Si hay un piloto al que la mala suerte le sigue allá a donde vaya, ese no puede ser otro que Carlos Sainz. Su mal "fario" le ha perseguido tanto en rallyes como en raids. La rotura de motor en el RAC de 1998 que le privó de su tercer título y más cerca en el tiempo su accidente en el Dakar 2009 son dos de los momentos más recordados.
Pero en esta ocasión, el "Matador" se ha visto favorecido del abandono de otro para lograr la victoria. El Rally Ruta de la Seda, que ha transcurrido por Turkmenistán, Rusia y Kazajstán, ha servido para que los principales candidatos a la victoria en el Dakar preparen la edición 2010. La armada Volkswagen estaba al completo con Sainz, Al-Attiyah, De Villiers y Miller y por desgracia sin más rivales que ellos mismos.
El español y el qatarí lucharon durante todo el raid por el liderato, ambos se repartían las victorias parciales y la ventaja a favor de Al-Attiyah era inferior a los diez minutos. Finalmente, en la última etapa seria, el rival de Sainz volcaba dejando la victoria en bandeja del madrileño.
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