Probamos el Audi Q7 3.0 TDI 'Ultra', un SUV muy tecnológico que busca la eficiencia y encuentra el confort
Desde mayo de 2015, el segmento de los SUV grandes y de lujo tiene un nuevo contendiente, el Audi Q7. Grande, tecnológico, con capacidad para hasta siete pasajeros, la segunda generación del Q7 es la propuesta de Audi para hacer sombra a los BMW X5, Mercedes GLE y el nuevo Porsche Cayenne.
La gama de motorizaciones compuesta inicialmente por un diésel de 272 CV y un gasolina de 333 CV se ha ido ampliando con el paso del tiempo en busca de otras versiones más eficientes. En este sentido una de las opciones más interesantes es esta 3.0 TDI ‘Ultra’ de 218 CV, una versión que consigue una magnífica eficiencia en un coche que por concepto, está enfrentado con la eficiencia.
Audi ha realizado un gran esfuerzo para rebajar el peso respecto al Q7 original en 325 kilos y mejorar la eficiencia de todos los sistemas que lo componen, pero no se puede negar que sobre el papel un SUV de 5,05 metros de largo y más de dos toneladas de peso es todo menos eficiente. Sobre el papel.
Estética
El Audi Q7 fue el modelo que inició el nuevo lenguaje de diseño de los modelos de los cuatro aros. El frontal destaca por unas ópticas de aspecto robusto y formas casi rectangulares que se unen a la parrilla delantera Singleframe, en este caso pintada completamente en negro al tratarse de una unidad con paquete Sport Edition (además del acabado S-Line).
La vista lateral del Q7 impresiona por el largo de la carrocería, con tres zonas de ventanillas bien marcadas, 1,74 metros de alto y un semblante sobre el asfalto que transmite mucho aplomo. Es tan grande que las llantas de 22 pulgadas opcionales que montaba esta unidad de pruebas, las mismas que lleva el SQ7 TDI, no parecen exageradas, cuando en realidad sí lo son.
La trasera por su parte, es igual de contundente que el resto del conjunto, gracias a unas ópticas de bloques grandes y muy marcados y a un ancho del conjunto de, atentos al dato, 1,97 metros. Eso da lugar a un buque gigantesco, que encaja más visto en carreteras estadounidenses que en las europeas, pero veamos en qué se traducen esas dimensiones en el habitáculo.
Acogedor y tecnológico, así es el exquisito interior del Audi Q7
El interior del Audi Q7 es capaz de agradar y convencer incluso a los paladares más finos. El salto de calidad percibida respecto a la generación anterior es abismal, tanto que me atrevo a decir que ningún competidor le puede hacer sombra en este sentido.
Todos los materiales que conforman el salpicadero, que parece suspendido al no unirse directamente con la consola central, son de una calidad visual y al tacto que ya querrían para sí muchos modelos del segmento de lujo. Esa calidad se ve complementada por el aspecto tecnológico que da el tener un cuadro de mandos Audi Virtual Cockpit (735 euros) completamente digital con sus 12,3 pulgadas de tamaño, la pantalla fina de TFT de 7 pulgadas que emerge de la parte superior del salpicadero y por si estas dos fuentes de información fuesen pocas, también puedes contar como era el caso con el Head Up Display (1.700 euros) en color que proyecta información sobre el parabrisas.
Los plásticos tienen un agradable tacto áspero, la goma elegida para el salpicadero es blandita si la aprietas y por si fuese poco tenía un paquete de cuero que cubría la parte superior del mismo (6.765 euros), en esta unidad de pruebas todo el techo y el pilar A estaban tapizados en Alcántara (1.820 euros). Con todo ello, el Q7 te traslada a un entorno muy acogedor, como si estuvieses en el salón de una casa o mansión, y eso es algo muy bueno.
Hasta 7 pasajeros y 770 litros de maletero
Amplio y con capacidad para siete pasajeros por 1.700 euros en el caso de esta configuración (se puede optar por solo 5 plazas), el nuevo Q7 cuenta con 41 mm más de altura libre de la cabeza al techo en la primera fila de asientos a pesar de que exteriormente es ahora más pequeño. La sensación de que hay espacio de sobra en todos los sentidos es constante aunque vayas en las plazas delanteras o en las posteriores.
La consola central y en general todos los mandos que rodean al conductor están perfectamente dispuestos y en esta unidad las moldudas en negro brillante (1.965 euros), con la palanca del cambio tiptronic y el MMI all-in touch opcional (3.590 euros) en la zona más cercana al conductor (mandos de conducción y tecnología), mientras que al otro lado están los posavasos y la rosca para subir y bajar el volúmen de la radio (mandos de ocio).
