Audi RS6 Avant, probamos el coche por el que querrás ser padre
El año pasado he debido de portarme muy bien porque el día de Reyes me encontré con un regalo muy especial. Me habían dejado bajo el árbol el Audi RS6 Avant, la berlina familiar deportiva de la marca de los cuatro aros en su última evolución de 2016.
El 6 de enero me pasé el día disfrutando con él como lo haría cualquier niño con sus nuevos juguetes, y puedo decir que es, sin duda, uno de los coches más feroces que he probado en toda mi vida. Aquí comienza la prueba de un juguete de 560 caballos con el que desearás volver a ser niño para pedírselo a los Reyes Magos. O mejor aun, desearás tener hijos para tener la disculpa perfecta para comprártelo.
A pesar de que sobre el papel se trata tan solo de una versión vitaminada del Audi A6 Avant, la realidad es que el Audi RS6 Avant no es un coche más dentro de la marca alemana. Me atrevo a decir que es el único coche de la marca capaz de hacerle sombra al Audi R8, y en muchos aspectos eclipsarlo. Yo de hecho, sin haber tenido oportunidad todavía de probar el nuevo R8, creo que me quedaría con un RS6 Avant si me diesen a elegir. Pero veamos los motivos.
Elegante y canalla con carrocería familiar
Aunque roza los cinco metros de largo, dos de ancho y tiene una distancia entre ejes de casi tres metros, aparte claro está de la forma familiar de la carrocería para hacer hueco a los 565 litros de maletero, el Audi RS6 Avant se identifica a primera vista como un coche deportivo.
Llego a recoger el coche para esta prueba y no puedo evitar asustarme al verlo. Entre las penumbras del parking, el morro de un RS6 Avant de color gris Daytona mate asoma entre un R8 de nueva generación y un TTS con un llamativo color amarillo.
Su frontal impone gracias a la parrilla singleframe en color negro brillante, con la palabra quattro inscrita en la parte inferior y flanqueada por dos gigantescas entradas de aire en los laterales con láminas de fibra de carbono.
Me cuelo entre los coches y veo por fin la silueta completa de la bestia. La pintura gris Daytona mate (6.925 €) le da un toque único, especial y realza más si cabe sus atléticas formas con un toque canalla pero en ningún caso macarra como pasa en el caso de otras aplicaciones de pinturas mate.
Las gigantescas llantas de 21 pulgadas opcionales (2.635 €) van pintadas en color negro. Son descomunalmente grandes, excesivas para cualquier otro coche, pero acordes con el tamaño de este, que es desmesurado en todos los sentidos.
Abro el maletero para dejar las maletas antes de salir del garaje, y confirmo que el tamaño del maletero con 565 litros sigue siendo el mismo que en cualquier Audi A6 Avant, un espacio más que suficiente para viajar una familia entera con todos sus enseres.
Un difusor trasero digno del DTM
Cuando la tapa del maletero de accionamiento eléctrico se cierra, debajo veo una de las partes más llamativas del coche. El descomunal difusor de aire posterior en fibra de carbono de una sola pieza, que sobresale sobre el vértice posterior del coche.
Lo mismo ocurre con las dos gigantescas salidas de escape ovaladas, que quedan integradas en el deflector. Pintadas en color negro brillante en esta unidad, eso delata que se trata de los escapes deportivos RS opcionales (1.320 €).
Dejo de babear y me subo al coche, donde nos acoge un habitáculo con todo lo que puedes encontrarte en un Audi A6 Avant hasta arriba de equipamiento y algunos detalles específicos, como los umbrales de las puertas con la palabra RS6 Avant iluminada o los asientos deportivos con costuras en forma de rombo y logo RS6 en el respaldo.
Un cuadro de relojes con grafía específica y el logotipo RS6, las molduras del salpicadero y consola central en fibra de carbono o el techo completamente tapizado en alcántara son los detalles que marcan la diferencia en un coche de aspecto y acabados excelentes.
El sistema de sonido Bang&Olufsen Advanced, con 15 altavoces, 1.200 vatios y recubrimiento de altavoces de aluminio pulido cuesta 7.910 euros
Pongo en marcha el motor pulsando el botón situado en la consola central y el estruendo es sencillamente brutal, capaz de despertar a cualquier vecino. La bestia ha cobrado vida, acabo de despertar al monstruo que me va a acompañar durante los próximos días.
Salgo a la luz y durante los primeros kilómetros conduzco el Audi RS6 Avant como si fuese un simple A6 Avant, disfrutando de algunas de las bondades de su motor V8 biturbo que en estos momentos está funcionando como si fuese un V4 al haber desconectado los cilindros 2, 3, 5 y 8 para ahorrar combustible. Es uno de los secretos de la tecnología Cylinder On Demand a la que por cierto no le he dado muchas oportunidades de funcionar.
