Parece mentira, pero hace ya dos años desde que se anunció la puesta en escena del Nissan GT-R50 Italdesign, una particular alianza entre el fabricante japonés y el prestigioso carrocero italiano para celebrar las bodas de oro de la familia de deportivos nipones y al mismo tiempo del estudio de Giorgetto Giugiaro.
Ahora por fin se han desvelado las imágenes del primer Nissan GT-R50 Italdesign de producción y la verdad es que es igual de impresionante, aunque quizá demasiado azul.
Nissan GT-R50 de Italdesign: 900.000 euros de deportivo a la carta
El Nissan GT-R50 Italdesign es un coche muy, muy especial. Su producción estará limitada a tan solo 50 unidades para todo el mundo para celebrar el aniversario tanto de los GT-R como de Italdesign, y para ello han creado un coche que supone su primera obra conjunta.
Desde el prototipo y alguna unidad de preproducción, no habíamos visto al GT-R50 hasta ahora, cuando la primera unidad de la corta serie ha salido a estirar las piernas al circuito Tazio Nuvolari para una sesión de pruebas en pista y, de paso, lucir un espectacular traje en color azul turquesa.
Por suerte para todos, la versión final de producción es prácticamente idéntica (por no decir idéntica) a la preserie que se hizo pública hace dos años, así que luce un diseño soberbio. Una vuelta de tuerca al diseño del Nissan GT-R Nismo sobre el que se basa esta serie acotada y que le da un aura de misticismo y brutalidad a partes iguales, bajo una buena capa de la elegancia típica de Italdesign.
Sólo encontramos algunos cambios menores en el diseño de los grupos ópticos o los retrovisores, mucho más convencionales que los que pudimos ver en el prototipo y por los que difícilmente se podría ver demasiado. Toda la carrocería ha sido hecha a mano por Italdesign.
El resto de modificaciones no son pocas, pero ya las conocemos. El GT-R50 es 54 mm más bajo y utiliza un nuevo y enorme alerón trasero con regulación eléctrica, llantas de 21 pulgadas y un diseño mucho más moderno pero fiel a los rasgos clásicos del modelo.
Pero las modificaciones no son sólo estéticas ya que el GT-R50 equipa una variante del motor 3.8 V6 biturbo que eleva la potencia desde los 600 hasta los 720 CV, además de generar un par motor de 780 Nm gracias a la adopción de piezas usadas en los GT3 de carreras, como los propios turbocompresores.
Pistones, cigueñal, árbol de levas o inyectores también son nuevos, así como el equipo de frenos Brembo reforzado o las suspensiones ajustables firmadas por Bilstein. El interior recibe un baño de fibra de carbono y una nueva instrumentación digital reemplaza al cuadro analógico de serie.
Un conjunto cuyo precio total asciende a 900.000 euros y por los que cada propietario podrá elegir entre infinidad de elementos para crear el GT-R50 a su medida, y de ahí el color tan particular utilizado para la carrocería y su combinación con negro, en lugar de dorado, y los adhesivos con el número 20 en las aletas traseras.
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