En Maryland (Estados Unidos) algunos adolescentes han tenido una idea bastante obvia pero útil en los tiempos que corren, teniendo en cuenta que cada vez el tratamiento de las multas está cada vez más automatizado, y si no véase el caso de España.
El caso es que crean una matrícula falsa, copia de la del coche de algún profesor que no les caiga especialmente bien, y se dedican a pasar por delante de los radares a velocidades excesivas. A los pocos días al dueño del coche real le llega a casa una multa.
El plan sale bien si utilizan un coche similar al real o si no hay nadie que lo compruebe. Claro, que también puede salir mal: si te paran con una matrícula falsa la broma te puede salir muy cara. Y puede que la policía de Estados Unidos sea algo menos cordial que la Guardia Civil.
El otro uso que se comenta es el de evitar multas propias: la gente busca un coche igual al suyo, crea las matrículas falsas y así no levanta sospechas incluso aunque pase cerca de comprobadores de matrículas, como tienen algunas unidades camufladas de la Guardia Civil en España.
Este segundo caso llega desde Inglaterra. En cualquier caso, lo que importa no es que lo hayan hecho ninguna, una o diez personas, el caso es que el problema existe y “se puede hacer”. Claro que a cambio de evitar una multa o gastar una broma pesada te enfrentas a problemas con la ley mucho más graves, y seguro que la persona que la recibe sin motivo no se queda de brazos cruzados.
Vía | Error500
Más información | Slashdot, The Sentinel
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