La temporada 2018-2019 de Fórmula E arrancará el 15 de diciembre, y la nueva generación de monoplazas promete revolucionar la categoría tal como la conocíamos. En los test de pretemporada celebrados en el Circuito Ricardo Tormo de Cheste han demostrado que por fin se han convertido en coches de carreras de verdad.
La categoría de Alejandro Agag está viviendo su mejor momento desde su creación hace tan solo cinco años. En ese tiempo se han ido ganando progresivamente el favor de los aficionados que cada vez llenan más los circuitos y sobre todo, de las marcas. Pero quizá, lo que más haya atraído a ambas partes sea su prometedor futuro.
Si consiguen gestionar correctamente el rumbo de la categoría, pueden conseguir grandes cosas. Por el momento, ya cuentan con marcas que han apostado por dejar competiciones con reputación para poder tener un programa completo con apoyo de fábrica.
Son la apuesta de las marcas
A los ya presentes Renault, DS, Audi, Jaguard y Mahindra se les han unido Mercedes y BMW y el próximo año se unirá también Porsche. Todas ellas son grandes marcas que seguro que ayudarán a que la categoría crezca notablemente.
La Fórmula 1 actualmente cuenta con solo cuatro motoristas, Ferrari, Mercedes, Renault y Honda. A pesar de que, al igual que en la Fórmula E, hay equipos sin apoyo de fábrica el futuro de los de los coches eléctricos parece mucho más prometedor. De hecho, Liberty Media, nueva propietaria de la F1, busca desde su llegada nuevas marcas que aporten emoción.
Todo parece indicar que la tecnología que llevarán los coches del futuro se desarrollará en la Fórmula E a medida que los equipos desarrollen soluciones para triunfar en las carreras. Por desgracia, hace años que la Fórmula 1 se quedó atrasada en este aspecto, de ahí la ausencia de fabricantes que apuesten por dejarse un dineral en la categoría.
Control de gastos
El control de gastos es uno de los aspectos más positivos que tiene actualmente la Fórmula E. Hasta ahora y para ayudar a los equipos que entraron en la categoría desde la primera temporada la organización ha provisto a los equipos de gran parte de las piezas y tecnología del coche.
Poco a poco y a medida que han avanzado las temporadas, se han ido liberando la evolución de algunas partes del coche desde la organización y los equipos han podido ir metiéndole mano a los coches siempre con una inversión muy lejana a la que tienen en la Fórmula 1.
En la famosa quinta temporada en la que la FE libere gran parte del hardware y software del coche el gasto de los equipos se puede elevar a niveles desorbitados. Será labor de la organización ponerle un techo al gasto para evitar que les pase como en la F1, que cada año los equipos más discretos tiene que dejar la parrilla.
Competición en cada carrera
El ajustado presupuesto y el hecho de que los monoplazas compartan tecnología hace que la competición sea más ajustada. Si bien Sebastien Buemi y Lucas di Grassi llegaron a luchar en 2016 por el Campeonato por un par de puntos que el de e-DAMS consiguió gracias a una vuelta rápida en la última carrera en Londres.
Bien sea por los circuitos urbanos tan ratoneros -cuyo diseño corre a cargo de un arquitecto español - o porque los coches son un poco más duros que los F1; los pilotos pueden arriesgar un poco más y los toques son habituales.
Con la llegada de las nuevas marcas la organización tendrá que asegurarse de que ningún equipo se escape y convierta las disputadas carreras en Grandes Premios de Fórmula 1 en los que tan solo un equipo tenía opciones reales de ganar. Ya lo vimos con Ferrari, Red Bull, Mercedes... Eso podría convertirse en el fin.
El aficionado es la estrella
Como categoría futurista que es, la Fórmula E fue la primera competición FIA en montar un Campeonato paralelo de e-Sports, algo que a día de hoy casi todas las categorías tienen. Los promotores decidieron desde el primer momento dar visibilidad a aquellos que se acercasen a sus circuitos y los simuladores se convirtieron en un lugar perfecto para hacerlo.
En las carreras de Fórmula E los mejores clasificados tienen el honor de competir contra los pilotos 'de verdad'. En un principio resultaba extraño, pero ya a día de hoy se ha convertido en uno de los eventos con más emoción del fin de semana.
La batalla por ganar aficionados comenzó hace ya tiempo, pero la Fórmula E tan solo tiene mucho que ganar en los próximos años.