajados en viaje, aunque sí es cierto que quizá el asistente de dirección interviene un tanto tarde y de forma algo brusca cuando las curvas son un tanto pronunciadas.
Hasta 60 km/h equipa nivel 3 de conducción autónoma asumiendo las funciones de la dirección, acelerador y caja de cambios en entornos urbanos y de tráfico denso, aunque es algo que a estas alturas en un coche de este nivel comienza a ser un equipamiento habitual.
Comportamiento equilibrado para un GT con todas las letras
Los motores disponibles serán cuatro, dos gasolina y dos diésel, todos los bloques fabricados en aluminio. El 630i es un cuatro cilindros de 1.998 cc con 258 CV mientras que el 640i equipa un seis cilindros de 340 CV. Las opciones diésel pasan por un bloque de 2.993 cc y seis cilindros en dos potencias diferentes: 265 CV para el 630d y 320 CV para el 640d.
Todos los propulsores van asociados a cajas de cambio Steptronic de ocho velocidades y bien a transmisiones que destinan su fuerza a las ruedas traseras o a las cuatro ruedas con sistema xDrive (a excepción del 630i). La Steptronic funciona sumamente bien, al igual que ocurre en el resto de modelos de la familia BMW que la equipan.
Su funcionamiento suave y preciso, especialmente con el motor del 630d repleto de par, con cambios de velocidad rápidos y sin demasiados tiempos puertos a la hora de buscar aceleraciones rápidas. Además, el sistema de Adaptive puede reconocer el tipo de conducción que estamos realizando y variar de forma inteligente entre los tres modos de conducción disponibles (Sport, Comfort y Eco) para modular las reacciones del motor y de la caja de cambios.
Aunque hay muchas similitudes con el Serie 5 y el puesto de conducción es bajo, la altura a la que queda el conductor es algo más alta y se refuerza la sensación de seguridad, lo que le aporta un plus a la hora de sentirse cómodo al volante.
Combustible | Modelo | Potencia | Precio |
---|---|---|---|
Gasolina | 630i | 260 | 68.900 € |
640i | 340 | 80.300 € | |
640i xDrive | 340 | 83.000 € | |
Diésel | 630d | 265 | 74.200 € |
630d xDrive | 265 | 76.900 € | |
640d xDrve | 320 | 82.700 € |
A través de su volante multifunción forrado en piel de corte deportivo levas, la dirección es precisa y ofrece una gran aplomo porque transmite un tacto firme que junto a las suspensiones neumáticas adaptativas y barras estabilizadoras activas repercuten en un comportamiento firme pero confortable.
Y es que el Serie 6 Gran Turismo es todo un GT y se puede disfrutar de él tanto en trayectos por carreteras tranquilas sin curvas cerradas como en tramos ratoneros, aunque sin volverse locos porque pesa más de 1.700 kg y se nota al buscarle las cosquillas. Es apto para todo, pero sobre todo es un devorador de kilómetros del que te puedes bajar como nuevo.