La tecnología Stop&Start en sus diferentes variantes es probablemente uno de los sistemas más de moda en los coches de hoy en día. Aunque el porcentaje de coches sobre el total que tienen este sistema es todavía pequeño, es probable que algunos de vosotros ya contéis con él en vuestro vehículo.
Si es así, hay algunos consejos que pueden resultaros interesantes para conseguir aprovechar al máximo este sistema. En realidad el truco consiste en conseguir que el motor esté el máximo tiempo apagado, y para ello hay que intentar cambiar algunas costumbres.
Por ejemplo, al llegar a un semáforo en rojo, no pongas punto muerto y dejes ir el coche lentamente hasta donde tienes que detenerte. En lugar de eso es mejor dejar una marcha engranada, permitir que sea la inercia la que nos lleve hasta el punto donde queremos detenernos, y parar el coche lo antes posible, de manera que el sistema detenga el motor.
Algunos modelos, como el Citroën C3 e-HDi (microhíbrido), detienen el motor automáticamente cuando la velocidad es baja (en el Citroën C3 e-HDi a partir de 20 Km/h), si se cumplen unas condiciones y si este no se necesita. En ese caso, ante una parada inminente, lo más recomendable es alcanzar pronto esa velocidad límite para detener el motor de combustión.
Una vez en el semáforo, si no estás el primero de la cola, no caigas en la tentación de engranar la marcha cuando el semáforo se ponga el verde. En muchas ocasiones pasarán todavía algunos segundos hasta que puedas iniciar la marcha.
Por otro lado deberíamos evitar mover el coche mientras el semáforo permanece en rojo. Aunque el vehículo que nos preceda se mueva unos centímetros no ganamos nada arrancando el motor y acercándonos a él, pero no alguna extraña razón nos suele gustar apurar la distancia.
El último consejo es el más evidente. Utiliza el sistema. Hay muchas personas a las que este sistema no les agrada, porque les parece tosco o simplemente dudan de su eficacia en el consumo.
Mi recomendación es que le des una oportunidad antes de desactivarlo, es verdad que en algunos casos se puede tardar un poco en acostumbrarse a él, pero una vez pasado un periodo de adaptación, puede hacer que nos ahorremos unos euros cuando conduzcamos por ciudad.
Es verdad que este sistema no hace que un motor gastón se convierta en un mechero, pero conceptualmente tiene mucho sentido. Si la gasolina está muy cara, ¿qué hago yo con el motor encendido y el coche parado? Pues derrochar combustible, por poco que sea.
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