No es la primera vez que hablamos de impresión 3D en Motorpasión, pero sí es la primera en que el protagonista es todo un superdeportivo, cuyos componentes han sido fabricados utilizando esta técnica que lleva décadas aplicándose a nivel industrial para múltiples y variados usos. Creado por Divergent Microfactories, se llama Blade y te lo vamos a presentar.
A la vista de la fotografía, ¿pensarías que su chasis está impreso en 3D? Pues lo cierto es que lo está, aunque no es de plástico. Kevin Czinger, responsable del proyecto, ha utilizado este tipo de impresión en metal a partir de aluminio en polvo, para crear piezas de aluminio, que después se combinan con fibra de carbono con el fin de crear la estructura del chasis. Para fabricantes pequeños, este método de fabricación resulta mucho más fácil y asequible.
"La impresión 3D hace más fácil diseñar partes complejas que serían difíciles de fabricar utilizando tecnologías tradicionales", afirma Brad Balzer, ingeniero involucrado en la creación del superdeportivo. Según la compañía, además, la mezcla de aluminio y fibra de carbono en el chasis resulta lo suficientemente rígida y fiable como para que no haya dudas en cuanto a seguridad.
El objetivo principal, además de reducir costes, ahorrar energía y contaminar menos, es reducir drásticamente el peso de los vehículos fabricados mediante ésta técnica. El Blade pesa unos 635 kilogramos, pero si sumamos que esconde un motor de 700 CV, la relación peso-potencia es de auténtico infarto. Eso sí, todavía es un prototipo, así que no nos hagamos ilusiones, de momento.
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