Probamos el nuevo BMW Serie 3: recupera el dinamismo sin reducir el confort y será el encargado de democratizar la máxima tecnología

Nota de Motorpasión

Las primeras unidades del nuevo BMW Serie 3 están comenzando a entregarse durante este mes de marzo, así que nos hemos puesto al volante de un 320d de 190 caballos para comprobar cómo se comporta y por qué es la berlina media Premium más avanzada del mercado.

Basta con saber que de las seis generaciones anteriores del BMW Serie 3 se vendieron en todo el mundo más de 15 millones de unidades para darse cuenta de la importancia que este producto tiene para la marca alemana.

Esta séptima generación del Serie 3 llega en plena efervescencia de los SUV, que parecen los protagonistas indiscutibles del mercado, pero lo hace con la intención de seguir convenciendo a muchos usuarios para los que una berlina como esta, cumpliría más que de sobra con sus necesidades.

Más coche, tanto a la vista como por medidas

Lo primero que tengo que decir, es que el nuevo BMW Serie 3 es uno de esos coches que gana en persona frente a las fotos. Se presentó en el pasado Salón del Automóvil de París a finales del año pasado, y admito que personalmente las primeras imágenes me dejaron un poco frío.

Pero ayer cuando lo tuve por primera vez delante en persona antes de la presentación y posterior toma de contacto, esa impresión neutra cambió hacia un "vaya, sí que es bonito. Además se ve robusto".

Con las cifras oficiales se confirman algunas impresiones visuales. Es más coche que antes, se acerca más a lo que antiguamente era un Serie 5 al crecer 85 milímetros de largo, 16 milímetros a lo ancho y 1 milímetro a lo alto. La distancia entre ejes también es mayor, concretamente 41 milímetros.

Salta a la vista que es mucho más coche que antes. Dependiendo del ángulo desde el que lo veas, puedes pensar que es un Serie 5.

También tiene un centro de gravedad un centímetro más bajo, lo cual unido a una reducción de peso de hasta 55 kilos en función de la motorización y equipamiento elegido, hacen que el aspecto dinámico mejore considerablemente, como pudimos comprobar más adelante.

Ha crecido de largo hasta los 4,7metros. Se acerca por tanto a las medidas del Serie 5 de anterior generación, que medía 4,8 metros

Como detalles de diseño a destacar, permitidme hablar de los riñones delanteros, que son más grandes sin llegar a los tamaños de sus hermanos más altos de gama. Esos cuentan con láminas activas que se abren y se cierran para permitir el flujo de aire hacia los radiadores cuando es necesario o para optimizar el coeficiente aerodinámico cuando hay que ahorrar.

El BMW más avanzado tecnológicamente

Cuando escuchas a los responsables de BMW presentar el Serie 3, sorprende oírles hablar de él como el coche tecnológicamente más avanzado de la marca, ya que ese territorio debería quedar reservado para modelos más altos de gama y más caros, como los Serie 7, Serie 8, X7, X5 y compañía.

Pero parece que la digitalización y desarrollo de tecnologías para hacer los automóviles más avanzados, pasa por la popularización de estos sistemas, que ya no quedan reservados solo a los modelos más altos y exclusivos, sino que llegan también a los más populares como este Serie 3 del que se deberían vender miles de unidades.

Saber que el Serie 3 se vende ahora de serie con luces full LED, mientras que en opción se podrá elegir incluso sistema de luces láser adaptativas, las cuales se identificarán a simple vista por los detalles en color azul en su contorno, nos confirman esa popularización de la tecnología más avanzada.

Las luces láser son opcionales en el Serie 3, lo cual confirma la popularización de esta tecnología que no se queda solo en los modelos más altos de gama.

Y bienvenida sea esa popularización, porque cualquier usuario de un simple 318i también tiene derecho a poder elegir esas luces que en carretera llegan a iluminar más de 500 metros por delante del coche, frente a los 250 metros de unas LED adaptativas.

Leyendo el dossier del coche, se me hace complicado explicar todos los elementos tecnológicos que un Serie 3 puede llegar a equipar. Si lo hiciese parecería que estamos en Xataka más que en Motorpasión, pero me vais a permitir que hable de otros tres elementos más allá de las luces láser, porque sí me parecen que marcan las diferencias frente a lo habitual en un coche de este segmento.

Las actualizaciones ya no obligan a pasar por el concesionario, se hacen de forma remota a través de Internet.

Por un lado, el sistema operativo que incorpora ya es el BMW 7.0, el cual permite recibir actualizaciones a través de Internet. La primera vez que vimos algo así en un coche en la calle fue con el Tesla Model X hace ya casi tres años. Ahora BMW anuncia que su Serie 3 también podrá recibir novedades de forma periódica como lo hace tu smartphone para ponerse al día.

