Acabamos de conocer el nuevo Mercedes-Benz GLC Coupé, la segunda carrocería del todocamino compacto de Stuttgart o GLC, y lo primero que nos ha pedido el cuerpo es ponernos manos a la obra y compararlo (al menos visualmente) con su máximo rival, el BMW X4. Ambos son hermanos pequeños de otros modelos de segmento superior (GLE Coupé y X6) y, básicamente, a nivel estético dejan claro su cercano parentesco. Son calcados a sus senior.
Ambos modelos destacan por un agresivo frontal, que en el caso del BMW luce el doble riñón típico de la casa y en el Mercedes-Benz incorpora la parrilla de efecto diamante que tanto gusta a la marca últimamente. En cualquier caso, es en la vista de perfil y en la trasera donde más se asemejan, precisamente por la caída del techo y también por sus enormes pilotos traseros.
Podríamos estar sacando parecidos entre estos dos rudos alemanes durante un rato, pero preferimos ofreceros los medios y dejar que cada uno saque sus propias conclusiones. Como aún no hay demasiadas imágenes disponibles del GLC Coupé, estas son las mejores comparaciones que hemos podido crear. No pierdas detalle y a ver si puedes encontrar las diferencias.
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