Prácticamente cada domingo vemos casos de superdeportivos hechos añicos por culpa de sus dueños o bien abandonados a su suerte, como es el caso del Chevrolet Corvette del 63 pudriéndose en un jardín de la semana pasada. A pesar de ser Navidad, hoy toca Dolorpasión™ y en este caso es de los primeros, en los que se juntan demasiados factores como para que salga nada bueno.
El conductor del Ferrari F430 Scuderia de la imagen, de 41 años de edad, circulaba con su cavallino por la Autobahn A9 (Alemania) en dirección a Berlín a finales del mes pasado cuando perdió el control del vehículo debido a la elevada velocidad a la que circulaba y a las condiciones de la carretera, que estaba mojada.
Al parecer el conductor no fue capaz de retomar el control del superdeportivo italiano y colisionó contra el guardarraíl, acabando el coche en el estado en que aparece en la imagen. El hombre no sufrió ningún daño pero su hijo de diecisiete años, que viajaba con él, sufrió una pequeña lesión en la mano. El peor parado fue el coche, cuya reparación rondará al menos los 150.000 euros.
Vía | GT Spirit
En Motorpasión | Dolorpasión™: El Corvette de 1963 que se pudre en un jardín
