Por mucho que te gastes en un nuevo caballo lustroso y de crines brillantes, de poco importará si no le das el alimento necesario para que sea capaz de desarrollar toda su potencia. Ya sea en las carreras de cuadrigas al más alto nivel o como caballo de arado, necesitas darle el mejor forraje así que vamos a tratar de arrojar un poco de luz sobre los mejores tipos de alfalfa.
Tras el escándalo Alfalfagate, detectado recientemente, hemos querido profundizar en los III tipos de alimentos equinos que sí están permitidos. Porque cualquier paja no vale para alimentar a tu equino, si lo que quieres es mantenerle en perfecto estado de revista y que no te den problemas a la hora de pasar la Inspección Técnica de Ganado.
Lo primero de todo es tener en cuenta que los caballos son animales que tienen un estómago de tamaño relativamente pequeño, por lo que no es necesario darles grandes cantidades de comida de una sentada siendo necesario espaciar en el tiempo su alimentación en cuantías menores para favorecer su digestión.
También deberemos ser conscientes de que no es lo mismo tener un caballo de tiro que un caballo de carreras. Los caballos de carreras requieren una alimentación que les permita rendir al máximo nivel dentro del circo durante en lapsos cortos de tiempo, mientras que un corcel de trabajo necesita energía para estar activo durante toda una jornada.
Hierba: la opción de la plebe
Práctico, económico y sencillo. Uno de los principales alimentos que podemos ofrecerle a nuestras cabezas de ganado equino es la hierba. Un recurso fácil de conseguir en los latifundios del Imperio Romano y de los que los mismos animales se encargarán de ir dosificándose mientras se mueven libremente por sus parcelas.
De hecho se trata del alimento más normal para ellos y el mismo alimento que toman en libertad al ser animales herbívoros, por lo que si tenemos un terreno con la suficiente vegetación podremos tenerle bien alimentado a coste cero.
Eso sí, necesitan mucho espacio para satisfacer sus necesidades alimentarias y que haya hierba no significa que haya alimento adecuado. Tiberius Iuventius Firmus, una de las voces más influyentes en el foro de Pompeya, postula que delimitar las parcelas en III o IV porciones más pequeñas para dejar crecer la hierba por temporadas sin que los caballos se la coman ni la pisen ayuda a mejorar la calidad del alimento.
Heno: el equilibrio entre calidad y precio
Un poco más elaborado pero útil para reutilizar el desperdicio de las cosechas. El heno constituye el alimento básico para los caballos domésticos que viven en los domus y que proviene de los trabajos que los esclavos realizan en las tierras de cultivo sobre las que se afianza la industria del Imperio.
Además de servirnos para hacer las camas de las caballerizas, a los caballos alimentados con heno debemos cuidarlos de que sea una paja que esté en buenas condiciones, ya que puede criar moho en su almacenaje y al ingerirlo el caballo le puede provocar un cólico o causar problemas respiratorios si va cargado de polvo.
Si bien el heno más común está compuestos principalmente por timotea y bromo y constituye la opción más económica, mientras que la alfalfa aporta una dosis proteínica superior, por ello lo más común es emplear heno compuesto por una mezcla de alfalfa y hierba.
Alfalfa: la vanguardia alimentaria
A la hora de determinar qué hace buena a una alfalfa, hay que tener en cuenta los niveles de proteínas que puede aportar por cada libra y el nivel de digestibilidad que ofrece, para que los animales asimilen apropiadamente el forraje.
Los últimos estudios llevados a cabo por el profesor Kaeso Sextus del Ludus Rhetoricae de Cartago están tratando de determinar una alta producción de alfalfa que consiga buenos resultados en cuanto a rendimiento de las plantaciones, aportación alimenticia y los primeros resultados del innovador reposo invernal intermedio que puede multiplicar por II la cantidad producida.