En la segunda fila de asientos, las tres butacas individuales se dividen 35:30:35 con lo que la central es casi idéntica a las lateales. Todas son ajustables en la inclinación del respaldo, que puede ajustarse en hasta 16 grados para buscar la posición de viaje más cómoda. En caso de contar con tercera fila de asientos en el maletero, los dos laterales de la segunda fila se pueden mover hasta 11 centímetros hacia adelante para facilitar el acceso a esa tercera fila, los cuales se pueden desplegar o esconder con un simple botón situado en el maletero.
El maletero con la tercera fila de asientos cerrada tiene una capacidad de 770 litros frente a los 890 litros que ofrece la versión de solo cinco plazas. Esta tercera fila de asientos, como suele ocurrir en vehículos con esta configuración, cuentan con muy poco espacio para las piernas y su acceso es complicado, por lo que su uso se limita a niños pequeños o adultos para situaciones de emergencia y trayectos cortos.
1.800 kilómetros de máximo confort
Tuve ocasión de hacer una prueba bastante completa del Audi Q7 3.0 TDI 'Ultra' de 218 caballos. Los primeros días estuve utilizándolo en mi día a día en Madrid, haciéndole en torno a 50 - 70 kilómetros al día con un 'mix' de 40% tramos urbanos y el otro 60% en carreteras periféricas.
En este entorno, y especialmente en calles del centro de la ciudad, claro está que no es el coche más práctico del mundo por sus gigantescas dimensiones, pero tiene muchos elementos que lo hacen agradable para moverte en el tráfico urbano. Cuenta con eje trasero direccional, lo cual lo hace más ágil de lo que parece. La dirección electromecánica tiene un tacto suave y preciso. También me gustó la posición de conducción, alta y con perspectiva respecto al resto del tráfico a pesar de que dentro te sientes y te sientas muy integrado en el habitáculo.
El motor funciona con bastante suavidad, especialmente en el modo Efficient que es el que pide el tráfico diario. Gracias a la caja de cambios Triptronic de ocho velocidades y al par motor de 500 Nm a partir de solo 1250 RPM (100 Nm menos que el no 'Ultra'), en esta configuración el coche tiende a circular en marchas largas, a muy pocas vueltas favoreciendo así la suavidad de marcha y el confort. Es silencioso desde el primer momento tanto a nivel mecánico como de rodadura.
El start/stop es poco intrusivo, apenas se nota, pero adolece de algo de retraso cuando tienes que reaccionar rápido para incorporarte a una rotonda o para arrancar en un cruce desde motor apagado. Por otro lado, es fantástico contar con lujos tecnológicos como la navegación con Google Earth y Google Street View, que te da información de tráfico actualizada en tiempo real y con total fiabilidad. Me sorprendió que en solo dos días, el coche ya sabía sin que yo se lo indicase cuál era mi casa y dónde estaba mi oficina, de forma que cada mañana, dependiendo del tráfico en tiempo real, me recomendaba una ruta u otra en función de la intensidad del tráfico y lo hacía con una exactitud en los tiempos estimados de viaje absoluta.
Con 218 caballos de potencia, puede parecer que el coche tal vez se quede algo corto de potencia para mover semejante envergadura, pero la realidad es que todo depende del modo en el que circules. En Efficiency con el cambio en posición normal no esperes grandes alegrías, simplemente debes esperar un coche capaz como cualquier otro para moverte en el día a día. Si quieres una respuesta más enérgica, basta con pasar al modo Dynamic o seleccionar la posición Sport del cambio tirando ligeramente hacia atrás de la palanca selectora.
El Q7 3.0 TDI 'Ultra' extrae al motor V6 turboalimentado 218 CV a 3.250 RPM, mientras que la versión no 'Ultra' entrega 272 CV al mismo régimen. Por ello es lógico que la aceleración se vea mermada, alcanzando este que hoy nos ocupa los 100 km/h desde parado en 7,3 segundos frente a los 7,1 segundos del más potente. La diferencia es mínima.
En carretera es donde saca a relucir su mejor cara
Después de unos cuantos días de tramos urbanos, llegaba la prueba de fuego. Igual que hacen habitualmente los compradores de coches de este segmento, íbamos a hacer una escapada de fin de semana larga, 1.200 kilómetros de autopista y autovía en apenas 48 horas que nos servirían para poner a prueba el Q7 3.0 TDI 'Ultra' en su otro habitat natural.
