No es la primera vez que hablamos en Motorpasión sobre un invento pensado para acabar de la manera más segura posible con una persecución policial a gran velocidad (MobileSpike, por ejemplo), pero ésta que ha ideado Leonard Stock, de Arizona, es quizá una de las más efectivas. Se llama Grappler Police Bumper y se trata de un dispositivo instalado en el frontal del coche patrulla.
Básicamente, el sistema es una especie de lazo del siglo XXI que se despliega y es capaz de atrapar la rueda trasera del vehículo al que se persigue, y bloquearla. Según el fabricante hay dos opciones, en función de la velocidad del sujeto. Por debajo de 100 km/h se puede usar la opción que mantiene el dispositivo atado al coche policial, mientras que a mayor velocidad se recomienda el modo en que la 'trampa' se aferra a la rueda del sospechoso pero no sigue amarrada al patrulla.
Una de las principales ventajas del sistema frente a otros es que resulta seguro incluso para utilizarlo en tráfico -el 40% de persecuciones en EE.UU. acaban en accidente-, puesto que el conductor en principio no pierde el control del vehículo (como sí lo haría en una maniobra PIT, en la que saldría dando vueltas en cualquier dirección, o al pincharle un neumático) pero sí acaba deteniéndose, ya sea por sí mismo o por la acción del coche patrulla al frenar, si se utiliza la opción en la que la red sigue atada.
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