Si ayer os dolió lo del Ferrari 550M, esto tampoco os va a dejar indiferentes. No es un Gallardo, Diablo, Countach y mucho menos Reventón. Es un Lambo mucho menos conocido, tanto que los soldados que lo encontraron pensaban que era un todoterreno feo y punto pelota. Antes de contaros qué le hicieron los soldados a este ejemplar, conozcamos un poco más sobre este peculiar coche.
Se fabricaron 301 unidades entre 1986 y 1993. Era estéticamente poco agraciado, pero muy bien equipado por dentro y con materiales nobles. Su peso de 2,7 toneladas era impulsado por un V12 longitudinal de 5.167 cc con 6 carburadores Webber y 4 válvulas por cilindro. Entregaba 388 CV de potencia con los que era capaz de alcanzar 188 Km/h. El consumo no era muy importante dado su depositazo de 290 litros, que más bien es una minigasolinera con ruedas.
En 2004, un año después de la muerte de su dueño, los soldados de EEUU utilizaron el LM002 de Uday para un experimento. Querían comprobar los efectos de un potentísimo coche bomba para ver cómo aguantaban los muros de hormigón de la base. Lo primero que hicieron con él fue arrancarle los asientos delanteros.
Como podemos ver, ya estaba muy hecho polvo antes de que lo llenasen hasta el culo de explosivos, dinamita para ser más exactos. La potencia de la explosión fue tan salvaje que no quedó de la pared de hormigón más que unas pequeñitas migas, en cuanto al coche, qué os voy a contar…
... únicamente quedó el motor y la suspensión delantera, el resto se desintegró. Haceos idea de cómo fue la detonación.
Los soldados no fueron conscientes de lo que habían hecho, dada la extrema rareza de este vehículo, hasta que no regresaron a su patria. Para entonces, ya era demasiado tarde. Puedes conocer el destino de muchísimos LM002 en el registro que mantiene la web Lamborghini Registry, a buen seguro mejor que el LM002 de Uday.
Vale, el coche era feo como él solo, pero no creais que a Lamborghini se le ha ido la idea de hacer un SUV de la cabeza.
Fuente | Lamborghini Registry
Fotografía | Mathew James
En Motorpasión | Una de terrorpasión: el Ferrari 550M de Uday Hussein