Volvieron las carreras de coches. Después de muchos meses de desierto la NASCAR reanudó la competición con una extraña carrera en el óvalo de Darlington. Las gradas del circuito estaban completamente vacías, el rugir de los coches ocupaba toda la sonoridad del reciento. Las carreras de coches han cambiado.
Kevin Harvick se llevó la victoria, y lo primero que tuvo que hacer para celebrarlo fue ponerse la mascarilla. No hubo champagne ni nadie que le diese la copa. La entrevista después de la victoria se le hizo con un micro atado a un palo alargador. Así es la nueva normalidad de las carreras de coches, y a ella habrá que acostumbrarse.
Distancia de seguridad, mascarillas y entrevistas hechas con un alargador
Después de diez semanas de parón, la NASCAR volvió, pero de forma muy distinta. Distancias de seguridad y mascarillas por todo el paddock fueron la tónica general. Nada de abrazos mientras sonaba el himno nacional de los Estados Unidos. Dos metros de separación y cada uno con sus protecciones.
En el plano deportivo, la victoria fue para Kevin Harvick tras una bonita batalla con Alex Bowman. El siete veces campeón, Jimmie Johnson, se estrelló mientras iba líder de la carrera. El triunfo de Harvick es el número 50 de su carrera como piloto de NASCAR, pero la celebración fue totalmente desangelada. Sin público y sin ningún contacto humano.
"Quiero agradecer a todos los elementos que conforman la serie NASCAR y a todos los equipos por dejarnos hacer lo que hacemos", dijo un descolocado Harvick, que no sabía muy bien cómo celebrar una victoria tan especial para él. "No pensé que fuera a ser tan diferente, pero aquí está todo silencioso. Extrañamos a los aficionados", concluyó.
La NASCAR se negó a hacer pruebas del coronavirus alegando que no querían quitárselas a quien las necesita de verdad. Por lo tanto, las medidas fueron otras. Se imprimieron normas por las cuales cada equipo solo podía llevar a 16 personas por coche, con el objetivo de limitar al máximo el personal presente en el circuito.
Además, a cada persona que accede al circuito se le controla y registra la temperatura corporal. Solo cuando ven que es seguro se le permite el acceso. El plan de la NASCAR es celebrar ahora cinco carreras seguidas en tan solo catorce días, con eventos entre semana, para recuperar las pruebas perdidas por el coronavirus.
La NASCAR ha sido la primera gran competición del motor en ponerse en marcha. Tras ellos, el 6 de junio arrancará la IndyCar en Texas con Álex Palou como representante español. Después será el turno de la Fórmula 1, el WEC, el WRC y la Fórmula E. Pero parece que, al menos de momento, las carreras de coches han cambiado.
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