¿Tiene sentido un Mercedes-AMG GT de cuatro puertas, existiendo el Mercedes-Benz CLS?

Después de una larga espera y una desesperante campaña de adelantos al estilo teaser, la variante de cuatro puertas del Mercedes-AMG GT vio la luz hace unos días en el Salón de Ginebra, y lo hizo con algo de controversia. Para muchos se trata de un producto demasiado parecido al nuevo Mercedes-Benz CLS, que por cierto acabamos de probar.

En Daimler tienen claro (sino no habrían lanzado ambos modelos) que hay clientela para estas dos propuestas de berlinas con líneas de coupé, por muy similares que puedan parecer a simple vista. ¿En qué se parecen? ¿En qué se diferencian? Veamos un poco más en detalle cómo se comparan los dos recientes modelos de Mercedes-Benz y Mercedes-AMG.

La diferencia más evidente salta a la vista. Aunque ambas son berlinas cuya línea de techo recuerda a la de un coupé, el CLS cuenta con una tapa de maletero de lo más convencional, mientras que el GT recurre a un portón completo, en línea con el resto de modelos de la familia del superdeportivo.

Mercedes-Benz CLS 2018

El último producto de Affalterbach toma rasgos de los GT Coupé y Roadster, como el frontal, el capó con imponentes nervios, los pasos de rueda, los pilotos traseros o las salidas de escape, entre otras muchas cosas. A pesar de ello, AMG asegura que la carrocería es nueva y completamente única, y no reutiliza paneles de ningún otro modelo de su gama.

Por dimensiones, formas, aspecto general e incluso por los estilizados faros delanteros que Mercedes-Benz parece estar adoptando en todos sus últimos lanzamientos, estas dos berlinas no se diferencian demasiado, más allá de las imponentes llantas, los generosos frenos escondidos tras ellas o la parrilla Panamericana que hacen del GT un modelo algo más especial.

Mismas entrañas (o casi), diferente empaquetado

El nuevo Mercedes-AMG GT de cuatro puertas es algo más largo, ancho y bajo que el CLS (4,99 metros), aunque curiosamente los dos modelos comparten su batalla, de casi 2,94 metros. ¿Pura coincidencia? Para nada. La explicación es bien clara: ambos utilizan la misma plataforma MRA -la del nuevo Clase E- y, por tanto, comparten gran número de componentes, incluyendo chasis o sistema eléctrico.

Mercedes-Benz CLS 2018

Como buen AMG, el GT de cuatro puertas lo que vende es exclusividad, prestaciones (ahora matizamos) y diferenciación. Y lo mejor para ser un producto único y alejado del más mundano CLS es limitar la adopción de motores V8 a este modelo, dejando por tanto al CLS únicamente con opciones de seis cilindros.

Según AMG, se debe a un tema de optimización de espacio, y es que el GT ofrece un vano motor más amplio, en el que el motor V8 de la casa cabe sin problemas. Sea como sea, el CLS no estará disponible con opciones de ocho cilindros, pero el GT sí lo estará en una variante con bloque de seis cilindros: el Mercedes-AMG GT 53 4Matic+, que por cierto es un "mild-hybrid" con sistema eléctrico de 48V.

En lo que a prestaciones se refiere hay una gran diferencia, como cabía esperar. Solo la versión tope de gama del CLS (CLS 53) y la de acceso a la gama GT (GT 53) son comparables, ya que comparten el mismo tren propulsor, con motor 3.0 litros de seis cilindros en línea y un sistema eléctrico de 48V, de 435 CV y 520 Nm.

Mercedes-Benz CLS 2018
Mercedes-AMG GT de cuatro puertas

Ambos modelos aceleran de 0 a 100 km/h en 4,5 segundos, aunque el más pesado GT (unos 140 kilos de diferencia) también consume más: 9,1 litros frente a los 8,7 litros del CLS 53.

Ahora bien, por encima de este punto, los Mercedes-AMG GT 63 y GT 63 S ya se van a cifras de mucho mayor nivel, en territorio de superdeportivos: 585 y 639 CV, 0 a 100 km/h en 3,4 y 3,2 segundos o velocidades máximas de 310 y 315 km/h, respectivamente.

El precio, que aún no se conoce, será sin duda otro factor diferenciador entre ambos modelos, ya que el de Affalterbach será sensiblemente más caro que el CLS, incluso en sus versiones AMG. Y es que, a decir verdad, el GT de cuatro puertas es un auténtico AMG, lo que significa que lo fabrica directamente la propia Mercedes-AMG (y no es una preparación sobre un Mercedes-Benz).

Mercedes-AMG GT de cuatro puertas
Mercedes-Benz CLS 2018

Así que, para terminar, la respuesta es sí. Tiene sentido un AMG GT de cuatro puertas, porque el cliente es diferente al del CLS. Al fin y al cabo, se trata de un cliente AMG, que quiere diferenciarse del resto de conductores, ya sea mediante una estética deportiva, las máximas prestaciones o el prestigio de gozar de un motor V8. En cualquier caso, la estrategia parecer ser diferenciar cada vez más a Mercedes-AMG como una marca propia, y éste es el camino elegido por Daimler.

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