Aunque parece que las cosas le están yendo un poco regular a Faraday Future, la empresa afincada en Estados Unidos con capital chino se está esforzando por sacar adelante el proyecto FF91. Su SUV de ultra-lujo, sobrecargado de tecnología, más de 1.000 CV y propulsión totalmente eléctrica sigue en fase de desarrollo y dentro de sólo unos días debutará en el Pikes Peak International Hill Climb.
Allí, una unidad del Faraday Future FF91 se medirá por primera vez de tú a tú contra el Tesla Model S P100D y podremos comprobar empíricamente qué tal se desenvuelve el misterioso coche del futuro. Mientras tanto, han liberado un vídeo en el que podemos ver cómo ponen a prueba sobre el terreno algunos de sus avanzados sistemas.
Faraday Future FF91 vs PPIHC, ¡fight!
Luchando contra un previsiblemente alto peso final del conjunto y unas dimensiones más que generosas, los ingenieros del Faraday Future FF91 han implementado una serie de ayudas técnicas para mejorar la manejabilidad. Todo a base de mucha, muchísima electrónica.
Este gran SUV con las baterías colocadas bajo el suelo del habitáculo y una aparentemente generosa distancia entre ejes mejorará su capacidad de giro adoptando dirección en las cuatro ruedas. Además de cerrar el radio de giro a baja velocidad, la aplicación inteligente de este sistema ayudará a que la respuesta al volante a alta velocidad sea contundente y estable a partes iguales como ya hace entre otros el BMW Serie 5 que probamos.
Por otro lado, el FF91 se beneficia del Torque Vectoring, repartiendo la fuerza sobre las cuatro ruedas para ayudar al coche al girar de forma controlada además de apoyarse sobre cuatro amortiguadores dotados de suspensión semi-activa.
Aparte de sus 1.065 CV, estas herramientas le serán de gran utilidad a la hora de enfrentarse a las 156 curvas que componen el trayecto de 19,99 kilómetros con más de 1.500 metros de desnivel en la subida más famosa del mundo.
Un proyecto complicado que se resiste a morir
Los problemas financieros de LeEco, matriz de Faraday Future, son los que están poniendo palos en las ruedas a la finalización de un proyecto que debería ver la luz más cerca de 2019 que de 2018. Paralizaciones en la construcción de su factoría, demandas por impagos de proveedores, problemas con el estado de Nevada y trabajadores que abandonan el barco para alistarse en Tesla antes de que los despidan son sólo algunos de los problemas que han trascendido a la opinión pública.
Con la determinación de los trabajadores de Faraday Future en una esquina del ring y la controvertida gestión de Yia Jueting (CEO de LeEco) intentando solventar la problemática de flujos de caja de la empresa en la otra, el combate puede terminar con un rotundo KO al FF91, finiquitando el proyecto antes incluso de que la primera unidad de producción pise el asfalto.
Faltan 15 días para el PPIHC de 2017 y esperemos que el rompedor SUV deslumbre en la subida y sea un revulsivo para todo el proyecto. La innovación requiere asumir riesgos y el futuro de la automoción pasa por ideas tan locas como esta, aunque podrían estar mejor ejecutadas.
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