Victoria de Will Power en las 500 Millas de Indianápolis 2018. El piloto australiano del equipo Penske es el hombre más feliz del Circuito de Indianápolis en el día de hoy. Después de haberse hecho con el campeonato en 2014, haber sido tercero en 2015 y segundo en 2016, ha conseguido hoy una de las victorias más importantes de su carrera deportiva.
Una victoria que le llegó tras un sprint final después una bandera amarilla provocada por un accidente de Tony Kanaan, en las que Oriol Serviá lideraba cuando se reanudó la carrera. El piloto de Gerona se vió superado en la relanzada por Stephan Wilson y Jack Harvey, que tuvieron que entrar en boxes sin combustible, y después por el propio Power.
A pesar de los intentos del piloto español por mantenerse en pista, la arriesgada estrategia por la que habían apostado no fue suficiente para hacerse con la victoria y a una sola vuelta del final, tuvo que entrar a boxes sin combustible dejándole vía libre a Power que cruzó la meta en una primera posición que ni él mismo se creía.
Una gran actuación más en las 500 Millas de Indianápolis para Serviá que, a pesar de que Fernando Alonso le restó un poco de protagonismo el año pasado, lo tuvo también al alcance de la mano. Tan solo un par de vueltas de combustible le han privado de la victoria este año pero, si consigue un equipo, el año que viene volverá a intentarlo.
"Estas cosas pasan. Al final cuando me he puesto octavo, he arriesgado con la estrategia porque me sentía muy bien. No ha sido muy loca. Solo nos han faltado dos vueltas. No habíamos venido a por los puntos. Era ganar o no. El año pasado ya olimos la victoria y este año también. Al final solo gana uno" Oriol Serviá.
La gran protagonista de la cita de este año ha sido Danica Patrick. Ésta ha sido la última carrera de la piloto estadounidense se cuelga los guantes definitivamente. En clasificación sorprendió metiendo en el Fast Nine -y pasando a la segunda fase- primero, y después con una sorprendente sexta posición con un coche con el que solo había rodado en los test.
El resultado de la carrera, sin embargo, no ha sido el que le hubiera gustado. Cuando rodaba cerca del top10 perdió la parte trasera de su monoplaza colisionando fuertemente contra los muros. Un triste final para la despedida de la primera mujer que consiguió una victoria en la Indycar y firme defensora del papel de las féminas en el mundo del motor. Pero siempre en igualdad de condiciones.
Unas emocionantes 500 Millas de Indianápolis más en las que se ha mantenido la emoción hasta la última vuelta. Ahora, empieza ya la cuenta atrás para la próxima edición en la que un año más, cualquiera podrá ganar.