28 de Diciembre, Los Palacios (Sevilla). Unos amigos decidieron que era una buena inocentada hacerse pasar por la Guardia Civil y hacer controles de alcoholemia.
Un poco de mala leche, desparpajo andaluz y una apariencia creíble fueron los ingredientes mezclados.
La broma discurrió bien hasta que se presentaron en la zona unos agentes de paisano, que habían sido alertados por quejas de conductores que habían sufrido la inocentada.
Me temo que el instituto armado no se lo tomó muy bien, pues hubo cinco detenidos, luego puestos en libertad. Están acusados de los delitos de usurpación y falsedad, pues suplantar a un funcionario público no está muy bien visto. El caso es que no era la primera vez que esto ocurría en el pueblo, donde todos se conocen.
¿Soy el único que cree que ha sido excesiva la reacción oficial?
Fuente | El Mundo, El Correo de Andalucía