Salí de Madrid alejándome de la contaminación y la enorme nube negra que servía de boina para la capital. Sí, era consciente de que el coche que llevaba entre manos estaba emitiendo 169 gr/km de CO2. Tal vez en la siguiente generación del Q7 exista una versión 100% eléctrica y una red de carga en carretera que permita hacer un viaje como el que iba a hacer con garantías, pero mientras eso no exista, el e-tron es la única opción "limpia".
Subiendo el puerto de Guadarrama por la siempre concurrida autopista AP6, me acompaña la melodía del espectacular sistema de sonido 3D Bang & Olufsen Advanced Sound System con sus 23 altavoces, el cual cuenta con 1.920 W de potencia. La calidad del sonido es digna del mejor equipo de sonido que conozcas, y los cuatro altavoces integrados en el pilar A son un síntoma del esfuerzo que han hecho para desarrollar este sistema de audio superior a cuantos hayas conocido hasta la fecha. No en vano cuesta 7.510 euros.
Hacía frío y los paneles de la carretera comenzaron a advertir de la posibilidad de nevadas. Subiendo el Puerto de Guadarrama, los primeros copos de nieve empezaron a hacer acto de presencia. Pasado el túnel, el manto blanco era increíble. Estaba cayendo la primera gran nevada del año, y yo iba en un Audi Q7 3.0 TDI 'Ultra' con tracción quattro, sí, pero con unos gigantescos rodillos de 22 pulgadas con neumáticos de verano.
La nevada debió coger a los equipos de máquinas quitanieves por sorpresa, ya que a medida que pasaban los kilómetros el manto de nieve sobre la carretera se iba cerrando más y más, hasta el punto de que tanto yo como el resto de vehículos que circulábamos por la AP-6, tuvimos que reducir la velocidad hasta 80 km/h y más adelante 60 km/h. No había carril limpio y la situación era más que delicada.
La adherencia en esas circunstancias era mínima y el coche parecía flotar sobre la nieve. En esas circunstancias, lo mejor es minimizar los movimientos de volante, tener mucho tacto con acelerador y freno y sobre todo, ampliar mucho las distancias de seguridad respecto al resto de vehículos.
A pesar de que habíamos tenido que hacer todo el tramo de autopista de peaje sin poder disfrutar de la velocidad que teóricamente se debería poder aplicar en esa vía, los más de 12 euros del peaje final tuvimos que pagarlos igual. En estas situaciones en que la vía no está en las condiciones idóneas, deberían rebajar o anular el peaje. Ahí lo dejo.
Pasado el kilómetro 130 de la autovía A6, la nieve comenzó a desaparecer tanto de la calzada como de los laterales de la misma, y el cielo comenzó a despejarse mientras manteníamos una temperatura muy baja, de 2 grados centígrados. Era el momento de recuperar el tiempo perdido, establecer una velocidad de crucero estable y hacer que los kilómetros bajasen con ritmo.
En autovía, el Audi Q7 3.0 TDI 'Ultra' saca a relucir su mejor cara. Es un fantástico rutero, gracias a una insonorización excelente que hace que no sientas ni el sonido del motor diésel (solo destaca un poco al arrancarlo en frío) ni de rodadura y que las vibraciones sean mínimas a bordo. La unidad de pruebas contaba con ventanillas acústicas que mejoran el aislamiento del exterior, de ahí que la insonorización en el habitáculo sea digna de un avión cuando está en pleno crucero, transmitiendo esa sensación de paz que tanto agradeces cuando estás al volante.
Su enorme distancia entre ejes se incrementa virtualmente en las curvas gracias al eje trasero direccional (1.405 euros) que hace que las ruedas traseras a partir de 80 km/h giren en el mismo sentido que las delanteras, aumentando virtualmente la batalla. El equipo de suspensión neumática adaptativa (2.505 euros) que se encarga de mantener la carrocería todo lo pegada al asfalto que sea posible, haciendo que viajar en el Q7 sea muy cercano a hacerlo en una gran berlina de lujo.
El debate en este sentido es muy grande ya que los defensores de las berlinas no entienden cómo hay gente que prefiere viajar en un SUV, teóricamente alto y pesado, frente a hacerlo en una berlina, con un esquema más apropiado para conseguir un buen dinamismo, pero he de admitir que el Audi Q7 en este sentido poco tiene que envidiar a un Audi A8.
Esta versión 'Ultra' cuenta con una diferencia importante respecto a los Q7 normales, ya que la aerodinámica que según Audi es la mejor de su segmento con un coeficiente aerodinámico de 0,31 en la posición más baja de la carrocería, se ve complementado con una rejilla de entrada de aire regulable de doce láminas que, situada entre la parrilla Singleframe y el radiador principal de refrigeración, se mantiene cerrada para mejorar la calidad de rodadura cuando el motor no necesita mucho aire.
