Esta preciosidad que fue creada bajo la batuta de Ferdinand Piëch es una rareza muy codiciada para los especialistas y amantes de Porsche, que próximamente saldrá a subasta en Monterrey.
Se trata de uno de los veinte únicos ejemplares Porsche 911 R que se fabricaron a finales de la década de los sesenta del siglo pasado. Nació para competir con las más altas aspiraciones de rendimiento y aunque no como se esperaba, acabó por conseguirlo.
Ahora, los especialistas de RM estiman que su precio de venta podría batir todos los récords.
Uno de los únicos 20 Porsche 911 R que se fabricaron en 1967
Porsche rara vez sigue el ejemplo de otro fabricante de automóviles, pero el primer director de carreras de Zuffenhausen, el legendario Ferdinand Piëch, se tomó muy en serio la máxima de Colin Chapman (fundador de Lotus) de "añadir ligereza" a sus coches.
Piëch fue quien encomendó a sus ingenieros que redujeran al máximo el peso del 911 S coupé de 1967 con el objetivo de competir en la categoría GT 2.0 de la FIA, y bajo su supervisión se construyeron cuatro prototipos: el 305876 (R1), el 306681 (R2), el 307671 (R3) y el 307670 (R4), que resultaron ser verdaderas máquinas de competición.
Así, Porsche encargó al carrocero Karl Baur la construcción de otros 20 ejemplares en una serie de producción numerada, del 118990001R al 118990020R.
La producción artesanal de estos 911 R estaba muy lejos de la típica producción en cadena de montaje que empleaba Porsche en aquella época. Si hubiera podido, Piëch habría construido más, pero la dirección consideró que esa habría sido una inversión demasiado elevada y no la autorizó.
Los 911 R especialmente creados para competir, estaban dotados de ventanas laterales y traseras realizadas en plástico ligero en lugar de cristal, y llevaban muchos de los paneles de su icónica carrocería rehechos en fibra de vidrio.
Además, para este coche se adoptaron algunos elementos de competición en el habitáculo como la instrumentación, mientras que otros fueron directamente eliminados. El resultado de esta dieta estricta de adelgazamiento fue un peso pluma en vacío de 816 kg.
Los faros estaban firmados por NSU y Volkswagen y las ruedas Fuchs de los 20 911 R llevaban llantas tipo "Deep Sixes" en la parte delantera y "Seven Rs" en la parte trasera, con los guardabarros ensanchados. Todos los coches se terminaron en color “Light Ivory” con interiores livianos en negro, salvo dos, que se personalizaron para sus dueños finales.
En cuanto al motor para esta serie limitada de velocistas, era un bóxer de seis cilindros planos de competición Tipo 901/22 que se tomó prestado del 906, pero se ajustó para llegar a alcanzar los 210 CV de potencia.
Así el discípulo superó al maestro y el R ganaba en potencia al Porsche 911 S, la alternativa más prestacional del icónico 911 en aquella época.
Pese a todo, cuando Porsche intentó convencer a la FIA de que el nuevo R era simplemente una variación del 911 S, el organismo rechazó la homologación y los R se vieron obligados a inscribirse como prototipos.
La mayoría fueron finalmente vendidos a coleccionistas y ocho de los 20 coches de producción acabaron en Francia.
Un currículum muy completo
El protagonista del post, con el número de serie 11899006R, salió de la fábrica el 26 de octubre de 1967 con destino a Porsche Sonauto France en París.
De allí, pasó a manos de su primer propietario, Fernand Schigler, un consumado corredor de rallyes que competía con varios Renault y Peugeot con cierto nivel de éxito.
Solo cuatro días después de obtener la licencia de su nuevo Porsche, Schigler ya le había instalado un cuarteto de luces para correr en el "Tour de Corse de 1967" con el número 96 y acompañado por Gérard Couzian como copiloto.
Fue el primero de muchos rallyes para este 911 R que disfrutó de una muy buena vida y apenas cambió de propietario hasta 2014, cuando fue descubierto por Kobus Cantraine, restaurador y distribuidor belga de Porsche.
Con la ayuda de algunos de los mejores especialistas de Porsche en Bélgica, Cantraine decidió someter al 911 R 11899006R a una restauración profunda y localizó al coleccionista que en ese momento tenía en su poder el motor original.
Además, instaló media jaula antivuelco de fábrica y añadió un volante Monza de tres radios, los interruptores de apagado y encendido específicos del 911 R y un par de cronómetros NOS Heuer Monte Carlo.
En la actualidad, los 911 R son la variante del 911 más codiciada entre los coleccionistas -sobre todo para los que están especializados en la marca- y rara vez cambian de manos.
Lo que hace que esta unidad con un nivel exquisito de detalle sea todavía más deseable, es que es uno de los pocos que están equipados con su motor original, que en esta unidad, cuenta con carcasa de magnesio.
En la subasta, que tendrá lugar el próximo 14 de agosto en la Monterrey Car Week, RM Sotheby's estima que esta reliquia llegue a alcanzar un precio de récord, pues el precio de salida ya es de casi 3,8 millones de euros (4,5 millones de dólares).
Concretamente, apuntan a la posibilidad de que este 911 R llegue a venderse por unos 4,6 millones de euros (5,5 millones de dólares). ¿Estarán en lo cierto? Saldremos de dudas en unos días.
Fotos: RM Sotherby´s
En Motorpasión | Este Porsche 911 restomod es una maravilla de 507 CV creada por Singer, cuesta más de dos millones y los merece