Opel celebra este año 2019 su 120 aniversario como fabricante automovilístico desde que comenzase su andadura en la industria allá por 1899. La firma del rayo comenzó a escribir por entonces una larga historia que arrancó con las 70 unidades de su primer modelo, el Patent Motorwagen de 3,5 CV y 20 km/h de velocidad punta, y continúa en la actualidad acumulando ya más de 70 millones de automóviles fabricados.
En estos 120 año de vida, la diversidad de modelos lanzados por Opel ha sido infinita: desde el ligero Opel 4/8 PS hasta el recién renovado Opel Corsa, pasando por el exitoso Kadett, predecesor del Astra, entre otros muchos. Una amalgama de vehículos heterogéneos que recoge la evolución constante que ha experimentado una industria cuyo futuro ya se deja entrever en los concept de las diferentes marcas.
Opel mostró el año pasado a través de su prototipo Opel GT X Experimental el renovado diseño y las nuevas tecnologías que tratará de incrustar en sus vehículos de la próxima década, pero eso no ha sido siempre así. Y es que estos escaparates futuristas a los que nos tienen acostumbrados hoy en día las firmas no nacieron con los primeros automóviles.
De hecho, no fue hasta 1933 cuando afloró la cultura de los concept por medio del Volvo Venus Bilo, pionero en su especie. En el caso de Opel, hay que remontarse a 1965 para encontrar el primer prototipo presentado en sociedad, el Opel Experimental GT. Desde entonces hasta 2019, 13 ocurrentes vehículos han sido los encargados de permitirnos vaticinar el porvenir del fabricante alemán.
Opel Experimental GT
Opel aprovechó el Salón de de Frankfurt de 1965 para deleitar a su público con este prototipo que a la postre derivaría en un cupé biplaza cuya producción se acometió entre 1968 y 1973. A nivel estético, destacó por presentar un diseño embaucador para la época gracias a sus líneas redondeadas, los característicos faros retáctiles y la ausencia de maletero.
El diseño corrió a cuenta de Erhard Schnell, también ideólogo de los Opel Calibra (1989-1997) y Opel Corsa A (1982-1993), la primera generación del longevo compacto que contará con una versión eléctrica el próximo año.
El Opel Experimental GT escondía bajo el capó un motor gasolina de 1,9 litros y 90 CV con el que era capaz de alcanzar los 185 km/h, unas cifras nada desdeñables para la década de los setenta. La suma de esas prestaciones y su apariencia supusieron la venta de más de 100.000 unidades de este deportivo, cuyo éxito comercial se vio favorecido también por la variante más económica que vio la luz en el Salón de Ginebra de 1971.
Opel CD (1969)
Ha pasado exactamente medio siglo desde que el Opel CD Concept se presentase en el Salón de Frakfurt de 1969, si bien a buen seguro todavía habrá quien se acuerde de este espectacular Gran Turismo basado en el cupé Opel Diplomat debido a su peculiar acceso. Las puertas convencionales quedaban integradas en un parabrisas envolvente que hacía las veces del Pilar A y se levantaba gracias a un sistema hidráulico para permitir el acceso al interior.
El habitáculo era de los más vistoso para su tiempo. Estaba equipado con teléfono, sistema de aire acondicionado y panel de instrumentación, además de contar con un juego de pedales capaces de acercarse al conductor por sí mismos ya que los asientos estaban anclados.
George Gallion y su equipo fueron quienes pusieron la rúbrica al diseño de este prototipo, aunque no menos impactante era su mecánica, un apetecible motor V8 Chevrolet de 327 ci (5.3 litros) y 227 CV incluido en la variante propuesta por el diseñador italiano Frua en 1970. El resultado fue un modelo con mucha historia detrás y súmamente caro, por lo que Opel terminó cancelando el proyecto... y dando vida a Bitter Automobile.
Opel GT2 (1975)
El siguiente soplo de innovación de Opel no tardaría mucho en llegar. El Opel GT2 se desveló en el Salón de Frankfurt de 1975, dos años después de que estallase la Crisis del petróleo, por lo que los avances que incorporaba este futurista cupé se centraron en la eficiencia a fin de menguar las cifras de consumo de carburante.
