La barrera del sonido era un concepto poco explorado hasta mediados de los años 40. Los pilotos de algunos P-51, P-47, Me-262, Ta-152 y otros cazas de la Segunda Guerra Mundial notaban unos efectos aerodinámicos extraños cuando hacían picados prolongados y cogían mucha velocidad. La barrera del sonido se rompió oficialmente hace exactamente 60 años, por el piloto de la USAF Charles Yeager, en un Bell X1 propulsado por motor cohete… pero esa es otra historia.
Una vez roto el récord en el aire, quedaba el reto de conseguirlo en superficie y sobre ruedas. Las dificultades eran considerables, sobre todo relativas a la potencia necesaria y a la estabilidad del vehículo. Un Bugatti Veyron sobrepasa por poco los 400 Km/h con 1.001 CV de potencia, y cuando se quiere conseguir tal velocidad, hace falta una potencia bestial, ni mucho menos es proporcional.
Pegamos un salto hasta 1997 en Black Rock, estado de Nevada (EEUU). Andy Green se proponía romper la barrera del sonido, y por tanto el récord de velocidad en tierra, con el Thrust Super Sonic Car (SSC). No tenía motor de embolos (lo que conocemos para coches) sino dos turborreactores Rolls Royce Spey 202, que propulsaron al mítico McDonell Douglas F-4 Phantom, el padre del F-15. La potencia que podía desarrollar el coche era del orden de 110.000 CV, y como es lógico, los reactores no animaban transmisión alguna a las ruedas, estas iban libres.
El 13 de Octubre, en medio de una gran expectación de los medios, Andy Green logró alcanzar la nada desdeñable cifra de 1.229,81 kilómetros por hora, más de Mach 1 u 740 millas por hora, pero no se hizo oficial. Dos días después logró mejorar el récord hasta 1.232,93 Km/h y entonces sí.
La proeza se realizó en el desierto entre grandes medidas de seguridad. Para quien se haga la pregunta, ningún cinemómetro de la DGT habría conseguido sacar la matrícula del coche, se escapa a sus posibilidades por más de 800 Km/h.
¿Por qué he dicho oficialmente? Por que se supone que el Budweiser Rocket consiguió superar Mach 1.01 en 1979, pero no hubo pruebas suficientes como para certificar el récord, por la imprecisión de las medidas y por que los testigos presenciales no oyeron el estampido sónico que se produce al superar dicha velocidad. Más información en la Wikipedia (en inglés).
Al que le interese la historia de cómo se rompió la barrera del sonido, que se haga con la película “Elegidos para la gloria” o en inglés “The Good Right Stuff”, que relata cómo fue la conquista del Espacio desde los intentos de romper la barrera del sonido hasta los años 70.
Por cierto, el 9 de Abril de 1945, presuntamente, el piloto alemán Hans Guido Mutke atravesó la barrera del sonido con su Messerschmitt Me-262 (el primer cazabombardero a reacción y ala en flecha) huyendo de unos cazas americanos de hélices, poco antes de que cayese definitivamente el III Reich. No hay pruebas de su logro.
Fuente | Microsiervos y Wikipedia
Más información | Thrust SSC Web Site (oficial)