Seguro que alguna vez habéis ido a uno de los múltiples espectáculos que se organizan cada año en nuestras ciudades con monster super trucks. Éstas bestias son un éxito asegurado allá por donde van y en Australia conscientes de ello hace ya varios años que los convirtieron en "camiones" de carreras. Sí, has leído bien. Carreras en las que estos vehículos tan especiales se convierten en el centro de atracción.
En la última semana, con la cancelación de una de sus pruebas, el Vodafone Gold Coast 600, por motivos de seguridad se ha abierto el debate acerca de su posible prohibición completa en el país Aussie.
El Stadium Super Trucks, que así es como se llama el certamen, nació en el año 2012 de la mano el expiloto de Nascar e Indycar Robby Gordon. Aunque en un principio, como su propio nombre indica, se competía en estadios, tras un primer año piloto dieron el salto a circuitos urbanos donde compiten desde hace ya cuatro años y nos dejan imágenes tan espectaculares como podéis ver a continuación.
La seguridad, su punto débil
En este tipo de carrera los toques entre los participantes son habituales y no es raro ver piezas o neumáticos de estos estos vehículos salir volando, cuando no son los propios automóviles los que vuelan varios metros antes de caer contra el suelo. De hecho, este es uno de los principales atractivos de los que presumen.
Esto supone un importante riesgo tanto para sus pilotos como para los miles de aficionados que reúnen en sus eventos y la Confederación Australia de Motor Sport no parece dispuesta a que la categoría siga celebrándose como lo ha hecho hasta ahora. La polémica esta servida.