Por tanto, el fabricante alemán, por aquel entonces en manos del gigante norteamericano General Motors, apostó por un concept en forma de cuña a fin de maximizar el desarrollo aerodinámico, logrando un sensacional coeficiente aerodinámico (Cx) de 0,32 y mejoranado en un 16% lo logrado en el Opel GT Experimental. El corazón de este eficiente cupé biplaza era un motor gasolina 1.9 litros y 4 cilindros.
En cuanto al estilo, las puertas deslizantes con rieles ocultos fueron los elementos más llamativos del exterior, mientras que las bendiciones del interior eran un habitáculo modular intercambiable con pantallas digitales y hasta un ordenador. No faltaban tampoco los asientos deportivos construidos con componentes individuales de plástico y foam.
Opel TECH 1 (1981)
Tras una década de los setenta en la que el cuidado del medio ambiente era asunto de estado como consecuencia de la Crisis mencionada, el Opel TECH 1 presentado en el Salón de Frankfurt de 1981 mejoró la tendencia que inició el concept que lo precedió.
Este vehículo, centrado en ofrecer nuevas soluciones en las áreas de emisiones contaminantes, ruido, consumo de energía y seguridad, logró un coeficiente aerodinámico de 0,235, lo que le permitió influir en los futuros Opel Kadett E (1984), al Opel Omega (1986) e incluso a algunos modelos de otros fabricantes. La base del Opel Tech I 1981 era la plataforma T de General Motors, empleada en el Kadett D.
Además, la marca de Rüsselsheim dio un importante salto de calidad en el interior de este concept aumentando la presencia de instrumentos electrónicos digitales y las teclas táctiles electrónicas en torno al piloto.
Opel Junior (1983)
Opel presentó en el Salón de Frankfurt de 1983 el Opel Junior, un pequeño utilitario de tres puertas y apenas 3,41 m de longitud (21 centímetros más corto que la primera generación del Opel Corsa, que había sido lanzada un año antes), cuyas fortalezas eran la ligereza y practicidad y un buen coeficiente aerodinámico de 0,31.
Además, el Opel Junior, antecedente del actual Opel Adam, optó por un interior en el que instrumentos como la radio, los altavoces y el reloj que copaban la consola central podían ser fácilmente extraíbles e intercambiables. Asimismo, contaba con otras soluciones sencillas e ingeniosas como las fundas de los asientos, que podían convertirse en sacos de dormir. Facilidades para acampar, daba.
Este modelo, cuyo peso en vacío se cfraba en tan solo 650 kg, estaba animado por un motor de gasolina de 1.2 litros capaz de desarrollar hasta 55 CV de potencia.
Opel G90 Concept (1999)
El anuncio de la entrada en vigor en 1990 de una nueva normativa de emisiones europea más estricta que el régimen anterior, el ya obsoleto y condescendiente ciclo NEDC, abocó a los fabricantes a focalizar aún más sus esfuerzos en reducir los niveles de partículas nocivas emitidas por sus automóviles.
Por tanto, Opel se centró en presentar un futuro coche compacto más limpio que llegaría en 1999 en forma de prototipo y llamado el Opel G90 Concept, cuyo nombre hacía mención a sus emisiones de CO2: sólo 90 g/km. Una media que era posible gracias a la eficiencia de su compacto motor gasolina de tres cilindros y a una carrocería en la que el peso reducido (750 kilos) y la aerodinámica (0,22) eran las principales características.
Si bien, estéticamente no era especialmente atractivo. Se trataba de una suerte de monovolumen redondeado en el que las formas se moldearon en función de obtener la mayor eficiencia aerodinámica posible.
Opel Frogster (2001)
Sólo dos años después de la presentación del Junior, Opel volvió a la carga con otro modelo utilitario, el Frogster, pero en esta ocasión para hacer alarde de sus progresos en tecnología. Este concept, que fue presentado en la edición de septiembre de 2001 Salón de Frankfurt, incluía novedosas soluciones que hasta el momento no estaban implantadas en el sector automovilístico.
