Ya no deseo un Bugatti Veyron, ni un Ferrari Enzo, ni un McLaren F1. Son sólo montones de chatarra, tampoco quiero una Furgoneta Blanca™, he descubierto un vehículo mucho más rápido, capaz de pasarse por la piedra hasta al Trust SSC. Se trata de un Volkswagen Gol (sin “f”), un utilitario brasileño con motor 1.6. No quiero nada más.
Cuando todavía no terminamos de flipar por la multa a 880 Km/h que pusieron a un ingeniero que circulaba con su Gol 1.0, ahora viene una nueva pifia radarística que deja lo de antes en una simple anécdota. En 2001, un abogado fue multado por pasar delante de un Hospital a 4.800 Km/h. Testigos presenciales no llegaron a ver el vehículo, sólo oyeron un estampido como los de la peli Top Gun.
El criminal conductor, asesino en potencia, pecador de la pradera y descerebrado total, no respetó un límite de 40 Km/h. ¡A la hoguera con él!
Ya en serio. Afortunadamente para el abogado, la multa fue retirada automáticamente, pero si no, habría tenido que desembolsar 102 reales, que no son ni 100 euros (lo que te ponen en España por la multa por exceso de velocidad más suave). Sería interesante saber dónde compran los brasileños los radares, o cuantos miles de CV hacen falta para ir a 4.800 Km/h a nivel del suelo.
Por cierto, si el 1.0 trinca 880 Km/h y el 1.6 unos 4.800 Km/h (la edición limitada Rolling Stone, con desfase de serie), ¿cuál será la punta del 2.0 GTI? Apuesto a que Chuck Norris tiene uno en su garaje.
Un saludo para tan fugaz noticia a Juan Torrellas
Fotografía | Wikipedia
Fuente | G1
En Motorpasión | Rocambolesca multa por exceso de velocidad: 880 Km/h