Para la marca de Hiroshima el futuro a corto plazo de la automoción sigue estando en los motores de combustión interna, ya que, según Mazda, aún queda mucho margen de mejora en lo que a emisiones y consumos se refiere.
Según parece, la marca está desarrollando un motor diesel que aspira a reducir el consumo de sus predecesores en un 30%, pero manteniendo un nivel prestacional similar, de manera que la eficiencia no vaya en detrimento de las sensaciones.
Los propios responsables de la compañía dejan caer que este motor diesel aspira a ser el mejor del mundo. Un objetivo muy ambicioso, desde luego, y quizá algo contradictorio teniendo en cuenta lo impopulares que son estos motores en Japón (si lo miramos al revés, quizá precisamente por eso quieran hacer un gran motor de este tipo, y romper así, por fin, esa tendencia).
En cualquier caso tendremos que esperar para poder juzgar si este motor está o no a la altura de las altas expectativas de la marca nipona. Por otro lado, Mazda sigue investigando (llevan más de 20 años) en motores que funcionen con hidrógeno, de manera que no se puede decir que no miren a largo plazo, pero si es verdad que no están siguiendo la tendencia general hacia la hibridación.
Además, a la su nueva generación de motores Skyactiv, se une una reducción de peso de toda la gama (en algunos casos superior a los 130 kg) que se irá aplicando a todos los modelos nuevos que se vayan incorporando a la gama Mazda.
Por último, y centrándonos en España, Mazda ha aclarado que tienen almacenes en Europa capaces de abastecer el 90% de los repuestos y componentes necesarios para seguir con su actividad con normalidad, pese a la catástrofe ocurrida en Japón (en realidad sus fábricas no han tenido daños, pero la situación es demasiado grave como para asegurar que no se corte la línea de suministro).
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