Hace 75 años, el Maserati 8CTF Boyle Special con número de serie 3032 consiguió un hito histórico en la competición automovilística, ya que consiguió la victoria en la mítica Indy 500. La carrera que todavía hoy en día sigue ocupando una fecha muy señalada en el calendario de la Nascar, ha servido para que ese Maserati 8CTF vuelva a rodar en el mítico Indianapolis Motor Speedway.
Ha sido Johnny Rutherford, uno de los pilotos que consiguió la hazaña la época junto a una segunda victoria por parte de Wilbur Shaw, quien se ha puesto al volante de esta unidad tan especial para dar una vuelta al óvalo justo antes de la celebración de las 500 Millas de Indianápolis. El coche que usó era exactamente el mismo Maserati 8CTF que consiguió ganar allí hace 75 años.
Aquel coche pasó a las manos de la Asociación de Vehículos Históricos (HVA) como el primer automóvil fabricado en el extranjero en ser archivado de forma permanente en la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos, de ahí su excelente estado de conservación. Aquel modelo fue obra de Ernesto Maserati quien a principios de los años 30 lo desarrolló junto al industrial italiano Orsi para vencer a las marcas europeas que dominaban en las competiciones de los años 30.
El Maserati 8CTF tenía un motor de 8 cilindros muy potente para los estándares de la época, y según la marca destacaba por su alta fiabilidad. Este año Maserati está celebrando su centenario, que coincide con un momento fantástico a nivel de ventas gracias principalmente a la llegada del Maserati Ghibli (prueba, parte 1, parte 2 y parte 3) y la motorización diésel al Quattroporte.