El Campeonato del Mundo de Fórmula E para coches eléctricos se está volviendo un certamen cada vez más asentado y atractivo tanto para el público como para las marcas (fabricantes por un lado y empresas tecnológicas por otro). En su hoja de ruta se encuentra la expansión y esta podría llegar de la mano de los SUV.
Se llamará Extreme E y será una categoría para SUV eléctricos que está programada para 2020, con la gran diferencia de que los fabricantes podrán usar la imagen de sus modelos de calle, no como ocurre en la Fórmula E actual.
Un campeonato de coches eléctricos lejos de los circuitos de GP
Según informan en Motorsport, la iniciativa apadrinada por Gil de Ferran como director deportivo y Alejandro Agag, el CEO y fundador de la Fórmula E está aún en una fase muy primaria de su desarrollo pero la receta a seguir sería muy similar a la del actual campeonato, aunque mirando hacia unas fronteras mucho más lejanas.
"Lo único que puedo decir de momento es que Extreme E será un nuevo proyecto operado por Fórmula E", ha asegurado Agag, añadiendo que "junto a Gil de Ferran podremos anunciar dentro de poco algunos detalles más". Esto quiere decir que faltan por atar aún todos los flecos, pero que la iniciativa es firme y está en marcha.
La importancia de los SUV en las carteras de todos los fabricantes es vital para su éxito comercial y por eso Agag y de Ferran están decididos a que este sea el camino de su próximo proyecto deportivo. Obviamente solapar la Extreme E con la Fórmula E en circuitos de Gran Premio no tendría mucho sentido, y de ahí su viraje hacia el offroad y los paisajes inhóspitos.
Aunque la mayoría de SUV vendidos (que no son pocos) no pisen ni un mísero camino de tierra en toda su vida, su imagen como coches robustos y evocadores de aventuras es uno de los principales argumentos comerciales. De ahí que los rumores apunten a pruebas en el Himalaya o en el Ártico.
En lo referente al apartado técnico se habría presentado a los fabricantes un reglamento con elementos comunes para todos los vehículos como ocurre en el actual formato de la Fórmula E, pero dejando libertad para el desarrollo de algunos aspectos concretos.
El más importante al menos en lo referente a imagen de marca es que los coches podrán lucir la carrocería de sus SUV de producción, algo que junto a las cifras de ventas de todocaminos podrían despertar un interés inusitado entre las firmas.