Los bomberos juegan un papel importante en los circuitos. En caso de incidente, su presencia es esencial para controlar la situación lo más rápido posible. Sin embargo, este fin de semana, el que cerca ha estado de tener que pasar por el hospital ha sido el bombero de una unidad del 112 contra la que el Chevrolet de Tom Coronel ha colisionado tras salirse de los límites del circuito urbano de Vila Real.
Evidentemente, algo ha fallado en lo que a seguridad respecta en este legendario circuito, que volvió hace un par de años a la primera línea de competición internacional con su entrada en el calendario del WTCC. La organización, dirigida por François Ribeiro, tendrá que revisar qué ha podido suceder para que la zona no estuviese correctamente delimitada.
El relato de lo sucedido es muy simple. Coronel no lleva bien apretada una de sus ruedas y antes incluso de atacar el piano para tomar la curva, el neumático se sale de su posición y se va recto. Afortunadamente, no hay nadie en el asfalto de la escapatoria, tan solo lo que parece ser un fotógrafo en el césped de la rotonda -donde los periodistas se suelen colocar y donde una servidora estuvo el año pasado-.
El mayor problema es que al final del asfalto, no hay una barrera de neumáticos ni protecciones que impidan que un piloto, en este caso Coronel, salga de la pista y golpee lo que encuentre a su paso. Una situación surrealista que el propio Coronel no se podía creer.
El piloto holandés se pierde el resto del fin de semana en Portugal por los fuertes daños que sufre su coche, según han informado desde Touring Car Times. El equipo trabajará por tenerlo listo para la próxima cita del WTCC en el circuito argentino de Termas de Río Hondo.