Ayer dejamos nuestro coche bien lavado, seco y con un repasito a las gomas y neumáticos en el primer capítulo de introducción al detailing. Con eso ya tenemos un coche limpio por fuera, más limpio que el típico lavado automático o con mangueras de presión. Pero en realidad no hemos hecho nada raro, quizá hemos prestado más atención a los productos, herramientas y procesos pero podemos decir que se trata de un lavado a mano normal. Sigamos adentrándonos el detailing.
Llega el momento de dar un paso más, de ir más allá, de buscar un resultado excelente y de proteger nuestro coche. Imagina que lo has lavado y apenas lo has utilizado en unos cuantos días, se ha llenado de polvo de estar parado pero en realidad debajo de ese polvo hay un coche limpio. Pues también tienes productos para que no tengas que repetir todo el trabajo y puedas salir a la calle con el coche brillante invirtiendo sólo unos minutos.
Tienes productos de calidad para realizar un lavado en seco, pero ojo con esto que no vale cualquier producto milagroso de los que anuncian en las teletiendas o hipermercados. Si el coche está limpio utilizas un buen producto y una buena toalla de microfibra (también hay calidades), en diez minutos lo tienes limpio.Suelen ser limpiadores líquidos en spray, se echa un poco en la pieza del coche a limpiar y se extiende por toda ella con la toalla hasta dejarla seca y limpia, sin apretar, sólo retirando el polvo.
La carrocería se contamina
Ese brillo que tanto gusta en realidad es del barniz que protege la pintura. Y sí, has acertado, también hay calidades en la pintura y el barniz. Pero por muy bueno que sea, esa gruesa capa de protección se va estropeando con el tiempo, se le va incrustando contaminación como las partículas de los escapes, suciedad de la carretera, de los árboles, mosquitos, sal, etc. Estos enemigos hacen que la superficie del barniz vaya haciéndose cada vez más rugosa y se vaya perdiendo el brillo.
Hay solución, para eso están los productos descontaminantes y lo más común es utilizarlo en formato de barra, algo así como un taquito de plastilina que va a ir retirar la contaminación incrustada en la superficie del barniz. Aplicamos un poco de lubricante en spray (se vende en conjunto con la barrita de descontaminado o por separado) y se pasa suavemente la barrita por la zona con lubricante sin apretar,sólo haciéndola deslizar.
En principio se queda enganchada, pero en una segunda o tercera pasada desliza perfectamente. Eso quiere decir que ya se han retirado esos agentes externos, limpiamos con una toalla de microfibra y listo, ya hemos descontaminado. No es muy notable a la vista, pero sí al tacto y debemos tener en cuenta que esta contaminación suele acumularse en puntos localizados: en el frontal, la trasera, tras los pasos de rueda y en superficies horizontales.
Un paso más, el pulido
Queremos recuperar el brillo original de nuestro coche, nos toca hacer muñecas. La capa de barniz presenta rugosidades, lo que le resta transparencia y no podemos permitirlo, hay que pulir la parte más superficial para que vuelva a estar lisa y recuperar el brillo. A máquina es más cómodo y fácil, pero también más caro y peligroso, puedes dejar marcas si no lo haces bien. Como disfrutamos con la tarea y no es algo que se haga cada dos por tres, lo vamos a hacer a mano.
Necesitamos pulimento, más grueso cuanto peor esté la pintura. Y también más trabajo, porque esta fase siempre finaliza realizando una pasada con el pulimento más fino. Por eso es mejor pulir con más frecuencia a darse la paliza. Además cada vez que pulimos reducimos el grosor de la capa de barniz y, cuanto más agresivo sea el pulimento, más capa de barniz se lleva.
Echamos un poco de pulimento en una toalla de microfibra o un aplicador (un disco acolchado de microfibra, es más cómodo), damos una pasada a por toda la pieza aplicando más pulimento cuando sea necesario y moviendo deprisa el aplicador sin apretar en exceso, sólo una ligera presión. Con otro aplicador limpio u otra toalla damos otra pasada o dos para retirar todos los restos de pulimento.
Si hemos utilizado el pulimento más fino hemos terminado, si no, hay que ir dando pasadas con durezas cada vez menores, porque en caso contrario la pintura quedará muy mate. Las diferentes marcas suelen ofrecer unos tres niveles de pulimento y el más abrasivo es mucho más fino que el que te venden en las gasolineras para disimular arañazos.
Dar cera, pulir cera
Como Daniel Larusso en Karate Kid nos vamos a entrenar, pero nuestro combate será contra los agentes externos que van a intentar dañar nuestra pintura limpia, seca, descontaminada y pulida. Vamos a sellarla y para ello de nuevo la oferta es muy, muy extensa. Hay selladores sintéticos y ceras naturales de muchos tipos. La opción ideal es una capa sintética que ofrece una protección duradera y una capa de cera natural, para aumentar la protección y también lograr eso brillo extra que proporcionará esa segunda capa.
Las ceras naturales duran poco pero consiguen más brillo y profundidad en el color de la pintura, las sintéticas sin embargo pueden durar hasta seis meses. Cualquier opción es buena, pero la combinación de ambas se antoja como la solución ideal para una correcta protección. Tenemos una muy buena base con el trabajo realizado hasta ahora, así que… Manos a la obra!
Cera líquida o de pasta, aplicamos una cantidad considerable en un aplicador de microfibra y la extendemos. ¿Cómo? Por piezas, siempre por piezas porque así tenemos control de lo que hemos trabajado y lo que no. Extendemos cera (por eso echamos bastante cantidad en el aplicador) y luego la retiramos al principio con ese mismo aplicador y luego con uno limpio. No hay que apretar, que nos cebamos y lo único que conseguimos es cansarnos.
Ahora sí, ahora tenemos un coche limpio y espectacularmente brillante. Además con la pintura cuidada y protegida… y más fácil de limpiar. Te recuerdo lo de la limpieza en seco que hemos comentado antes, pero también puedes quitarle lo más gordo simplemente con agua, porque la suciedad apenas se pega y tampoco el agua, que escurre y deja el coche mucho más seco. De hecho si el tratamiento es correcto y continuado en el tiempo, puedes llegar a secar el coche con un hilo de agua tal y como vimos en ese vídeo hace poco.
¿Hemos terminado? ¡Ni mucho menos! Todavía nos quedan los cristales, los interiores y detallitos exteriores, como los cromados, las piezas de fibra o plástico y unos trucos para que las llantas duren más tiempo limpias y en buen estado. Os lo contamos en la tercera (y última, lo prometo) parte.
En Motorpasión | Guía para lavar el coche y conseguir un resultado de concurso. Conoce el Detailing (parte 3)