Así nació el Rally Dakar de Thierry Sabine: "Un desafío para los que parten, un sueño para los que se quedan"
El germen del Rally Dakar nace en 1977, cuando el piloto Thierry Sabine, quien se encontraba disputando el rally Abidjan-Niza en el desierto de Libia, se desorienta y se queda a solas con su moto durante tres días con sus tres largas noches. Tras vagar sin rumbo por uno de los desiertos más peligrosos del mundo, por fin un helicóptero lo rescata in extremis.
Mientras volaba de vuelta a la civilización, Thierry no dejaba de darle vueltas a la experiencia por la que acababa de pasar. Pese a que había visto de cerca la muerte, aquel desierto le había marcado para siempre y solo pensaba en volver. Entonces, ideó una carrera cuyo punto de partida fuera París. La ruta pasaría por Alger, después por Agadez y acabaría en Dakar.
El sueño de un piloto que se perdió en el desierto
Gracias a su fuerte convicción y a su determinación, el loco proyecto del Rally Dakar se concreta rápido y en apenas un año el sueño de Thierry toma forma: el primer encuentro entre dos mundos en el continente africano arranca el 26 de diciembre de 1978, cuando 182 vehículos (de los que 90 eran motos) se dan cita en la plaza del Trocadero con el objetivo de hacer meta en Dakar. Por delante, más de 10.000 km a través de seis países.
El París-Dakar se caracteriza desde el principio por ser una competición diferente, sorprendente, dura pero seductora y abierta a todos. En sus ya 45 años de historia el recorrido ha ido cambiando y la organización también, aunque el espíritu de la carrera más dura del mundo permanece intacto.
Son muchas las historias deportivas y humanas que se han escrito en el Dakar, aunque merece la pena recordar a los 74 pioneros que llegaron a la capital senegalesa el primer año, y entre ellos, a Cyril Neveu, quien a lomos de su Yamaha 500 XT abre el palmarés del rally.
Entonces declaró que se había inscrito “sólo para conocer África”, pero quedó atrapado por el espíritu del Dakar, porque no solo volvió a participar, sino que se proclamó vencedor los años 1979, 1980, 1982, 1986 y 1987, con Yamaha primero y Honda después.
El Paris-Dakar conquista rápidamente al público también, que queda fascinado por esos aventureros poco comunes que se atreven a desafiar al desierto, cada uno con sus propios medios.
Los primeros años reinaban las Yamaha XT 500, ya que eran motos muy fiables y apenas necesitaban modificaciones (un depósito de gasolina mayor, mejores suspensiones o un asiento un poco más cómodo era todo lo necesario para emprender la aventura).
Jacky Ickx debuted at Dakar Rally in 1981 driving Citroen CX https://t.co/lYwYujD2Vn #Dakar #Citroen pic.twitter.com/THK0xr0EhB
— Glenmarch (@GlenmarchCars) March 20, 2018
Junto a algunas Honda, que también se solían adaptar ‘en el garaje de casa’, a partir de 1981, las Yamaha empiezan a encontrarse ya con los Rolls-Royce de Thierry de Moncorgé o el Citroën CX del legendario piloto de F1 Jacky Ickx, acompañado de Claude Brasseur.
Aquel año Hubert Auriol, “el Africano” (quien tristemente falleció en 2021), gana su primer Dakar con una BMW R80G/S. Dos años después, cuando el recorrido pasa por primera vez por el desierto del Ténéré vuelve a ganar. En aquella ocasión, una interminable tormenta de arena desorientó a más de 40 pilotos y, algunos de ellos, estuvieron cuatro días perdidos.
Pero por desgracia, uno de los años que más marcaron el transcurso del Dakar fue 1986: el año negro. Entonces el propio Thierry Sabine, el cantante francés Daniel Balavoine, la periodista Nathaly Odent, el piloto François-Xavier Bagnoud y el técnico de radio Jean-Paul Le Fur, perdieron la vida en un accidente de helicóptero que marcó para siempre la historia del raid.
Entonces, las cenizas de Thierry Sabine fueron esparcidas por el desierto en un acto inolvidable para todos. Después, su padre, Gilbert, y Patrick Verdoy tomaron las riendas de la organización y en 1987 los participantes realizaron un emotivo homenaje a su creador.
Pero aunque el Dakar continuó sin Thierry, nunca volvió a ser lo mismo. No obstante, el rally-raid más duro del mundo, actualmente organizado por la ASO (Amaury Sport Organisation), se ha cobrado muchas más vidas a lo largo de todos estos años.
Recorrió el continente africano de norte a sur en 1992 y en 1995 comenzó en España (Granada), fue conquistado por primera y única vez por una mujer en 2001 (Jutta Kleinschmidt, con un Mitsubishi) y tuvo que suspenderse en 2008 por amenaza terrorista.
También ha coronado a Stéphane Peterhansel, ‘Monsieur Dakar’, en 14 ocasiones (seis en motos y ocho en coches) y en 2010, 2018 y 2020 devolvió la gloria al ‘Matador’ Carlos Sainz, quien vuelve en 2024 a la carrera de la mano de Audi Sport con su inseparable Lucas Cruz de copiloto.
El equipo disputará su tercer y último Dakar como estructura oficial tras su nueva apuesta por la Fórmula 1 para la temporada 2026. De momento, el Rally Dakar 2024 tendrá lugar del 5 al 19 de enero en Arabia, por quinto año consecutivo.
La carrera llega así a su 46ª edición y, con un recorrido de 4.727 km, todo apunta a que será una de las más duras. Como decíamos antes, son muchas las historias humanas y deportivas que se han escrito en el Dakar.
Con final feliz o no, sin duda se seguirán escribiendo muchas más bajo la atenta mirada de Thierry Sabine, esté donde esté. Como él mismo decía, el Dakar es "un desafío para los que parten, y un sueño para los que se quedan".