Hace unos días Nissan presentó tanto la NV200 como la e-NV200 como los futuros taxis para la ciudad de Barcelona, siguiendo el ejemplo iniciado en Londres y Nueva York y que tan buenos resultados les está dando.
Bajo mi punto de vista el principal motivo por el que el Ayuntamiento de la Ciudad Condal debe elegir este y no otro coche como taxi debe ser que Nissan ha invertido 100 millones de euros y creado 700 puestos de trabajo para fabricar a partir de finales de 2013 el NV200 eléctrico en su factoría de Zona Franca.
Tal vez para algunos esto no sea un motivo suficientemente importante, así que reflexionemos un poco sobre el tipo de taxis que tenemos en las ciudades españoles y su utilidad. Por desgracia soy usuario bastante habitual de taxis, cojo unos 4 o 5 a la semana, así que me considero bastante experimentado en la materia como para opinar.
En España los vehículos homologados para trabajar como taxi tienen que pasar, en la mayoría de las grandes ciudades, por una homologación por parte de las administraciones. En ciudades pequeñas o pueblos, en cambio, se puede elegir el coche que el taxista quiera para hacer sus servicios.
A lo largo de los últimos años he montado en todo tipo de taxis. En Madrid que es dónde cojo la mayoría de ellos, los Skoda Octavia parecían llevarse el grueso del mercado hasta que comenzaron a aparecer los Toyota Prius y los taxistas se dieron cuenta de que con el ahorraban mucho dinero gracias a su sistema híbrido.
Los Octavia son berlinas cómodas y amplias, e incluso he llegado a ver algún Superb dónde te sientes como un ministro camino del consejo gracias a su amplitud para las piernas en las plazas traseras. Los Prius por su parte tienen como bondad la suavidad de marcha durante los trayectos urbanos. Además te bajas con la conciencia más tranquila sabiendo que esa carrera que acabas de pagar ha contaminado mucho menos que otras.
En mis viajes por toda España me he encontrado con muchos otros modelos de taxi, desde SEAT Córdoba hasta Peugeot 307 e incluso un SEAT León FR diesel en Vigo. Ver para creer.
Aprendamos de los taxis de otras ciudades europeas
Lo que nunca he entendido es como en España o en alguna de sus grandes urbes, ninguna administración se ha atrevido a elegir un modelo concreto como único taxi homologado. En Londres los LTi tienen muchas ventajas respecto a los turismos normales, y estas ventajas pueden ser mayores si se elige el modelo de coche adecuado.
Un tema importante es la capacidad de pasajeros que puede llevar un taxi. En España por norma, el máximo de pasajeros que puede llevar un taxi son cuatro, uno sentado en el asiento del copiloto (delante de las fotos de la familia del taxista) y tres en la parte posterior.
En Londres en cambio, pueden viajar cinco pasajeros, tres en el sentido de la marcha y dos en sentido contrario con los asientos desplegables. Por poner otros ejemplos, hace poco en un viaje en el que íbamos un grupo de 10 personas por Roma, llamábamos exclusivamente a empresas de taxi que disponían en su flota de Fiat Multipla, el espantoso monovolumen de seis plazas.
Así, con dos taxis podíamos desplazarnos los 10 integrantes del grupo, mientras que en España tendríamos que llamar a tres taxis y aguantar la mala cara de alguno de los taxistas cuando le obligamos quitar sus objetos personales del asiento del conductor para sentarnos ahí.
Los monovolúmenes como la Nissan NV200 son bajo mi punto de vista los tipos de coches más adecuados para este tipo de servicio público. Su capacidad es muy superior a la de un turismo, tanto en número de plazas como en espacio disponible en estos.
Además las superficies acristaladas también son más grandes y si a esto unimos una posición elevada sobre el resto del tráfico, hacen de ellos los vehículos perfectos para disfrutar de un viaje como pasajero contemplando el tráfico urbano.
Así pues, considero que un monovolumen de siete plazas y a poder ser híbrido o eléctrico es el tipo de vehículo que las administraciones deberían homologar como taxi de aquí en adelante. Contradigo así lo que opina mi compañero Javier Costas en este post sobre los taxis, pero una vez más en la variedad está el gusto. ¿Qué opináis vosotros?
En Motorpasión | Ser coche de Taxi… ¿es bueno o malo?