¿Cuánto tardará Fernando Alonso en ganar el Dakar? Esto les costó a otros pilotos de Fórmula 1
La participación de Fernando Alonso en el rally Dakar de 2020 está levantando mucha expectación. Todos hacen cábalas sobre dónde podría estar el asturiano en su primera visita a Arabia Saudí, después de que el pasado fin de semana incluso se subiese al podio en el Ula-Neom Rally que se disputó en el país saudí.
En unas recientes declaraciones el campeón en título del Dakar, Nasser Al-Attiyah, pronosticaba que "Fernando Alonso necesitará cinco años para ganar el Dakar". Pesimista para unos, optimistas para otro. Vamos a analizar cuánto tardó Fernando Alonso en ganar en sus anteriores categoría y qué hicieron otros pilotos de Fórmula 1 en el Dakar.
Jacky Ickx, el único referente válido para Alonso
Lo primero que cabe destacar, para poner en perspectiva la hazaña que intenta Alonso, es que ningún ex compañero de parrilla del piloto asturiano en la Fórmula 1 ha competido luego en el Dakar. Desde que Alonso debutó en 2001 ha coincidido con cientos de pilotos en su mastodóntica carrera, pero ninguno se lanzó al rally más duro del mundo.
Para encontrar los últimos ejemplos hay que irse a mediados de los 90. Pilotos de poco impacto en esa época, como el japonés Ukyo Katayama o Norberto Fontana luego probaron suerte en el Dakar, sin demasiado éxito en ninguno de los casos. Sin duda, lo que intenta Alonso en una hazaña más propia de otra época.
De hecho, solo hay dos pilotos que hayan pasado por la Fórmula 1 y luego hayan ganado el Dakar, por lo tanto son los que deben servir de molde para la hazaña que busca Alonso. El más importante de ellos fue Jacky Ickx, piloto belga que por muchos es considerado como uno de los mejores corredores entre los que no ganaron el mundial de Fórmula 1.
Ickx fue subcampeón del mundo de Fórmula 1 dos temporadas seguidas, en 1969 y en 1970, y consiguió ocho victorias en total en el gran circo. Pero su carrera no se limitó a la Fórmula 1. Como Alonso, Ickx buscó los éxitos en diferentes disciplinas, ganando hasta en seis ocasiones las 24 horas de Le Mans.
Jacky Ickx, entre sus múltiple triunfos, ganó también las 24 horas de Daytona, como ha hecho Alonso este 2019, y se embarcó en la aventura del Dakar. Debutó en 1981, dos años después de dejar la Fórmula 1, como Alonso. Ickx se estrenó con Citroen pero en su primera participación no pudo acabar, aunque antes le dio tiempo a ganar una etapa.
Para la siguiente edición Ickx fichó por Mercedes, y ahí ya la cosa cambió. El piloto belga fue mucho más competitivo en su segundo año, llegando a ganar hasta siete etapas, pero algún error puntual le hizo perder mucho tiempo y solo pudo terminar en cuarta posición de la general. El tercer año, también con Mercedes, ganando menos etapas pero siendo más seguro, Ickx ganó el Dakar.
En solo tres años Ickx consiguió ganar un rally que para todos era muy más duro que el actual. Después de eso siguió compitiendo hasta el año 2000 con diferentes marcas: Lada, Toyota, Porsche, de nuevo Citroen, Mitsubishi... Pero no pudo volver a repetir triunfo, a pesar de alcanzar cotas tales como ganar nueve etapas en 1984 con Porsche.
Los invitamos a disfrutar del paso de @alooficial por la recta principal el Buenos Aires a bordo del #Corolla de @SuperTC2000 pic.twitter.com/X13SbzckC0
— ToyotaGazooRacingARG (@TGRArg) November 11, 2019
Más controvertido es el caso del otro ex piloto de Fórmula 1 que ganó el Dakar. Se trata de Jean-Louis Schlesser, un francés que realmente solo corrió una carrera de Fórmula 1 en su vida, y el recuerdo de los aficionados no es demasiado bueno. Fue el Gran Premio de Italia de 1988 y su gran highlight fue mandar a Ayrton Senna por los aires cuando el brasileño iba líder a tres vueltas del final y se disponía a doblar a Schlesser por tercera vez.
Schlesser ganó el Dakar en 1999 y 2000, pero su ejemplo de poco sirve a Alonso, ya que la carrera del francés en ningún momento estuvo enfocada en la Fórmula 1. Uno que le puede servir más de referente a Alonso es Eliseo Salazar, el piloto chileno famoso en la Fórmula 1 por protagonizar una pelea a pie de pista con Nelson Piquet.
Además de en la Fórmula 1, Salazar también participó varias veces en las 24 horas de Le Mans y en las 500 millas de Indianápolis, aunque en todos los casos con resultados peores que los de Alonso, salvo en Indy, donde una vez fue tercero. Después participó dos veces en el Dakar (2009 y 2011) sin demasiado éxito, y hasta tuvo tiempo de probar en el WRC y la NASCAR.
La adaptación de Alonso siempre ha sido fulgurante
Si por algo se ha caracterizado la carrera de Fernando Alonso es por su rápida capacidad de adaptación. En la Fórmula 1, su mayor desafío hasta ahora, tardó solo un año y medio en ganar su primera carrera, y en cuatro temporadas ya era campeón del mundo. Si nos vamos a la resistencia, los tiempos han sido aún más cortos.
En su segunda carrera de resistencia, la primera en el WEC, Fernando Alonso ya consiguió llevarse la victoria. Fueron las 6 horas de Spa de 2018, y en esa primera y única temporada en la que ha competido en el WEC ya se proclamó campeón del mundo. En total, Alonso ha corrido diez carreras de resistencia y ha ganado seis, siendo descalificado a posteriori de otra que también había ganado.
En Indycar su adaptación también fue impresionante, clasificando quinto en su primera participación en las 500 millas de Indianápolis y teniendo serias opciones de ganar hasta que se le rompió el motor Honda. Aunque de cara al Dakar hay que tener en cuenta el salto al vacío que supone, un cambio de disciplina, de coche, de asfalto y de estilo de competición. Algo completamente nuevo para Alonso.
Quizá para darnos cuenta del reto lo mejor sea utilizar de molde a Sébastien Loeb, el mejor piloto de la historia del WRC. Lleva ya cuatro participaciones en el Dakar y todavía no ha sido capaz de ganarlo, aunque tuvo serias opciones en 2017 Algo similar le pasó en su día a Carlos Sainz. Si a Loeb, que algo sabe de rallies y tierra, le está costando, todo indica que la predicción de Al-Attiyah sobre Alonso podría ser bastante atinada. Pero con un genio como el asturiano nunca se sabe.
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