Entre ellas destacaban una firme persiana eléctrica que servía de techo, y su futurista y excepcional versatilidad, ya que el conductor podía convertirlo en un roadster, un descapotable o una pick-up con sólo pulsar un botón de la PDA situada entre los dos asientos delanteros.
Opel Insignia (2003)
Pero la ostentación de la firma del rayo con la tecnología del Frogster resultó ser un simple preámbulo de lo que estaba por llegar en 2003. Opel presentó, de nuevo en Frankfurt, el Opel Insignia, un concepto completamente nuevo de vehículo de lujo, de grandes dimensiones (segmento F) y con un motor que desarrollaba 344 CV de potencia.
El lenguaje de diseño del Insignia también tuvo un impacto considerable en los siguientes modelos de producción de Opel, llegando a dar nombre a la nueva generación del modelo tope de gama de la marca a partir de 2008.
Esta prestigiosa berlina incorporaba unas elegantes líneas de diseño progresivo e innovaciones como la iluminación con tecnología LED, un sistema de suspensión hidro-neumático y un mecanismo tipo pantógrafo para las puertas correderas traseras.
Un año después de su llegada, el Opel Insignia fue nombrado Coche del Año en Europa de 2009, un galardón que la marca alemana no conseguía desde 1987 con el Opel Omega A. En la actualidad, Opel comercializa la segunda generación de esta berlina de grandes dimensiones, que fue actualizada en 2017 dando un importante salto cualitativo por dentro y por fuera.
Opel Flextreme (2007)
Opel presentó en 2007 su modelo Flextreme, un hito en el desarrollo de la propulsión eléctrica de la firma puesto que con él traía a Europa un automóvil híbrido de autonomía extendida. Es decir, disponía de un motor 1.3 turbodiésel Ecotec que alimentaba el motor eléctrico encargado de mover el eje delantero, dotando al vehículo de una potencia de 120 kW y un par de 320 Nm.
De este modo, el propulsor de combustión no estaba conectado con las ruedas del vehículo, sino que sólo se dedicaba a producir electricidad para ampliar la autonomía del coche (55 km sólo con las beterías de litio), permitiendo cubrir hasta 775 kilómetros sin necesidad de parar.
Según las cifras de Opel, el modelo estaba preparado para emitir 40 gr de CO2 por km y homologaba un consumo de sólo 1,54 litros/100 km, en parte gracias a las bajas rpm a las que funcionaba su corazón diésel, entre 1.500 y 1.800 rpm. Solo en momentos de máxima demanda subía pulsaciones hasta las 3.200 rpm.
El Opel Flextreme era la alternativa europea GM al Chevrolet Volt, con el que compartía plataforma, pero equipando un propulsor diésel en lugar del gasolina del modelo americano. Su diseño frontal, además, inspiró el del Opel Ampera, que fue lanzado en 2011 y elegido Coche del Año en Europa en 2012.
Opel RAK (2011)
La batalla de Opel por lanzar un automóvil eléctrico al mercado se tradujo en el Salón de Frankfurt de 2011 en el Opel RAK, el primer prototipo eléctrico biplaza con el logo del Blitz. Su peso, tan solo 385 kg.
El Opel RAK concept se creó como una solución a los problemas de tráfico de las grandes ciudades, por lo que ofrecía unas cifras destinadas la movilidad urbana: la autonomía rondaba los 100 km y alcanzaba una velocidad máxima de 75 km/h.
El aspecto más llamativo de su diseño futurista (que evoca en cierta manera al Renault Twizy ) era la original distribución de las dos plazas en tándem, con el pasajero detrás del conductor, para reducir la anchura del coche a fin de ganar en agilidad. Las ruedas traseras fuera de la carrocería lucían como el otro gran elemento distintivo. Su frontal, además, es similar al que luce el Ampera.
