Trece muertos en menos de cuatro meses debido a las carreras callejeras es una cifra demasiado alta como para no tomar soluciones drásticas.
La policía del sur de California, bajo la orden de un juez, ya ha enviado a la prensa seis coches que habían sido cazados en competiciones ilegales y tenían alguna pieza del motor robada.
Charles Hoang, de 18 años, es el dueño de un Acura Integra que ha acabado “compactado”. Según él, no sabía que las piezas que llevaba eran robadas y su coche era “el amor de su vida”. Que dé las gracias de que no lo envien a él también al desguace.