El conjunto se mueve con suavidad, brindando un nivel de confort a los ocupantes que no envidia en nada al de la berlina de la que deriva. El motor tiene muchos bajos y parece llevarse de maravilla con el cambio triptronic de ocho velocidades.
Desearás tirar de la palanca de cambios hacia atrás
Pero lo cierto es que ya había sido suficientemente bueno durante el año pasado como para ganarme este regalo de Reyes, así que** tiro para atrás de la palanca de cambios para activar el modo Sport** y empezar a hacer un poco el mal disfrutando de mi nuevo juguete.
Es en el modo Sport en el que el Audi RS6 Avant saca realmente a relucir la bestia que lleva dentro. El motor 4.0 TFSI combinado con los escapes deportivos opcionales RS emiten una melodía única, abrumadora, sobrenatural y digna de un coche con escapes de competición.
Son los cánticos de los 560 caballos de potencia que desarrolla este fantástico motor, combinados con los coros que le hacen los 700 Nm de par motor que entrega entre las 1.750 y 5.500 RPM. Una sinfonía que suena a gloria y que os aseguro ningún otro coche de este segmento es capaz de ofrecer.
En el modo Sport las reacciones de este mastodonte te sacan de tus casillas. A nada que pises el acelerador, notarás cómo la bestia es capaz de catapultarte hacia adelante con una fuerza absolutamente descomunal, demostrando una capacidad de tracción que es difícil entender.
Mientras la mayor parte de coches de más de 525 caballos tienen serias dificultades para trasladar tanta potencia al suelo, el Audi RS6 Avant toma el globo terráqueo como una simple cinta de correr de un gimnasio, haciéndolo girar a su antojo.
Los 560 caballos de potencia se transmiten siempre de forma óptima al asfalto, y es imposible percibir cualquier tipo de pérdida de tracción. El secreto reside en el diferencial central, que en condiciones normales envía un 40% del par al eje delantero y un 60% al trasero.
Posiblemente ese reparto sea uno de los secretos que hacen que el tacto sea el de todo un deportivo, a pesar de que entre manos llevas un mastodonte de cinco metros, 2.025 kilos de peso y capacidad para llevar a cinco pasajeros cómodamente dentro con sus equipajes correspondientes.
El diferencial puede variar de forma automática el reparto de par, llegando a enviar hasta el 70% al tren delantero o el 85% al tren trasero dependiendo de las circunstancias. Ahora entiendo por qué no he conseguido sacarlo de sus casillas incluso con la carretera mojada y fría.
Yo también quiero jugar
Mientras los niños de toda España juegan con sus nuevos juguetes, yo quiero hacer exactamente lo mismo con este juguete para mayores, así que me voy a una de mis carreteras favoritas. Cuando llego, desde lo alto de la montaña veo que está absolutamente desierta. Es lógico, las chimeneas de las casas situadas en la lejanía de aquel valle están funcionando a pleno rendimiento, mientras las familias comparten el último día de las navidades.
En el Audi Drive Select selecciono el modo Dynamic entre los cinco disponibles. Así me aseguro que la suspensión neumática específica de este modelo está dispuesta a ofrecer lo mejor de si misma en esa sucesión de curvas que me espera.
Arranco tratando una vez más de hacer derrapar alguna de las cuatro ruedas, pero desisto en el empeño. Parece imposible hacer que este coche pierda tracción, y en contra, lo que hace es ponernos a velocidad de infarto en solo unos segundos.
Esta mole de más de dos toneladas de peso acelera de 0 a 100 km/h en solo 3,9 segundos. Para que nos hagamos una idea de cómo este coche transmite la potencia al asfalto, basta con decir que un BMW M5 de idéntica potencia y 80 kilos menos de peso tarda casi medio segundo más en acelerar hasta 100 km/h.
Comenzamos a bajar por aquella inclinada colina a un ritmo infernal. Una tras otra vamos trazando las curvas disfrutando de un aplomo único, de una dirección electromecánica que parece interpretar a la perfección todo lo que le indicamos con el volante y de un equipo de frenos que, una vez han cogido temperatura, parecen no tener fin.
No es para menos porque en el caso de la unidad de pruebas, los discos de freno delanteros de serie ondulados de 360 milímetros de diámetro, han dejado paso a los discos cabronocerámicos opcionales de 420 milímetros que destacan por las pinzas en color gris antracita con la inscripción "Audi Ceramic".
Los discos carbonocerámicos son un extra caro, ya que cuestan 12.300 euros si los eliges por separado. Por suerte, por solo mil euros más puedes elegir el paquete dynamic plus que incluye también otras chucherías de las que hablaremos más adelante. Estos frenos son necesarios si piensas jugar mucho en carreteras de este tipo, ya que su resistencia a la fatiga es sublime. Antes de que ellos desfallezcan lo harás tu o el depósito de gasolina se acabará, tenlo por seguro. Y eso a pesar de que tienen la difícil tarea de parar dos toneladas de peso a toda velocidad colina abajo.
