Mientras las monarquías Premium no hacen más que aumentar sus catálogos, otros fabricantes piensan en hacer justo lo contrario. Es el caso de PSA Peugeot Citroën, cuyo nuevo timonel --Carlos Tavares-- ha visto que hay demasiados modelos y ha sacado las tijeras la motosierra que le regaló Rajoy para reducir gamas.
En 2016 Citroën tendrá un modelo menos, en 2022 habrán pasado de los 15 actuales a siete. Peugeot tendrá 16 modelos en 2018 (25 hoy), y 13 modelos en 2022. Es una carnicería. Aunque no se han desvelado los modelos que serán descatalogados, diversos analistas y topos saben por dónde irán los tiros.
Carlos Tavares mandará el sacrificio del pequeño utilitario Peugeot 108 (sí, el que acaba de salir) cuando acabe su ciclo de vida, dejando ese segmento a Citroën. Lo mismo pasará con el gran monovolumen 807, que no será renovado y quedará el Citroën C8 (o su sucesor) en los siete plazas.
Los coupés-cabriolet 207 CC y 308 CC no se renovarán al ser un segmento que cae en Europa, y están terminando sus ciclos de vida, así que serán de los primeros. Tampoco se espera que se renueven los 3008 y 5008, que no han llegado a su objetivo de ventas, recibieron recientemente un restyling.
El experimento del 4008, un remarcado del Mitsubishi ASX, no está funcionando y también será suprimido. Qué mala suerte tiene Peugeot con los modelos "doble cero", a excepción del 2008, que lo venden como churros. Se centrarán en los segmentos B, C y D, con sus correspondientes SUV y Crossover.
Peugeot pretende competir de tú a tú con Volkswagen, en el sentido de generalista de precios superiores a la media, pero igualando calidades. Con esta masacre de modelos esperan ahorrarse 300 millones de euros cada año. Mientras tanto VW sigue pensando en qué segmentos nuevos cubrir, en Europa, el mundo y el Universo.
Fuente | Automotive News