Se está haciendo toda una tradición, esto de mostrar dirigentes del mundo y sus preciados juguetes rodantes. El último para la colección, tras el desfile de superdeportivos de Teodoro Obiang y el Fiat 500 eléctrico de Gadafi, es el coreano aquel de los pelos locos y las gafas de adivino que ha pasado a mejor vida de repente: Kim Jong-Il.
El barco se llama Mercedes-Benz S 600 Pullman Guard, una limusina blindada basada en el S 600 de la marca que era un fetiche para la familia, y es que el padre de Kim Jong-Il, el Presidente Eterno de la República Kim Il Sung, tenía en su cochera un Mercedes 500 SEL por una pura admiración hacia la ingeniería alemana que lo llevó a encargar una imitación patria de un Mercedes serie 200.
Su hijo recogió la tradición y además obsequió a sus oficiales con 160 sedanes de la marca. Bueno, y dos limusinas como la de la foto que se quedó para sí mismo Kim Jong-Il al deshacerse de unos Maybach que le sobraban. Como dicen que su sueldo era un 20 % del presupuesto de Corea del Norte, no le faltaba dinero para echarles de comer.
Cada uno de ellos hace casi 7 metros de largo, 5,3 toneladas de peso, y desarrolla 510 CV obtenidos de un motor 5.5 V12 con doble turbo. Salida de fábrica, la criatura podría venir a costar como 1.400.000 dólares. Al parecer, los del amigo Kim se importaron a través de la aduana de China por un precio conjunto de 3.100.000 dólares.
Vía | Jalopnik