Lo que más me sorprende del coche a medida que vamos sorteando una tras otras las curvas, ligeramente húmedas en el interior en algunas zonas, es el sonido que emiten los escapes cuando sueltas el acelerador para iniciar las frenadas.
Las explosiones que se escuchan en el habitáculo cuando el coche va en retención llegan a asustar, tanto que en un par de ocasiones llegué a pesar que llevábamos algo suelto en los colectores. Tras comprobar que todo estaba en su sitio, seguimos con nuestra ruta haciendo resonar el sonido de los escapes en la ladera de aquella preciosa montaña. Algunos pensarían que era un vecino consumiendo los últimos petardos de navidad.
Si el ritmo que permite llevar este coche en autopistas y autovías es insultantemente alto, lo mismo ocurre en carreteras reviradas con un mínimo ancho. Es como si el Audi RS6 Avant se hubiese adaptado camaleónicamente al entorno en el que le hacemos trabajar y se haya convertido en un RS3 Avant.
Jugando a bajar de marchas con las levas del cambio situadas detrás del volante mientras escuchamos las explosiones de los cañones ovales de la trasera, puedes apurar la frenada hasta límites insospechados. Cuestra creer que estés al volante de un coche de su segmento, y cuesta más si cabe pensar que todo esto podrías estar haciéndolo con tus tres hijos sentados en los asientos traseros y tu mujer en el del copiloto.
Es como si sales a correr una carrera del DTM con toda la familia en el coche. La dirección dinámica opcional que equipaba la unidad de pruebas, ayuda a que todo parezca bajo control incluso en las situaciones más comprometidas.
Cuando estás en pleno apoyo y el coche parece a punto de sucumbir a las leyes de la física, la dirección dinámica ayuda al conductor a evitar el sobreviraje y el subviraje contradireccionando automáticamente mediante impulsos imperceptibles.
Toda la tecnología que este modelo ofrece, trabaja de forma coordinada para que en situaciones límite tu solo te preocupes de disfrutar, y os puedo asegurar que en este coche disfrutarás como un niño con juguete nuevo. En realidad eso es lo que soy.
Otro de los secretos que incorporaba este Audi RS6 Avant tan especial, es el diferencial deportivo. Su labor es distribuír el par entre las dos ruedas del eje posterior al inscribirse en ella o al acelerar en pleno apoyo.
Cuando envía el par a la rueda exterior el coche automáticamente tiende a ceñirse al interior, y ese es uno de los motivos por los que el coche se siente mucho más ágil de lo que realmente es.
Todo este equipamiento que hace que su comportamiento dinámico sea, sencillamente inigualable, se llama paquete Audi Dynamic Plus. Cuesta la friolera de 13.250 euros, e incluye la dirección dinámica, el tren de rodaje deportivo plus RS con DRC, los faros matrix LED, los frenos cerámicos o la ampliación de velocidad máxima a 305 km/h. Si pensabas poner los frenos cerámicos, mejor opta por este paquete. La diferencia se nota.
Admito que después de toda la tarde disfrutando de uno de los coches más perfectos dinámicamente de cuantos he probado en los últimos años, la tentación de averiguar qué se siente cuando conduces una bestia de este calibre por encima de los 300 km/h era grande.
Por suerte, el consumo durante la prueba, debido al uso intensivo, constantes subidas de vueltas hasta el corte y ritmo frenético, estuvo por encima de los 20 l/100 km, así que si quería llegar a dormir a casa me tocaba volver a destino volviendo a ser bueno y siendo suave con el acelerador para que la cifra volviese a marcar unos registros un poco más lógicos.
Audi RS6 : nuestra puntuación
.6
A favor
- Aspecto exterior
- Sonido escapes
- Comportamiento dinámico
En contra
- Precio base alto
- Consumos en conducción deportiva
- Precio de opciones
Ficha técnica
Versión probada | Avant | |||
Cilindrada | 3.993 cm³ | Tipo de tracción | quattro | |
Bloque motor | V8 | Combustible | Gasolina | |
Potencia máxima (CV @ rpm) | 560 @ 5.700 - 6.600 | Capacidad del depósito | 75 litros | |
Par máximo (Nm @ rpm) | 700 @ 1.750 - 5.500 | Consumo urbano | 13,4 l/100 km | |
Masa en vacío | 2.025 kg | Consumo extraurbano | 7,4 l/100 km | |
Velocidad máxima | 250 (305 con paquete Dynamic) km/h | Consumo mixto | 9,6 l/100 km | |
Aceleración 0-100 km/h | 3,9 segundos | Capacidad maletero | 565 litros | |
Transmisión | 8 velocidades | Precio | 132.820 euros |
El coche para esta prueba ha sido prestado por Audi. Para más información consulta nuestra guía de relaciones con empresas
Fotografía | Héctor Ares
En Motorpasión | (parte 1, parte 2)