Opel Monza (2013)
En 2013, Opel decidió volver a dar un golpe de timón en el diseño de sus concept y abandonar los modelos de dimensiones y consumos comedidos para volver al formato original de sus primeros prototipos, los cupés. Para ello, hace seis años llevaron al Salón de Frankfurt el Opel Monza, un deportivo de cuatro plazas y diseño radical, con puertas alas de gaviota incluidas.
El nombre Monza fue herencia directa del cupé fabricado por la compañía alemana entre 1978 y 1986. El prototipo medía 4,7 metros de longitud y 1,31 metros de altura, mientras que su peso se elevaba hasta los 1.300 kilos consecuencia del equipamiento tecnológico del que presumía. Entre otras cosas, contaba con 18 proyectores led mostraban una toda la información con aspecto tridimensional sobre el salpicadero, configurable con órdenes táctiles y vocales.
Asimismo, el Opel Monza mejoraba la eficiencia del sistema híbrido enchufable desarrollado por la marca introduciendo una versión de GNC (Gas Natural Comprimido), que hacía las veces de generador de energía para el motor eléctrico.
Opel GT Concept (2016)
Pero si hablamos de diseño deportivo y futurismo en Opel, el prototipo GT Concept presentado en el Salón de Ginebra de 2016 se lleva la palma. Se trata de un prototipo biplaza de carácter deportivo puro, aunque más por dentro que por fuera puesto que sus prestaciones eran de lo más terrenales.
De hecho, el motor encargado de mandar el movimiento al eje delantero era el tricilíndrico turboalimentado de un litro se ofrecido en los Adam, Corsa y Astra, aunque en una variante de 145 CV y 205 Nm. Sobre el papel, la aceleración 0 a 100 km/h s cifraba en 8 segundos y la velocidad máxima en 215 km/h.
Pero es que, como ya hemos mencionado, el Opel GT Concept se centró en combinar lo nuevo de la firma en materia de tecnología con las reminiscencias del diseño clásico, pues estaba inspirado en el Opel GT de serie de la década de 1960.
El toque innovador lo ponían sus puertas sin marcos o la ausencia de limpiaparabrisas y tiradores de las puertas, reemplazados por un botón para la apertura eléctrica situado en la franja roja que nace en los neumáticos delanteros y se eleva hasta el borde del techo.
Además, por entonces ya comenzó a ser tendencia el reemplazo de los retrovisores convencionales por cámaras, algo visto posteriormente en los recientes Audi e-tron o Lexus ES, por citar algunos ejemplos.
Opel GT X Experimental (2019)
Estos más de 50 años de prototipos de Opel destinados a mostrar y materializar ideas revolucionarias, encuentran su última propuesta en el Opel GT X Experimental mostrado este mismo año en el Salón de Ginebra.
Tras llevar al mercado los sistemas de propulsión eléctricos en los que se centraron un gran número de prototipos en los años previos, el concept GT X Experimental refleja la otra gran batalla en la que se encuentran inmersos los fabricantes y que encontrará con grandes avances durante la próxima década: la conducción autónoma.
El Opel GT X Experimental es un SUV que anticipa lo que presumiblente está por llegar en los próximos diez años. Propone un sistema de conducción robotizada de Nivel 3 según la escala SAE (de ingenieros automotrices), lo que significa que puede gestionar todos los aspectos de la conducción, pero el conductor tiene que responder a las solicitudes de intervención.
Por otra parte, este crossover de 4,06 metros y 5 puertas adelanta las líneas de sus modelos futuros. Algunas pistas que deja son unas ruedas de gran tamaño con llantas de 17 pulgadas y las puertas de apertura inversas: las bisagras están colocadas en la parte trasera, por lo que las cuatro puertas se abren a favor del sentido de la marcha del SUV, a 90 grados y con el movimiento del pie. Por supuesto, no faltan las cámaras en lugar de los retrovisores, si bien la ley aún no permite su implantación.
Todo ello, por supuesto, sin abandonar la electrificación. El coche está impulsado por una batería compacta de ión-litio de 50 kWh con carga inductiva, de la que la firma no especificó la autonomía en km.
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