Esta bestia de 500 CV y sólo 950 kg es el Alpine A110 más bruto hasta la fecha. Y tiene una importante misión

Esta bestia de 500 CV y sólo 950 kg es el Alpine A110 más bruto hasta la fecha. Y tiene una importante misión
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Alpine participará por primera vez en su historia, el próximo 25 de junio, en la famosa subida a Pikes Peak. Alpine se enfrenta así a una nueva categoría deportiva. Después de la F1, la resistencia y el rally, el fabricante va a participar en la subida más exigente del mundo: Pikes Peak.

Lo hará con un Alpine A110 GT4 Evo preparado por el especialista francés Signatech, que ya se encarga de los prototipos LMP2 de Alpine que corren en el mundial de resistencia WEC.

El piloto encargado de buscar la victoria será Raphaël Astier, ganador de la Copa FIA R-GT 2022 con el A110 Rally y que cuenta ya con cuatro participaciones en Pikes Peak.

Una bestia de carreras con los colores del tío Sam

Alpine A110 Pikes Peak

Para la ocasión, el Alpine A110 Pikes Peak se ha transformado en una auténtica bestia de carreras con un impresionante paquete aerodinámico. En la parte delantera, se ha añadido una gran toma de aire y un enorme alerón en la parte baja del parachoques. Este último se complementa en los laterales con unos splitters y grandes deflectores.

En la parte trasera, a la altura del techo, se ha añadido una toma de aire. Al aumentar la altitud a la que correrá el coche, es necesario ayudar al motor de 500 CV a respirar mejor. Recordemos que la subida a Pikes Peak tiene un recorrido de casi 20 km con la salida a 2.820 m de altitud y la llegada a 4.302 m de altitud.

Alpine A110 Pikes Peak

La presencia de una aleta dorsal central (al estilo de los coches de Le Mans), un alerón y un difusor XXL ayudarán a generar la máxima carga aerodinámica en las 156 curvas de esta carrera hacia las nubes. Alpine también ha trabajado duro para reducir el peso total del coche a tan sólo 950 kg.

El que será el Alpine A110 más bestia hasta la fecha, con una relación peso potencia de tan sólo 1,9 kg/CV, recibe también una librea muy especial para la ocasión. Así, los equipos de diseño han jugado con los colores azul, blanco y rojo, comunes a las banderas francesa y estadounidense, pero con las 50 estrellas de la bandera estadounidense en el techo en un guiño al país anfitrión.

Alpine A110 Pikes Peak

El Alpine A110 Pikes Peak participará en la categoría Time Attack 1 con la firme ambición de obtener un récord. Las primeras pruebas del coche ya han sido efectuadas en el circuito de Lurcy-Lévis.

El programa de pruebas seguirá con pruebas en tramos cerrados de montaña, en los Alpes franceses. Y es que los retos que suponen la altitud con sus desafíos en temperatura y densidad del aire deben solucionarse antes de irse a Pikes Peak, donde finalizarán las pruebas y los entrenamientos de cara a la gran carrera, el próximo 25 de junio.

Alpine se enfrenta así por primera vez a Pikes Peak, pero podría ser el principio de algo mucho más difícil: vender los nuevos y futuros Alpine en Estados Unidos.

Alpine, pronto desembarcar pronto en Estados Unidos

Alpine A110 Pikes Peak

No es habitual que una marca que no tiene presencia en el mercado estadounidense participe en Pikes Peak, pues el impacto mediático de la carrera en Europa es relativamente limitado.

En el pasado, Peugeot lo ha hecho participando en 1986 con un Peugeot 205 T16 con un paquete aerodinámico especial y que Ari Vatanen llevó a la victoria con maestría, pilotando a menudo con una sola mano por culpa del sol cegador.

Alpine A110 Pikes Peak

Vatanen y Peugeot repitieron hazaña en 1988 con el Peugeot 405 T16 de rally raid. Peugeot volvió a 2013 con un 208 T16 creado ex profeso para Pikes Peak en homenaje a las dos anteriores victorias de la marca y pilotado con soberbia hasta la victoria por Sebastien Leob.

A finales de los años 80, Peugeot seguía intentando vender coches en Estados Unidos, especialmente el Peugeot 405 (mercado que abandonaría en 1991). Su presencia en Pikes Peak tenía cierto sentido a nivel comercial y de comunicación.

La hazaña de 2013, sin embargo, fue meramente una operación de comunicación destinada a Europa, y en especial a Francia, con la figura de Sébastien Leob y el recuerdo de los míticos 205 T16 y 405 T16.

La presencia este año de Alpine en Pikes Peak, sin embargo, tiene un sentido añadido más allá de colgarse una medalla y ganar más legitimidad deportiva, si cabe, en todos los campos.

Y es que Luca de Meo ha expresado en más de una ocasión su intención de llevar Alpine al mercado estadounidense, cuyo desembarco estaría previsto a partir de 2026, usando la red comercial del gigante estadounidense Auto Nation.

La participación de Alpine en Pikes Peak, y sobre todo una victoria, sería así un primero y pequeño aunque importante paso en esa dirección.

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