Al estar el coche conectado a Internet ya no es necesario acudir a un concesionario para que te actualicen el sistema operativo. Bastará con aceptar la descarga, y a los pocos minutos podrás tener nuevas funciones o mejoras en las que tenías. Mola.

Adiós a la llave, saluda a tu ayudante virtual

Te das cuenta de lo rápido que avanza la tecnología en el sector del automóvil cuando hace tan solo un par de años BMW sorprendía y dejaba a todo el mundo con la boca abierta con la "llave" con pantalla, la cual se manejaba a modo de smartphone.

Con ella podías abrir o cerrar el coche, poner en marcha el motor o incluso moverlo hacia adelante o hacia atrás para sacarlo de una plaza de aparcamiento. Eso ya está algo obsoleto, ahora lo que se lleva es la BMW Digital Key.

¿Qué es? Pues básicamente podríamos definirla como el comienzo del fin de las llaves tradicionales como las conocíamos hasta ahora. Igual que el Tesla Model 3 usa una tarjeta plástica como llave o permitía usar el SmartPhone como tal, el BMW Serie 3 hace exactamente lo mismo.

Si cuentas con un teléfono con la tecnología necesaria para comunicarse con el coche, la BMW Digital Key permite el acceso al coche y arrancar el motor mediante el smartphone. También permite compartir esa llave con una persona, de forma que si te has ido de viaje y le quieres dejar el coche a tu marido o a tu hijo, basta con que se la compartas y podrá utilizarlo.

"Hola BMW", esa es la frase clave para que el asistente personal se active y te ofrezca un montón de cosas.

"Hola BMW", esa es la frase que hay que decir para que el BMW Intelligent Personal Assistant entre en juego y te ayude. Fue una de las primeras cosas que probé mientras iniciaba la ruta a bordo del nuevo Serie 3.

Sorprende lo primero la rapidez con la que responde, siendo casi inmediato y con la agilidad que esperas para poder mantener una conversación normal con un sistema así. Sí, puedes hablar con él como lo haces con Siri en un iPhone, por ejemplo.

La disposición de los mandos es nueva, cambia mucho respecto al anterior Serie 3, especialmente el botón de arranque que ahora se sitúa en la consola central.

El tipo de cosas que le puedes pedir al BMW Intelligent Personal Assistant van desde los clásicos comandos para que te guía hasta un destino que le dictas, o te busque cuál es la previsión del tiempo para mañana y te la diga, pero va más allá e incluso permite cosas como decirle que te sientes algo cansado y que él entonces baje la temperatura del climatizador, suba la intensidad de aireación y el volumen de la radio para ayudar a mantenerte despierto.

Al volante de un BMW 320d de 190 CV

Para la toma de contacto elegí un BMW 320d de 190 caballos con acabado M, llantas de 19 pulgadas y caja de cambios automática secuencial Steptronic de ocho velocidades. Lo hice por dos razones. Por un lado, porque la toma de contacto comenzaba en una zona céntrica de Madrid, y quería reividicar que un diésel moderno como este, contamina menos de lo que los políticos creen.

Por otro lado, el 320d había sido hasta la injusta demonización del diésel el modelo estrella de las anteriores generaciones del BMW Serie 3, y aunque esa tendencia igual cambia con esta octava generación y se vendan más gasolia que diésel, habrá que ver si finalmente es así. Bueno, todo esto y que en unas semanas iba a poder probar un BMW 330i de gasolina durante siete días para una prueba a fondo en condiciones.

Abro el coche utilizando un telemando tradicional, ya que mi teléfono móvil no acepta todavía la tecnología que permitiría usar la BMW Digital Key y lo primero que me encuentro es un habitáculo que además de transmitir una sensación de calidad realmente alta a simple vista, me resulta bastante familiar.

Me encanta que sigue permitiendo llevar una posición de conducción muy baja.

Me siento en el asiento, hago los movimientos necesarios de banqueta, respaldo y volante para conseguir esa postura de conducción que tanto me gusta con el trasero bien pegado al suelo y el volante casi perpendicular al suelo. Me detengo entonces a ver el habitáculo y la disposición de los mandos principales y, para mi sorpresa, todo es casi igual que en el BMW M850i que estoy probando esa semana y que acababa de dejar aparcado para subirme en este.

Efectivamente, el habitáculo del BMW Serie 3, el de un Serie 8 o el de un X5 tienen exactamente la misma disposición de los mandos, las mismas formas y los botones en los mismos sitios, aparte de unas pantallas que parecen idénticas. Lo único que cambia lógicamente son los tamaños de cada una de las partes que lo conforman para adaptarse también al tamaño del coche en cuestión. Imagino que la consola central del Serie 3 en un X5 quedaría ridícula, pero la disposición de los mandos es exactamente la misma y muy distinta a la del Serie 3 de la generación saliente.