Todo esto hace que los kilómetros vayan pasando sin apenas darte cuenta, jugando con los sistemas de asistencia de conducción y con el motor y la caja de cambios para hacer que por ejemplo en las pendientes descendentes, se desacople la caja de cambios del motor y así mejore la inercia con la que se mueve este mastodonte que ya no parece tan torpe como inicialmente pensaba.
Los consumos que estamos consiguiendo son muy bajos, con apenas 8,1 l/100 km a pesar de que el ritmo en carretera está siendo alto. Audi homologa 5,4 l/100 km para esta motorización, pero tampoco vamos a buscar esa cifra, simplemente estamos disfrutando de uno de los mejores coches para viajar de cuantos he conducido en los últimos tiempos.
Al encarar puertos de montaña en subida, el coche se comporta mejor de lo esperado. Subestimé el poder de semejante coche con solo 218 CV de potencia, pero lo cierto es que la combinación de esos 500 Nm de par y la caja de cambios Triptronic de 8 velocidades perfectamente ajustada para sacar lo mejor de sí, son suficientes para que en esas pendientes tan pronunciadas puedas mantener un ritmo suficiente como para que te coja un radar.
La noche cae y los faros Matrix LED (opción por 1.175 euros) entran en acción. Apenas había tráfico esa noche en el sentido en que yo me dirigía hacia Galicia, y entonces comienza el espectácilo. Los faros, están coordinados con el MMI Navegación plus de forma que cada faro Matrix LED divide su luz larga en 15 diodos emisores de luz individuales combinados con tres reflectores. Una cámara en el retrovisor interior analiza las condiciones del tráfico y así emite un haz de luz a las señales de los extremos de la vía, a esa cuneta donde puede haber algún peligro o varía la intensidad y dirección de la luz dependiendo del tráfico que haya en sentido contrario.
Es tan cómodo viajar así, con este tipo de ayudas, que a pesar de la nevada inicial, llegué a mi destino situado a 600 kilómetros de distancia tan descansado que podría haber hecho el viaje de regreso directamente. Eso, es algo que se consigue aunando muchos elementos de asistencia a la conducción y confort de marcha para que hagan que la experiencia a bordo sea lo más placentera posible, algo que no todos los coches consiguen. La vuelta fue igual pero cargado hasta los topes, con cuatro pasajeros y el maletero lleno hasta arriba.
Audi Q7: nuestra puntuación
.2
A favor
- Calidad de rodadura
- Consumos contenidos
- Oferta tecnológica
- Versión de 7 plazas
En contra
- Precio base
- Opciones caras
- Acceso tercera fila de asientos
El Audi Q7 3.0 TDI 'Ultra' es una versión muy interesante. Con sus aparentemente escasos 218 CV de potencia, es capaz de moverse con una dignidad asombrosa consiguiendo unos consumos muy ajustados, algo a tener en cuenta hoy en día en modelos de este segmento en los que parar a menudo a repostar debería ser cosa del pasado.
Vale que equiparlo como esta unidad, con todo lujo de detalles puede hacer que la factura final supere los 100.000 euros y eso pueda parecer una locura para un "simple diésel de 218 CV", pero también puedo asegurar que hoy por hoy no hay ningún coche en su segmento capaz de ofrecer una experiencia de conducción tan refinada y agradable como la que ofrece el Q7. Sin duda, un perfecto aperitivo antes de la llegada el año próximo del Q8, el llamado a convertirse en el SUV de lujo de la marca de los cuatro aros.
Ficha técnica
Versión probada | 3.0 TDI 'Ultra' | |||
Cilindrada | 2967 cm³ | Tipo de tracción | Quattro | |
Bloque motor | V6 diésel | Combustible | Gasóleo | |
Potencia (CV @ rpm) | 218 @ 3.250 | Capacidad del depósito | 75 litros | |
Par motor (Nm @ rpm) | 500 @ | Consumo urbano | 6,4 l/100 km | |
Masa en vacío | 1.995 kg | Consumo extraurbano | 5,7 l/100 km | |
Velocidad máxima | 216 km/h | Consumo combinado | 6 l/100 km | |
Aceleración 0-100 km/h | 7,1 segundos | Capacidad maletero | 890 litros | |
Transmisión | 8 Velocidades Triptronic | Precio | 71.650 euros |
El coche para esta prueba ha sido prestado por Audi. Para más información consulta nuestra guía de relaciones con empresas
Fotografía | Héctor Ares