Hace dos meses el barco cargado de coches eléctricos Felicity Ace se hizo famoso: un incendio terminó con el buque hundido y miles de Porsche bajo las aguas del Atlántico.
Ahora, gracias a Top Gear hemos conocido el inventario oficial del Felicity Ace, y además de muchos Lamborghini, Porsche y Bentley, había a bordo equipos industriales y tractores usados, así como cabestrantes.
Entre los vehículos que se han perdido había un buen número de pedidos enviados a EEUU por el Grupo Volkswagen, pero también modelos nuevos y de segunda mano de propiedad privada, como un Honda Prelude de 1996, un Ford Mustang de 2015, un Nissan Versa Note de 2018 o un BMW 750 i.
Pero las pérdidas más cuantiosas están en la lista de vehículos cuyos dueños esperaban con ilusión ver en su garaje y no en el fondo del mar. Aquí van algunos de ellos:
- 50 Lamborghini Urus
- 15 Lamborghini Aventador
- 20 Lamborghini Huracán
- 38 Bentley Continental GT
- 50 Bentley Continental GTC
- 77 Bentley Bentayga
- 30 Porsche Macan y Panamera
- 25 Bentley Continental Flying Spur
- 126 Porsche "Bratislava". Los modelos de la firma alemana están listados con su nombre de fábrica. En este caso es probable que se refieran al Porsche Cayenne.
- 23 Porsche "Zuffenhausen 85". La fábrica de Zuffenhausen produce 718, 911 y Taycan.
- Otros 25 Porsche "Zuffenhausen", sin número.
- 199 Volkswagen Golf
- 116 Volkswagen Transporter T6
- 297 Audi Q3
- Tres Audi A4 Cabrio
- 147 Audi A5 Sportback
- 43 Audi A5 Coupé
- 121 Audi e-tron
- 144 Audi Q3 Sportback
- 159 Volkswagen ID.4
- Un Volkswagen Taigo
Hace unas semanas se confirmó también que a bordo del barco viajaban 15 unidades del exclusivo Aventador LP 780-4 Ultimae, que ya estaba fuera de producción, y que serán reemplazados, al igual que el resto de modelos del Grupo Volkswagen.
El Felicity Ace, además de los coches citados, transportaba 2.200 toneladas de combustible y 2.200 toneladas de aceite (a lo que habría que añadir las baterías de iones de litio de algunos de los modelos eléctricos siniestrados por verificar).
El barco se encuentra en aguas internacionales, por lo que ningún país asume, de momento, la responsabilidad de su recuperación.