El Nissan Qashqai fue el año pasado el noveno modelo en cuanto a matriculaciones. Si miramos la lista, es el único que se sale del binomio utilitario-compacto entre los catorce primeros. Se venden más unidades del Qashqai que del Clio, del León o del Fiesta.
Además de poder probarlo y conocer las novedades del Nissan Qashqai 2010 (restyle del modelo original, no una nueva versión), quisimos saber por qué se vende tanto. Adicionalmente pudimos encontrar respuesta a otras preguntas, como por ejemplo si el Qashqai es realmente un coche urbano y cuáles son sus capacidades a la hora de salir al campo con él.
¿Cuántos Qashqais se venden?
Si me dan a elegir entre hablar con la persona responsable de Nissan o probar el coche, en esta ocasión creo que hubiese escogido lo primero (afortunadamente, pude hacer ambas cosas). Admito que mi relación con el Qashqai viene tiempo atrás. Desde su salida en 2007 invertí dos años en intentar calificarlo, para finalmente adoptar la denominación de compacto crossover. Ahora llevaba casi dos años intentando explicarme sus cifras de venta.
En Europa se han vendido más de 500.000 unidades desde su lanzamiento (contabilizan tres años). 50.500 han ido a parar a España. Es el sexto más vendido en el segmento C, que Nissan define como compactos + pequeños crossover + monovolúmenes. Aunque realmente el mérito es que se venda tanto como un Volkswagen Golf.
Nissan en España no tiene stock del Qashqai, y los concesionarios apenas, algo milagroso en esta época. El tiempo de espera de un pedido son bastantes meses (creo recordar que me dijeron siete, me parece demasiado). Muchos clientes que solicitaron el modelo saliente van a recibir el restyle 2010. Incluso se va a crear un tercer turno en la fábrica inglesa de donde nace el Qashqai para poder atender la demanda.
Pero no sólo eso. El 90% de los clientes que compran un Qashqai no tenían un Nissan anteriormente. Y el 90% son clientes finales, no empresas. En mi ranking personal es uno de los coches por los que más me preguntan mis conocidos. En síntesis: la gente está loca por este coche. ¿Pero por qué?
¿Por qué se vende tanto?
Nissan dice que no les gusta hablar de milagro, que los milagros no existen. Afirman que se trata de un trabajado plan de producto, marketing, red de distribución y precio muy ajustado. Desde luego, no les falta razón.
Pero el principal motivo es su diseño exterior. Para más del 54% de los compradores es el principal motivo de escoger el Qashqai. El aspecto de todoterreno de Nissan llevado a un compacto. La respuesta a mis dos preguntas era la misma: compacto crossover.
Por este motivo el Qashqai es una bofetada al resto de las marcas y a los que nos consideramos expertos en motor. Nos pasamos la vida intentando definir lo que es bueno y lo que no, pero la gente está cansada de ver siempre modelos iguales y busca la distinción. Nissan presentó una alternativa en el segmento compacto y triunfó (también tiene otras en otros segmentos que no han funcionado).
El motivo complementario, que no podía faltar, es su precio. No es barato pero sí es competitivo con sus rivales. Por el precio de un compacto normal nos podemos llevar un Qashqai, a ojos de muchos consumidores un modelo mucho más atractivo.
Ya sabemos lo que pide la gente. Pero ahora veamos nuestra opinión.
Diseño exterior del Nissan Qashqai
El Nissan Qashqai es más alto, ancho y con un aspecto más imponente que cualquier otro compacto. Las cualidades de un crossover son una mayor altura, tanto total como desde el suelo hasta la carrocería, unos pasos de rueda más abultados y con mayor distancia a las ruedas y unos paragolpes más abultados. La estética de todoterreno de Nissan se aplica también al Qashqai.
Toda la parte baja de la carrocería es de color negro, independientemente del color de ésta, y de plástico. Delante y detrás se alojan las respectivas luces antiniebla en esta área negra.
En 2009 sufrió un restyle que reorganizaba su equipamiento, el de 2010 añade también varios cambios estéticos, aunque no inciden en la imagen general del coche. En el frontal los faros y las aletas son de nuevo diseño más remarcado, así como la rejilla de panel de abeja. El logo de Nissan sobre ésta es cromado, como en todos los crossover y todoterrenos de la marca.
En la parte trasera las luces, tanto las de freno como las de posición, tienen bombillas LED. Se añade también un nuevo alerón más grande que el anterior. Para la carrocería se añaden dos nuevos colores.
Gracias a algunos cambios como el recubrimiento de los bajos, el Qashqai gana también en aerodinámica, con un coeficiente Cx que pasa de 0,34 a 0,33.
Interior
El restyle afecta también al interior, que gana indicadores más claros y una consola central con nuevos huecos portaobjetos. En este último aspecto el interior está al nivel de sus rivales en el segmento compacto. En la tapicería de los asientos se puede escoger un nuevo color gris perlado.
Las gráficas, mejoradas en esta versión, son claras y el ordenador de abordo es bastante intuitivo y completo.
El tacto de los materiales y de los acabados no está al nivel de rivales como el Golf, Megane o Astra. Los plásticos son algo duros, y algunos detalles como el sonido de las puertas al cerrarse nos hacen ver que el modelo tiene ya tres años, y que además prima otros aspectos como el diseño exterior o las capacidades offroad a la atención a esos detalles.
El techo de cristal panorámico, de serie en los dos acabados más altos (tiene cuatro, como veremos), es una auténtica gozada. Va desde las plazas delanteras a las traseras, para disfrute especialmente de los pasajeros de la fila (o filas) trasera. Se puede tapar por completo con una cobertura de tela que se acciona eléctricamente, aunque no es posible abrirlo.
El maletero es grande, con una boca de carga algo alta aunque de acceso bastante fácil. La guantera tiene también un tamaño grande respecto a un compacto.
Mañana, la segunda parte.