Pepe Oriola es uno de los pilotos españoles más reconocidos del panorama internacional. El piloto barcelonés disputa actualmente la Copa del Mundo WTCR -campeonato que ha sustituído este año al Mundial de Turismos-. Vinculado durante gran parte de su carrera deportiva a SEAT Sport -ahora reconvertida en CUPRA Racing-, Pepe compite actualmente con un CUPRA TCR con el que sigue sumado podios y, lo que es más importante, por victorias, que le han metido de pleno en la lucha por el Campeonato.
Su ascenso hacia el mundial no fue sencillo. Tras el karting descartó los monoplazas y se centró en los turismos, donde poco a poco fue escalando peldaños hasta llegar al Campeonato del Mundo de Turismos (WTCC) en 2012. Tras tres temporadas y sin grandes patrocinadores que le pagasen un año más en la categoría, dio un paso a un lado.
En 2015 formó parte de la primera temporada del novedoso TCR de Marcelo Lotti. Con unos presupuestos más ajustados, Pepe pudo volver a competir y a subir a lo más alto del podio. No consiguió llevarse el título, pero se quedó realmente cerca de conseguirlo. La entrada de nuevas marcas dificultó su progresión en los dos últimos años. Pero en 2018 vuelve a tener una oportunidad y ahora, además, en el reconvertido WTCR.
Los turismos como la mejor vía para llegar a lo más alto
Aunque como suelen hacer la mayoría de pilotos, Pepe Oriola dio primeros pasos en la competición en el karting, cuando llegó el momento de plantearse su futuro, eligió los turismos frente a los monoplazas. Una decisión que cada vez más pilotos deciden tomar, véase el caso del navarro Mikel Azkona.
Este giro en su carrera vino propiciado por tres razones. La primera, su 1,92 m de altura que le hubiesen complicado mucho su progresión en monoplazas. La segunda, lo difícil que era llegar a la Fórmula 1 teniendo este aspecto en cuenta. Y la tercera, tiene un nombre propio: Carlos Sainz.
"Tuvimos la gran suerte de que compartí equipo con Carlos Sainz Jr. en karting y su padre me dio buenos consejos. Siempre tuvo muy claro que mi forma de conducir se adaptaría perfectamente al mundo de los turismos, como así ha sido, por lo que siempre le estaré agradecido. Carlos y yo teníamos dos retos: que él llegase a la F1 y yo al WTCC, y finalmente ambos hemos conseguido ser pilotos profesionales".
En España siempre hemos tenido pilotos de turismos que han conseguido llegar hasta las categorías más alta de la modalidad. Jordi Gené, Miguel Molina, Alex Riberas, Alex y Miguel Toril, Dani Juncadella lo han hecho en los últimos años... Todos ellos consiguieron llegar al WTCC, al DTM o a otros capeonatos de GTs y competir para convertirse en los mejores pilotos del mundo.
La historia de Oriola demuestra que no todo es Fórmula 1 y que hay otras vías para triunfar en el automovilismo. A veces se nos puede llegar a olvidar por la falta de repercusión mediática de estos campeonatos, pero buenos resultados - como el podio cosechado por Oriola este fin de semana en China - nos recuerdan que tenemos muy buena cantera de pilotos... también de turismos.