Unos días antes del National Donut Day, concretamente el pasado martes, un ciudadano estadounidense de Randolph, Nueva York, decidió sacar a pasear su coche con ánimo de hacer algún que otro donut en medio de la calle principal del pueblo. Poco después, la policía lo detuvo por su hazaña y descubrió que el hombre, de nombre James Fiebelkorn, estaba bebido.
Tras imponerle una multa y citarle por conducir bajo la influencia de alcohol (DUI o driving under the influence), Fiebelkorn volvió a casa, pero la cosa no había acabado. Al día siguiente, su vecino llamó de nuevo a la policía puesto que el bueno de nuestro protagonista se dedicó a cortar el césped de su jardín de una forma original. ¿Cómo? Pues haciendo donuts con el coche, por supuesto, con la hierba yendo a parar a casa del vecino.
¿Resultado? Detenido de nuevo. A juzgar por las imágenes policiales tomadas ambos días en el momento de la detención (ver aquí), al señor Fiebelkorn le debía importar bien poco el asunto. Se lo pasaría bien, suponemos. Ahora bien, ese segundo día fue directo a la cárcel por conducta criminal y se le negó la posibilidad de pagar los 2.000 dólares que le pedían de fianza por lo del primer día.
Vía | Motortrend
Fuente | WIVB4