Lo que están acostumbrados a conducir BMW de antaño, tardarán un poco en encontrar el botón de arranque que ya no está en el salpicadero junto al volante, sino en el cuadro de mandos sobre el túnel central. Lo pongo en marcha y en frío, lo primero que destaca es que el motor diésel se hace notar.

El sonido de motor y en general cualquier sonido desaparecen en cuanto el bloque ha cogido temperatura y estás ya en marcha a ritmos normales. Ese es uno de los principales puntos que sorprenden en positivo, el aislamiento acústico del interior es alucinante, tiene poco que envidiar a un Serie 5 en este sentido.

Ahora todas las versiones llevan salidas de escape simétricas a cada lado del coche.

Ayudan los pilares A rellenos de espuma y el parabrisas con vidrio acústico de serie. Las ventanillas laterales también pueden ser más anchas en opción, aunque este no las incorporaba. Callejeando por Madrid, el coche se percibe extremadamente ágil y directo para su tamaño. También suave y confortable, aunque algo más rígido que un Serie 3 F30 con kit M como este..

Huyo del centro para poder sentir cómo se comporta en carretera. El motor de cuatro cilindros en línea se siente muy lleno en toda la banda de revoluciones. Tiene unos bajos fantásticos y unos medios realmente buenos. Los 400 Nm que ofrece desde las 1.750 RPM parecen llevarse muy bien con las ocho marchas de la caja Steptronic de serie en esta unidad.

Las marchas bajas tienen recorridos cortos para favorecer la aceleración, mientras que las más altas están pensadas para reducir carga del motor y favorecer los consumos y el confort de marcha. Hace 0 a 100 km/h en 7,1 segundos y la velocidad máxima es de 240 km/h. ¿Son suficientes 190 CV? Sí.

Llego a zona de curvas y le aprieto un poco. Me gusta el tacto que transmite el conjunto de dirección y eje delantero. Parece bastante directo y al mismo tiempo comunicativo.

Las llantas de 19 pulgadas que equipaba esta versión con kit M ayudaban a que el confort de marcha se viese algo mermado.

Pero sobre todo, me gusta que el nuevo Serie 3 G20 parece haber recuperado es tacto deportivo que había pasado a un segundo plano en la generación anterior, y todo ello sin sacrificar el confort de marcha.

El BMW Serie 3 se percibe algo más dinámico que antes, gracias a esa reducción de peso de hasta 55 kilos y a un nuevo esquema de suspensiones, pero no penaliza en exceso el confort que sigue siendo otro de sus puntos fuertes

Incluso en el modo Sport, en el que la dirección se vuelve más directa y respuesta del motor más rápida, junto con el cambio más alerta para ofrecer el mejor régimen posible, el 320d sigue ofreciendo un tacto excelente.

Anima a conducirlo de forma alegre, el confort se ve algo penalizado sin llegar a ser un punto crítico y los consumos parecen no dispararse y quedarse cerca de los apenas 4,2 litros que homologa como consumo medio.

Primeras conclusiones del BMW Serie 3 2019

Apenas he conducido el nuevo BMW Serie 3 un par de horas, pero ha sido suficiente para percibir que el nuevo modelo, está una vez más preparado para marcar la referencia en su segmento. Es algo lógico si tenemos en cuenta toda la innovación que han aplicado y que sus rivales más directos, los Audi A4, Mercedes Clase C e incluso el Alfa Romeo Giulia, si me permitís, tienen ya unos años a sus espaldas.

Parece que en BMW han sabido hacer un producto mucho más tecnológico, vanguardista y moderno que antes. Un coche muy bien aislado, que ha recuperando al mismo tiempo el dinamismo y tacto deportivo que siempre ha caracterizado al Serie 3 y hacerlo sin sacrificar otro de sus puntos fuertes, el confort de marcha. Pero todo eso, habrá que corroborarlo con una prueba más extensa que no tardaremos en hacer.

Precios BMW Serie 3 2019

  • BMW 318d Manual 150 CV: 38.600 euros
  • BMW 320d Automático 190 CV: 43.700 euros
  • BMW 320d xDrive Automático 190 CV: 46.300 euros
  • BMW 330d Automático 265 CV: 53.600 euros
  • BMW 320i Automático 184 CV: 42.400 euros
  • BMW 330i Automático 258 CV: 47.250 euros
La tapa del maletero sube un poco para darle un toque más deportivo a la trasera y mejorar el apoyo aerodinámico. Dicen que inspirado en el BMW M3 CSL...
Los gastos asociados a esta toma de contacto han sido asumidos por BMW. Para más información, consulta nuestra guía de relaciones con empresas.

También te puede gustar

Portada de Motorpasión

Ver todos los comentarios en https://www.motorpasion.com

VER 44 Comentarios