Así ha hablado el piloto en la rueda de prensa de anuncio de su retirada, que ha terminado a lágrima viva. Parece que Ducati quería que siguiese un año más, pero a Sete no le convencía la manera de trabajar del equipo, y una supuesta oferta de Kawasaki tampoco ha llegado a buen puerto.
Hubo un momento en que Sete llegó a parecer realmente bueno; plantaba cara a Rossi, aunque solía desfondarse en las últimas vueltas cuando Valentino sacaba todo lo que tenía dentro. Pero llegó el asunto de las escobas, la guerra psicológica, y el español se vino literalmente abajo. Ya nunca fue lo mismo.
Otras “fuentes” achacan su mal estado de forma, su mala suerte y sus lesiones a la llegada de la Cañadas, pero nunca lo podremos comprobar…
Vía | terra (gracias a todos)